Su vocación nació en la infancia al ritmo de los veranos correntinos. Allí, donde solía pasar sus vacaciones familiares, la porteña Paula Méndez Carreras (40) descubrió los secretos de la gastronomía de la mano de su abuela y su tía, que le transmitieron los secretos de la cocina libanesa. De ahí, dice, viene su pasión por las especias y las hierbas. Fue así como casi sin darse cuenta, se fue enamorando del arte de la cocina. “A los 7 años le pregunté a mi tía cuándo yo iba a ser cocinera como ella”, se ríe. Lo cierto es que, al terminar sus estudios secundarios y cuando aún faltaba mucho para el comienzo del boom gourmet en el país, no dudó en que quería ser una chef profesional: “Empecé a cocinar en el Hotel Plaza con una pasantía no rentada y de a poco las cosas se fueron dando…”, cuenta. Ayudada por su convicción y empuje, el destino entonces la llevó a París, donde a los 20 años obtuvo su diploma en Le Cordon Bleu. Cinco años más tarde, la reconocida escuela francesa le dio una beca para completar sus estudios en Londres. Allí recibió con honores el gran diploma Cordon Bleu en cocina y pastelería. Entre sus maestros figuran grandes de la gastronomía como Jean Paul Bondoux, Beatriz Chomnalez, Francis Mallman, Emile Tabourdiau, Gérard Mulot, Jean Georges, Kasper Kurdahi y Daniel Boulud. De regreso en la Argentina, como chef ejecutiva de “Splendid”’ y “Le Biblo”, dos restaurantes del barrio de Palermo, fue una de las pioneras del auge gastronómico porteño. Y desde el principio lo hizo con una identidad propia, que tienen a la cocina natural y saludable como protagonista, y que confirmó en sus distintos ciclos televisivos que tuvo años atrás en el canal El Gourmet, y que hoy difunde a través de su empresa Cocina Pura: “Decidí llamarla ‘pura’ porque se basa en el respeto por los productos y las técnicas tradicionales de cocina. Intento promover el uso de productos frescos, hierbas, vegetales y frutas de estación. Se trata de que haya una coherencia entre las estaciones del año y lo que hay en el plato”, define. Y como contrapartida, critica a las vanguardias actuales: “Creo que la innovación en la cocina debe darse por la conjunción de productos y técnicas de culturas diversas y no por la tecnificación que día a día convierte cada vez más a las cocinas en laboratorio”. En busca de unir su concepto gastronómico con una forma de vida, desde hace un año está instalada en San Antonio de Areco, donde se dedica a la crianza de sus dos pequeñas hijas y desarrolla su empresa en tres áreas: clases de cocina, servicio de catering y productos para empresas.
Mi éxito…
“… es algo muy subjetivo. Es más un sentimiento interior y personal que un puñado de objetivos profesionales. Es andar por el camino propio, el que me hace sentir bien y dar lo mejor de mí misma. Ya sea en lo laboral, en el amor, en las relaciones o en cualquier cosa que hago. Creo que lo importante es estar cómoda, tranquila y segura con mi recorrido, más allá de las dificultades que puedan surgir”.
Mi receta
• “Ser sincera conmigo misma en todo sentido: hacer lo que me gusta, estar con gente que me hace sentir bien e ir a lugares donde me siento cómoda”.
• “No compararme con nadie. Cada persona es un mundo, así que eso es como comparar peras con cebollas. Lo que sí me parece positivo es intentar adoptar para uno mismo las virtudes y cosas que nos gustan de los otros”.
• “Reflexionar cada tanto sobre el camino que estoy recorriendo, ya que eso es imprescindible para seguir haciéndolo y afirmándolo día a día”.