Quizás lo más lindo de perfumarnos en invierno es que las prendas de abrigo quedan aromadas y cada vez que las usamos, sentimos esa fragancia deliciosa. La variedad es amplísima y hay para todos los gustos.
Más allá de las fragancias, los frascos siguen llevándose parte del crédito y del atractivo. Cada vez más trabajados, algunos son pequeñas obras de arte.