María Dueñas era una profesora universitaria de Filología inglesa, profesión que la acompañó durante algo más de 20 años. Con la vida medianamente ordenada y la familia encaminada, sintió el deseo de cambiar un poco de rumbos y hacer algo que le gustara, porque sí. Y empezó a escribir una novela, situada durante la época de la Guerra Civil española, entre Madrid, Lisboa y Tetuan, la ciudad marroquí donde su madre había vivido de pequeña. Así nació “El tiempo entre costuras” (2009), que lleva vendidas más de 2 millones de ejemplares en el mundo entero y fue traducida a 30 idiomas. La siguiente, “Misión Olvido” (2012) solo en España vendió medio millón de ejemplares y acaba de presentar la tercera, “La Templanza”. Lo cierto es que más que lectores tiene fieles seguidores y muchos fans, tanto mujeres como varones, que encuentran en sus libros historias apasionantes en medio de la Historia, una combinación siempre potente.
Por supuesto, cuando se encara algo, se espera que a uno le vaya bien, pero era imposible prever la repercusión que tuvo la primera novela de María Dueñas, que hasta se convirtió en una miniserie de 10 capítulos, que tuvo record de audiencia en la TV española: “Para nada esperaba vender millones, no tenía ni idea, estaba totalmente fuera de este mundo, no conocía a nadie, no tenía referencias. No sabía cuánto es vender mucho. Fui aprendiendo sobre la marcha. Lo que sí tuve claro desde el principio era que no podía hacer todo a medias y mal, tenía que elegir y así es que momentáneamente me alejé de la universidad, donde sigo de licencia”.
Dueñas viajó recientemente a la Argentina a presentar su nuevo libro en el marco de la Feria Internacional del Libro. “La Templanza” cuenta la historia de Mauro Larrea, un español que inmigró en su juventud a México, por entonces colonia de España, y cuando menos se lo espera vuelve a su tierra natal, más exactamente a Jerez de la Frontera, donde las bodegas eran la principal actividad económica. “Quise reconstruir la vida de los bodegueros, por un lado, y la de los indianos por el otro. Estos eran españoles que habían emigrado a las colonias y que luego volvían a España, por lo general cuando ese país americano se independizaba, con las fortunas que habían hecho, a invertir en alguna actividad. La del indiano es una figura legendaria y poco frecuentada en la literatura”.
Un tema que se repite en sus tres novelas son los viajes de sus protagonistas: cruzan mares y océanos, de Europa a África y a América. Además, están ubicadas en un determinado tiempo histórico y lo que sucede en ese momento define sus vidas. ¿Cómo arma sus novelas, qué es primero: lugar, tiempo, personajes…? “Mis historias nacen a partir de los lugares y los momentos. Primero es el lugar, luego es la época en la que transcurre la historia y recién en tercer lugar aparece la construcción de la ficción”. Si en “El tiempo entre costuras” la acción transcurría entre Madrid, Lisboa y Tetuán, en Marruecos, “Misión Olvido” alterna escenarios españoles con norteamericanos y en “La Templanza” el protagonista es un español que emigra a México, luego pasa un tiempo en Cuba y finalmente vuelve a España, cuando menos se lo imagina. Dueñas eligió Jerez de la Frontera “porque quería reconstruir ese mundo de los bodegueros. La industria vitivinícola existe desde la Edad Media, pero me interesaba el XIX porque hubo un cambio grande en la figura del bodeguero. Antes había un gremio vinatero muy estricto, con reglas restrictivas y después de mucha pelea, en las primeras décadas del siglo XIX se pudo terminar con ese gremio de vinatería y sus normas tan estrictas. Nace la figura del bodeguero como lo conocemos hoy, que participa desde la producción hasta la exportación. En esa época en Jerez había 500 bodegas y algunas de las grandes que se han mantenido en el tiempo son gracias a los llamados capitales indianos”.
Uno de los tópicos que acecha a las escritoras es la suposición de que hacen la llamada “literatura femenina”: “Ven el nombre de una escritora y una foto de mujer en la tapa y ya salen con lo de la literatura femenina. Lo cierto es que “El tiempo entre costuras” es una novela con intriga, aventuras, espías, ¡todo en medio de la guerra! Afortunadamente, ya me han quitado el sambenito, pero hasta hace un tiempo era la pregunta obligada y la realidad es que a un hombre no le preguntan si hace literatura masculina cuando el protagonista es un hombre y en la tapa está la foto de un varón. En fin, son los prejuicios que todos tenemos. Renuncio a la etiqueta de la literatura femenina pero no he renunciado a ser mujer y escribir con mi punto de vista de mujer. No tengo por qué ocultarlo ni tergiversarlo”.-
Texto: Florencia Romeo.
Fotos: gentileza Editorial Planeta.