La provincia de La Pampa cautiva al visitante con las opciones que brinda a la hora de elegir esparcimiento al aire libre. Desde la ciudad de Santa Rosa, puerta de entrada a la Patagonia, invita a disfrutar la brama del ciervo en la Reserva Natural Parque Luro, el paradisíaco Parque Nacional Lihué Calel, las estancias rurales con su pampa gauchesca, y del turismo salud, mediante el termalismo. Porque en cada faceta, La Pampa es una experiencia fascinante.
Reserva Natural Parque Luro
A tan sólo 35 kilómetros de Santa Rosa, sobre la ruta N°35, casi 8 mil hectáreas de Reserva Natural albergan una admirable fauna silvestre, compuesta por avestruces, flamencos, gaviotas, loros, perdices, zorros, jabalíes, gatos de los pajonales y gran cantidad de aves para avistar.
Este amplio ecosistema, además, concentra la mayor reserva natural de caldenes del mundo, con bosques de médanos y lagunas.
Dentro del Reserva se crían los ciervos colorados y, durante los meses de marzo y abril, emergen de su hábitat con una misión de vida: la conquista de la hembra, razón natural por la que manifiestan intensos sonidos roncos que atraviesan largas extensiones de llanos pastizales. La manada de hembras está alerta y los machos pelean con sus cornamentas para lograr el triunfo. Un evento único en el año.
Parque Nacional Lihué Calel
Hacia el centro de la provincia, ubicado a 226 kilómetros de Santa Rosa, sobre la ruta nacional N°152, las 32 mil hectáreas del Parque Nacional Lihué Calel albergan una particular flora y fauna pampeana. Este paraíso abriga en sus valles alargados y estrechos, un microclima que genera una isla biológica por la que brotan agua, vida y una especial belleza, antiguamente conocida como “Sierras de la vida”.
Se puede disfrutar este hábitat, donde la rica flora aparece con helechos, claveles del aire, cactáceas y líquenes que pueblan la zona, junto a una variada fauna compuesta por vizcachas, armadillos, guanacos, maras, zorros, pumas y aves como ñandúes, lechucitas, pechos colorados, águilas moras, carpinteros, calandrias y chingolos, mediante actividades como trekking, bicicleta, escaladas y safaris fotográficos. En el área también se observa arte rupestre tardío en el Valle de las Pinturas, con motivos geométricos en colores en rojo y negro de una antigüedad aproximada de 2000 años. Una aventura ecológica.
La vida del gaucho, el sueño de un mundo
La Pampa es tradición gauchesca y el acercamiento puro a contemplar su vida rústica en sus aspectos cotidianos. El visitante puede formar parte de las tareas de campo, el saber dar para poder recibir desde la tierra, el arreo de ganado, el ordeñe de vacas, la esquila de ovejas, la yerra de vacunos, la doma de caballos y, por supuesto, degustar carne vacuna asada y corderos al asador criollo en alguna de las tantas estancias diseminadas por la provincia. Para gozar el campo en su esencia más pura.
Una escapada al bienestar
Por último, la actividad termal, experiencia que deja una huella de bienestar en el alma, y beneficia al cuerpo, encuentra en la provincia cuenta dos importantes centros termales.
El Centro Termal Bernardo Larroudé, ubicado sobre la ruta nacional Nº 188, brinda diferentes terapias de salud y belleza: masajes, sauna, hidromasajes, fangoterapia, reiki, sala de relax y gimnasia. Allí se disfrutan piletas descubiertas con aguas termales, que se complementan con la propuesta de cabañas, restaurante, camping, instalaciones para la práctica de actividades deportivas y recreativas.
Otra opción del Turismo de bienestar, ubicado al sudeste de La Pampa, a 11 km de la localidad de Guatraché, es el Parque Termal Laguna de Guatraché. Situado en plena llanura pampeana, las cualidades termales del agua y las propiedades del fango permiten brindar tratamientos de hidroterapia y fangoterapia. Para relajar cuerpo y alma.
Es por estos atributos que la provincia de La Pampa conquista el corazón de quién la visita.
Más información: www.argentina.tur.ar
Texto: Esteban Eliaszevich.
Fotos: Ministerio de Turismo de la Nación.