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9 de diciembre, 2013

Una casa bien conectada

Rodeada de eucaliptos, con una vista lejana del océano Pacífico, esta vivienda ofrece múltiples relaciones con el paisaje y mediante una planta libre, con doble circulación, también logra la interacción entre sus espacios interiores.

 

La construcción se halla ubicada en Cachagua, Chile.
Se erige sobre un terreno con suave pendiente, rodeado de altos y numerosos eucaliptos y se enfrenta a la cadena de cerros que rodea Cachagua y Zapallar, con una vista bien lejana del océano Pacífico.
La vivienda es un cuerpo horizontal rectangular de 23,5 m de largo por 7 m de ancho  y 3,50 m de alto y está instalada sobre un zócalo, desde donde se ingresa subiendo al piso principal para luego continuar subiendo al techo terraza.

Espacios lúdicos
Con el fin de romper la estructura típica de las viviendas urbanas, se planteó una doble circulación entre la cocina, el estar-comedor y los dormitorios, de modo de transformar una suma de individualidades en un conjunto de lugares complementarios entre sí. Así se creó una forma de habitar que se aleja de la disposición urbana típica y se acerca a una más lúdica.
Por medio de una cubierta de hormigón de forma irregular se aumentó la sensación de amplitud y continuidad de cada recinto en relación con el total y el entorno, a través de transparencias, reflejos, luminosidad transversal y vertical.

Al exterior desde el interior
Habitar el exterior de una casa no sólo implica la interacción directa que implica recorrer el lugar, el bosque, sino también lograr la interacción a través de la casa que ofrece su propia estructura y organización para descubrir nuevas perspectivas del paisaje desde la altura del techo terraza; desde la terraza posterior a través de la sala de estar; desde el corredor o galería junto a la fachada principal o ubicándose a cobijo en el zócalo.

La sustentabilidad
Debido a su orientación norte, la fachada principal de 23,5 m por 3,1 m de altura ofrece la posibilidad de transformarse en un gran captador de radiación solar que entrega en las noches la temperatura acumulada en el día por la masa propia, pisos, muros y losas de hormigón.

Construcción y materialidad
El uso del hormigón como material principal da una sensación de masa  que es necesaria para relacionarse con el entorno.  Su color y texturas –producto de los encofrados de madera aserrada en bruto que se venden en una barraca del lugar– complementan el de los árboles existentes. Esto y la posibilidad de cubrir grandes luces sin apoyos intermedios, permitieron usar este material profusamente. También se usó el aluminio, el vidrio, tableros enchapados, pisos de piedra pizarra y cemento afinados.

El estudio
El estudio de arquitectura Gubbins tiene una larga trayectoria en el vecino país de Chile y se ha destacado por sus obras en los planos de la cultura (Centro Cultural de la ex cárcel de Valparaíso), en los estadios deportivos, en las obras de educación, como así también en centros de oficinas, salud y turismo. También en vivienda y proyectos urbanísticos. Ha recibido numerosos premios en arquitectura y urbanismo. El estudio está  representado por Víctor Gubbins Browne, socio y creador, su hijo Pedro Gubbins Foxley y destacados profesionales.
Ficha técnica
Nombre:
Casa Ómnibus
Ubicación: Aguas Claras, Cachagua,V Región,  Chile.
Arquitectos: Gubbins Arquitectos, Pedro Gubbins Foxley y Víctor Gubins Browne.
Año de construcción: 2003.
Superficie del terreno: 5000 m2.
Superficie construida: 180 m2.
Fotógrafo: Marcos Mendizábal / marcosmendizabal@gmail.com