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9 de agosto, 2013

Nik: “Lo mío no es un trabajo, es un hobby!

A los ocho años hizo sus primeras historietas. Hace 20 años le dio vida a su personaje más famoso, Gaturro, que hoy recorre el mundo a través de sus tiras y la web. En esta nota cuenta cómo trabaja, la relación de los niños con la literatura y el desembarco en la televisión.

 

La  oficina de Nik es un lugar mágico. Lleno de colores, de libros, de juguetes. Un mundo amigable, un mundo Gaturro. Allí nos espera con galletitas dulces colocadas en un plato súper colorido sobre una mesa ratona con sus personajes de historieta y tazas de café, también multicolores. Es inevitable sentirse en un mundo lúdico. Este hombre que se transformó  en un referente del humor gráfico en la Argentina se llama Cristian Dzwonik (su apodo surge de las últimas tres letras de su apellido), tiene 42 años y es papá de dos nenas: Mia de 5 y Ema de 3. Cuando se le pregunta por qué Gaturro (ese gatito tierno, cuyas reflexiones encantan a grandes y chicos y está  perdidamente enamorado de Ágatha) fascina a todas las edades, confiesa que no sabe muy bien qué es lo que lo causa. “Gaturro es una tira integradora, le gusta a padres y  chicos. Puede ser la mascota de cualquiera. Puedo decirte que es la tira que a mí me hubiese gustado leer de chico”.

Podría decirse que Cristian fue un niño precoz, dado que  comenzó a dibujar historietas antes que a leer. “Tengo chistes y personajes dibujados desde el jardín de infantes, pero la explosión en mí vino en la escuela primaria. Tengo toneladas de libritos de chistes dibujados a lápiz y encuadernados a mano que hice a los ocho años”.

 

Mundo lápiz

Como sus padres trabajaban todo el día (ambos ingenieros), Nik pasaba mucho tiempo con su abuelo.  “Siempre estaba rodeado de lápices y pinceles. Me había hecho un gran pizarrón para dibujar. Me enseñó perspectiva y me inventaba historias que despertaron mucho mi imaginación. Eso se plasmó en las primeras historietas que hacía para mis amigos.  Era mi forma de expresarme, ya que era muy tímido”.

–Y ahora que sos todo un empresario, ¿también sos tímido?

–Y un poco sí..(confiesa y baja la mirada)..creo que todos los que nos dedicamos a lo creativo, fuimos y somos un poco tímidos. Encontramos una forma de expresarnos a través de los dibujos o la escritura, por ejemplo.

Cuando terminó el colegio, Manuel García Ferré le publicó sus primeros dibujos en la revista Muy Interesante. Después trabajó en algunas editoriales para chicos como ilustrador y en El Cronista hasta llegar a La Nación, donde comenzó a trabajar como colaborador. Estudió varias carreras como Publicidad y Diseño Gráfico en la UBA. “Si bien cuando entré a la facultad ya trabajaba como humorista gráfico, pensaba que no iba a  poder vivir de eso, por lo tanto pensaba que tenía que tener una carrera. El diseño y la publicidad me sirvieron porque indirectamente aplico el diseño y ciertas estrategias de publicidad a la historieta, pero me siento un humorista gráfico 100%”.

–Gaturro comenzó como tira gráfica y luego desembarcó en libros,  mininovelas, juguetes, cine, la web y antes de fin de año llega a la televisión. ¿Cómo es tu proceso creativo?

–Uh… Es muy complejo de explicar porque es algo muy intuitivo y tiene que ver con el desarrollo que uno va haciendo desde chico, no hay un esquema. Pienso cosas en casa, en la oficina, bah… todo el tiempo estoy pensando cosas. ¿Ves esos vasos de café? (señala unas vasos de papel de una cadena internacional conocida). Los pinté en color flúo, los customize por decirlo de alguna forma. ¿Para qué? No sé… pero es parte de crear. ¿Ves las piedras de colores flúo que hay en el balcón? También es parte de ese proceso, buscarlas, decorarlas. Todo lo que se me ocurre lo plasmo en un papel, ya sea  para la tira, el mundo virtual, los juguetes, las redes sociales porque cada medio tiene sus códigos. La creatividad esta muy ligada a la libertad de jugarse, de soltarse y de empezar a creer en ciertas cosas. Un artista es un cúmulo, es un mecanismo que uno fue armando, de la misma manera que aprendimos a leer, a escribir… se va aprendiendo.

–¿Y cuando eras chico  con  que cosas te nutrías?

–Leía muchísimo. Mafalda, Clemente, Patoruzú, los personajes de García Ferré, con el que después también estudié. Asterix, Tin Tin, la franja franco belga es muy rica a nivel comics. Un poco más grande me devoraba los libros de aventuras, como la colección Robin Hood y cine.

–¿A quienes está dirigido Gaturro?

–¡A todos! Creo que tiene muchos procesos de identificación directa. Trato de poner muchas cosas mías y de observación para favorecer ese proceso de identificación. Yo no hago una tira para chicos. Pienso en un adulto joven, como yo. Hay una generación que hoy es papá y tiene 40 años, pero sigue siendo adolescente. Somos la generación Peter Pan.

–¿Cómo mantenés la dualidad entre el humor político y el infantil?

–Trato de ponerme en el lugar del otro, pensar qué es lo que está necesitando. Cuando pienso en política, pienso en un lector clásico de La Nación. Cuando hago Gaturro, pienso qué es lo que está necesitando ver un chico, imagino por dónde pasan sus inquietudes.Uno tiene distintos registros en la vida, podés tener una visión comprometida con la realidad como ciudadano, como persona que participa de la comunidad, y eso es lo que trato de volcar en el chiste político. Por otro lado, como todos, llevo un niño adentro, con una lectura diferente de la realidad, que no pasa por la actualidad, sino que habla de las cosas que nos pasan como sociedad, en la familia, en las relaciones con los padres, con el amor imposible como el de Gaturro con Ágatha.

–Hace tres años creaste Gaturro en la web. Allí los chicos pueden jugar, escuchar música, comunicarse ¿Cómo se te ocurrió?

–Detecté que había una necesidad natural. Estoy muy vinculado a Internet desde sus comienzos. Viví la creación de todas las redes sociales y me pareció que Gaturro tenía que tener un correlato en ese mundo virtual. Hay estudios que demuestran que los chicos pasan más tiempo frente a la computadora que en la televisión. Entonces Gaturro propone un mundo integral  donde el niño encuentra en un mismo lugar todo lo que antes buscaba en forma separada. Hay juegos, un video club que se llama Gatucine, podes lookear tu avatar, enviarle cosas a tus amigos, pero con mucho nivel de seguridad porque a diferencia de otras redes sociales está pensada para que los chicos usen un pseudonimo, no hay fotos, hay moderadores y están autorizados por los padres. De esta manera el chico no esta vagando por facebook, google, twitter o páginas que no están preparadas especialmente para los menores.

–¿Por qué no hay personajes de historietas nuevos?

–Ahora hay menos producción local que cuando nosotros éramos chicos. Antes el mundo no estaba tan globalizado. De hecho ahora Gaturro empieza a publicarse en Brasil en portugués y ya copó América latina y España.

–¡Y ahora llega a la televisión!

–Sí, a fin de año salimos por un canal de cable dedicado a los chicos. Además como está muy fuerte en América latina, está bueno que tenga su espacio en la televisión.

 

La magia de leer

–¿Cómo ves a los chicos de hoy con respecto a los libros y la literatura?

–Los veo muy proactivos con el tema de la lectura, y eso se nota claramente en la Feria del Libro Infantil. De hecho lo más exitoso de Gaturro son los libros porque propone una forma amigable de empezar a leer. Los chicos comienzan con las historietas y después pasan a las mininovelas. Trato de que los libros sean atractivos desde las portadas, le dedico mucho tiempo a las tapas, a sus colores intensos y eso les llama mucho la atención.

–Como papá ¿qué le aconsejarías a otros padres para que incentiven a sus hijos a la lectura?

–La verdad no tengo muy en claro cual es la fórmula. Hay que llevarlos a la lectura de una forma natural, sin forzarlos. Los padres tienen que empezar a leer con sus hijos. Con mis hijas me pongo a dibujar las letras, las palabras y ellas se súper enganchan.

–¡Que fácil! Tienen un papá dibujante. Venir a visitarte al trabajo para ellas debe ser súper divertido.

–La verdad es que sí… De hecho, el otro día Mia fue al trabajo del papá de una amiguita y cuando entró dijo: “pero esto no es una oficina, no hay nada divertido acá”. Para mí es muy importante que el lugar donde trabajo sea ameno. Mis hijas siempre dicen que Gaturro es su hermanito.

Durante muchos años Nik trabajó junto a su mujer Laura, mamá de sus dos hijas. Hace un año y medio se separaron pero continúan trabajando en equipo.

–Trabajar con una pareja, es algo muy difícil. Pero trabajar con una ex pareja, mucho más. ¿Cómo hacés?

–(Se ríe) Con Laura trabajamos muchos años, tenemos una buena relación y seguimos integrados como equipo. Gaturro creció tanto que en estos momentos nos encargamos de áreas diferentes. Creo que es muy común que los humoristas gráficos trabajen con su pareja. Como trabajamos en casa nos gusta estar integrados. Quiero mucho lo que hago y me gusta trabajar con alguien que no esté cumpliendo horario. Estar en casa de noche y compartir con esa persona lo que se me ocurre.

–Gaturro te acompaña a todas partes ¿Tenés pesadillas de que un gato te ataca por las noches?

–Noooo… Todavía no. Tengo pesadillas, pero por otras cosas. Al contrario, siento que Gaturro recién ahora está tomando vuelo. Si bien va a cumplir veinte años, recién hace diez que está muy instalado en la gente. Si un día no estoy haciendo algo con él, siento que me falta algo. Para mí no es un trabajo, es un hobby continuo.

 

Gaturro en números

Personas que trabajan: 70.

Países en los que sale publicado: toda América latina, México y España.

Usuarios activos en la web de Mundo gaturro: 8.000.000.

Libros editados: más de 50.

Artículos de merchandising: 100.

 

Texto: Karina Bianco.

Fotos: Diego García.