




Las hierbas aromáticas y medicinales han sido siempre aliadas del sexo femenino. Diosas como Afrodita, reinas como Cleopatra, intrépidas como las antiguas herbolarias y nuestras propias abuelas, todas aprovecharon las cualidades y el aroma de las plantas a favor de la belleza de la piel y el cabello. Hoy están comprobados sus principios activos. Las amantes de lo natural podemos beneficiarnos con preparaciones caseras que concentran sus propiedades.
ROMERO, LA VITALIDAD
Posee cualidades antisépticas y revitalizantes. Su efecto refrescante y astringente estimula la circulación: se recomienda un baño de romero de unos veinte minutos para tonificar la piel, aunque no conviene tomarlo de noche. Además, fortalece el cabello débil. Por eso hay que enjuagarlo con media taza de una infusión de romero cuando se busca más vitalidad, o se nota caída del pelo. También refuerza el color oscuro natural o teñido. Para combatir la caspa, se pueden agregar hojas de ortiga al agua de la infusión.
Para cabellos grasos, colocar en un recipiente media taza de hojas frescas de romero y cubrir con vinagre de manzana; dejar reposar unos diez días y colar. Usar como enjuague.
Para el cabello seco, recurrir al aceite esencial de romero. Mezclar una cucharadita con 100 cc de aceite de almendras en un frasco oscuro, agite y aplicar sobre el cuero cabelludo antes del baño. Cubrir con una toalla caliente o una gorra especial para baños de calor y dejar actuar durante media hora. Lavar con champú suave. También puede agregar unas gotas de aceite esencial de romero a la crema que habitualmente utiliza para la cara o el cuerpo.
MANZANILLA, EL ALIVIO
Tiene perfume dulce y frutal, y un amplio espectro de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y sedantes. Una infusión de manzanilla colocada en la cara con una gasa ayuda a suavizar la piel, a tonificar los pequeños músculos del rostro y a regenerar los tejidos. Para contrarrestar el cansancio de la vista después de un día delante de la computadora, preparar un té de manzanilla con dos saquitos, deje entibiar, escúrralos, recuéstese y colóquelos sobre los párpados unos diez minutos. Para aliviar eczemas y picazones, utilizar una infusión de manzanilla con el agregado de caléndula, ortiga y malva. Y algo más: los cabellos claros mantienen mejor el color con enjuagues de media taza de té de manzanilla después del champú y el acondicionador.
LAVANDA, EL DESCANSO
Especial para un baño nocturno de relax. Se puede potenciar su efecto con valeriana y manzanilla. Esto ayuda a relajar la tensión nerviosa instalada en los músculos de la cara. En cabellos secos o normales se recomienda una infusión de lavanda como enjuague para dar perfume y brillo. Si prefiere usar aceite esencial, colocar unas gotas en sus manos y esparcir por el pelo antes de cepillar.
MENTA, LA FRESCURA
El mentol, su componente principal, tiene cualidades astringentes, refrescantes y relajantes. Es ideal para hacer baños faciales de vapor en cutis graso y con puntos negros: abre y limpia los poros, relaja los músculos de la cara, estimula la circulación, hidrata. Colocar la infusión con hojas de menta en un tazón y acercar la cara al vapor de 10 ó 15 minutos. Secar con un papel tissue y aplicar una loción humectante.
INFUSIÓN DE VERDES
La manera más simple de extraer las sustancias activas de las plantas es la infusión. Verter agua hirviendo sobre las hojas de las hierbas elegidas, a razón de dos cucharaditas de hierbas frescas o una de secas por cada taza de agua. Colar el líquido y usar para enjuagar el pelo, aplicar sobre el rostro con una gasa, o tomar baños corporales o de vapor. Para un baño de hierbas, preparar un litro de infusión y agréguela a la bañera.
Asesoramiento: especialistas en hierbas de Terma