En Ushuaia, donde nació y creció, Mariana se la pasaba leyendo y dibujando. En esa época todavía no tenía ningún sueño profesional definido y quizá fue por eso que, cuando terminó la secundaria, se enfrentó a una de las decisiones más difíciles, pero también importantes: alejarse de su ciudad y de sus seres queridos para ir en busca de una profesión. Pese a los miedos y las incertidumbres, se aferró al estímulo de lo nuevo y se instaló en Mendoza para estudiar Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Cuyo. Aunque cambió de planes varias veces, siguió lo que su personalidad e inquietudes le decían: la observación, el detalle y el análisis eran sus fuertes y la guiaron. Hoy, a sus 26 años, sabe que tomó la decisión correcta. Tiene su propio estudio en Mendoza con el diseñador gráfico Leandro Ferrón y realiza trabajos de diseño e ilustraciones. Juntos, en 2012 se convirtieron en ganadores del concurso Innovar –en la categoría concepto innovador- por el desarrollo de unos auriculares lumínicos “para mantener el estado de alerta en vigilia”. Feliz por el premio, que es un estímulo importante en su carrera, dice que de todas maneras todavía está buscando su lugar y que le falta mucho camino por recorrer. “El diseño es campo muy amplio para desarrollarse, lleno de oportunidades y de elecciones posibles”, dice. Por eso, sabe que no quiere dedicarse a una única cosa. Y también sabe que nunca dejará de dibujar. La ilustración la atrapó hace un tiempo ya. “Es una actividad hermosa y difusa… Lo hago con el corazón”, define.
–¿Qué cualidades debe tener una mujer para el diseño?
–Creo que la motivación y la perseverancia son dos cualidades importantes, no sólo en lo que se refiere a una trayectoria profesional, sino en todos los aspectos de la vida. Y continuar hacia adelante sin importar las veces que uno se haya equivocado.
–¿Qué inspira tu pasión por lo que hacés?
–Todo lo que uno hace está inspirado en la búsqueda de ese “lugar” en el que uno se sienta bien, cómodo, completo. Como es algo imposible de alcanzar, ya que los propios paradigmas van cambiando junto con uno mismo, es la propia búsqueda el agente inspirador y movilizador, tratando siempre de dar lo mejor de uno.
–¿Tuviste momentos difíciles en tu carrera?
–Para ser honesta, los tuve y los sigo teniendo. Momentos en los que uno cuestiona la realidad profesional y la propia realidad personal en función de la profesión. Creo que se van superando solos, a medida que uno va encontrando nuevamente las cosas que lo enamoran de ese quehacer. Y si llegara el momento en que ese amor ya no vuelve, no hay problema: siempre hay nuevas cosas para descubrir.
–¿Cuál es la parte de tu trabajo que te da mayor placer?
–Ver las cosas terminadas.
–¿Qué consejos darías a los jóvenes emprendedores?
–Quizás algo que me diría a mí misma a cualquier edad: seguir. El desánimo y la desesperanza pueden ser uno de los mayores obstáculos; aunque haya que reformular el camino, nunca hay que detenerse y dejar de intentar. Algo, lo que sea, pero hay que seguir intentando.
<">–¿Cuál será la próxima tendencia en diseño?
–El diseño puede ser un factor diferenciador en muchos sentidos, pero particularmente su capacidad de trabajar sobre lo significativo y lo simbólico lo hace especialmente vigente. Todo lo que nos rodea hoy en día está atravesado por valores, ideas y significados que de alguna manera delinean al mundo tal como lo vemos. Creo que hoy en día no se puede hablar del diseño sin verlo en estos términos.
Diseño personal
Una persona clave: todas los que pasaron por mi vida.
Una palabra: tranquilidad.
Un color: el blanco, que contiene a todos los demás.
Un aroma: a lluvia.
Un sabor: el agua fresca, aunque en realidad no tenga sabor
Una textura: el pasto en los pies.
Un sonido: el del mar.
Un sueño: ser feliz.
Un lugar: aquel en el que uno está en este preciso momento.
Una cualidad: perseverancia.