Cada vez más, las empresas organizan el llamado Family Day (Día de la Familia), para que los empleados lleven a sus pequeños a conocer el lugar de trabajo. Pero esto no es exclusivo de los hijos, sino que hay empleados que también llevan a sus sobrinos, nietos o ahijados. La idea es que los chicos tengan contacto con un “mundo” del que oyen mucho pero conocen poco: el lugar de trabajo. La modalidad suele ser similar en todas las empresas: se desayuna y/o almuerza con los chicos, se quedan un rato en el puesto de trabajo de su familiar y luego todos participan en actividades lúdicas y de esparcimiento.
“¿Quién no ha querido ir alguna vez al trabajo de sus padres?” se pregunta el psicólogo Pablo Barraza. “Esta nueva tendencia, si bien en un principio lo que busca es aumentar la productividad y performance de los empleados, intentando darle un mayor sentido de pertenencia a la empresa y mejorar el clima laboral, también puede ser beneficioso para los niños, porque favorece los lazos y los vínculos afectivos entre los padres y sus hijos, compartiendo ese ‘misterioso’ espacio donde pasan tanto tiempo sus progenitores”.
Estos espacios laborales, en el concepto de los hijos distan mucho de ser lugares rutinarios, repletos de obligaciones y conflictos. Dice el especialista: “Desde su óptica, para ellos todo constituye un potencial juego y disfrute. El Family Day contribuye a la comprensión por parte de los niños de las actividades que los adultos desarrollan en el tiempo que están fuera de casa, ampliando la visión que tienen sobre quién es el papá o la mamá fuera del ámbito del hogar, sobre cómo se relacionan con otros adultos y qué otros roles desempeñan”.
Un día especial
Una de las tantas empresas que realiza el Family Day es Staples. Carlos Nielsen, Director de RRII y Responsabilidad Social Corporativa de la empresa, comenta: «Hace unos 4 o 5 años hicimos por primera vez una actividad familiar en las oficinas de Barracas, donde los padres compartieron una mañana con sus hijos, haciendo distintas actividades. Fue tan buena la experiencia que a partir de entonces el Family Day se hace dos veces al año, uno en vacaciones de invierno y otro en vacaciones de verano”. En su experiencia, “el 75% de los padres con hijos en edad escolar suele participar, y edición tras edición vuelven con mucho entusiasmo. Esto logra que los chicos tengan más conocimiento de las cosas que uno cuenta cuando habla de cosas del trabajo en casa. Además, los nenes disfrutan mucho compartiendo el espacio de trabajo de sus papás. Pero además de los hijos, en los eventos también participan empleados con nietos y sobrinos”.
Texto: Florencia Romeo
Asesoró: Lic. Pablo Barraza, psicólogo de Hemera – Centro de estudios del estrés y la ansiedad. info@hemera.com.ar / www.hemera.com.ar
Fotos: gentileza Staples