De niña sabía que se iba a dedicar al arte; en un primer momento pensó que lo suyo era el baile, pero después se dio cuenta de que la actuación también le daba placer. Estudió en la Escuela Municipal de Arte Dramático, pero no fue tarea sencilla: la primera vez que se presentó a la admisión la bocharon. Volvió a los dos años y lo logró. Su primer amor fue el teatro, donde debutó e hizo casi toda su carrera hasta que, mientras protagonizaba la obra Estado de Ira –de Ciro Zorzoli–, apareció la posibilidad de una publicidad que –ni ella ni nadie imaginaba– iba a cambiarle la vida: los desopilantes comerciales del Banco Galicia, que se convirtieron casi en una pequeña historia de ficción con público propio. De ahí, saltó directo a la televisión, como protagonista y en horario prime time, nada menos que con Graduados, el éxito de la ficción en 2012. Como amiga de Nancy Duplaá se destacó en un elenco lleno de figuras y nombres ya populares. Y lo hizo, fiel a su estilo, sin creérsela: no es complicada, no se preocupa por salir divina en las fotos, no gasta dinero en maquillaje, ni en ropa ni en perfumes costosos; es ordenada por obligación, no va a terapia aunque su madre es psicóloga y cada dos por tres le recuerda que le vendría bien; y tampoco muere por ser entrevistada en el programa de mayor rating. A la hora de encontrar esa base que la mantiene con los pies en la tierra, no tiene dudas: su familia. En ella encuentra el eje y la serenidad. Casada con el actor, humorista y periodista Conrado Geiger, es madre de un niño llamado Jano (4), comparte el tiempo entre la crianza y la repentina fama. Nada de eso le impide seguir creyendo que todavía, algún día, podrá ser bailarina.
–¿Qué cualidades debe tener una mujer para hacer una buena trayectoria como actriz?
–Me parece engorroso hablar de buena o mala “trayectoria”. Yo hace 20 años que soy actriz. Tengo una trayectoria teatral, que recién resulta conocida a partir de un éxito televisivo. Sin la TV, mi trayectoria hubiera sido la misma, pero evidentemente carente de interés para el público masivo. Uno debe trabajar mucho y con honestidad. El reconocimiento podrá venir o no, no es eso lo que le da sentido al trabajo.
–¿Qué inspira tu pasión por lo que hacés?
–Me divierto actuando. Siento que es un momento en que soy feliz.
– ¿Tuviste momentos difíciles en tu carrera?
–Sí, los tuve. Tuve momentos de cuestionarme para qué lo hacía, qué me movía. Momentos de enojo y de desencanto. No puedo decir que los haya “superado” o no, creo que fueron momentos necesarios para crecer.
–¿Cuál es la parte de tu trabajo que te da mayor placer?
–El encuentro con otras personas en escena.
¿Qué consejos darías a los jóvenes emprendedores?
–Que sean honestos con su propio deseo. Que no hay recetas. Y que no sigan los consejos de nadie.
–¿Cuál será la próxima tendencia? ¿Qué es lo que se viene de tu actividad?
–No lo sé, pero creo que el trabajo actoral debería estar más allá de tendencias o modas. Como cualquier otra disciplina artística.
Paola fuera de escena
Una persona clave en su vida o trayectoria: Marta Serrano.
Una palabra: familia.
Un color: negro.
Un aroma: a comida.
Un sabor: chocolate.
Una textura: la piel de mi niño.
Un sonido: risas.
Un sueño: viajar.
Un lugar: Tigre.
Una cualidad: humor.