Donna Karan siempre abrevó en las tribus, ya sean las urbanas neoyorkinas como en las que habitan en las sabanas africanas. Lo que se vio en su colección primavera verano 2015 es un perfecto balance entre ambas tendencias, algo así como un étnico urbano, en el que pueden convivir las maxi faldas con estampados geométricos y las gargantillas tribales con relojes de goma.
La geometría es protagonista y así se suceden las rayas de diversos grosores, triángulos y círculo, en bloques de color, con mucho blanco y negro o de variado colorido, lo que la propia Karan describió como un “vibrante mosaico primaveral”.