

1. El vino, cuanto más viejo, mejor
Cuestión de gustos, pero no necesariamente la crianza es el mejor amigo del vino y, a la vez, no todos están preparados para apreciarlos. El análisis de un vino con evolución requiere de cierta base teórica, un reto complejo incluso para los paladares más delicados. Se recomienda ir educando los sentidos, poco a poco. Empezar por los vinos jóvenes y luego continuar el entrenamiento aumentando la complejidad, no viceversa.
2. La decantación, como método de servicio
A nadie le parece mala idea ser parte del ritual de decantación, pero lo cierto es que hoy en día la elaboración del vino no deja tantos sedimentos en él como para traspasar todo el líquido a otro envase, por lo que el proceso ya no es necesario, sino más bien comercial y estético.
3. El vino se toma a temperatura ambiente
Si temperatura ambiente se refiere a dejar reposar la botella en un paraíso tropical a 35 oC, la interpretación es incorrecta. Existen normas de servicio más o menos establecidas para cada tipo de vino, pero la realidad es que en la atmósfera privada no siempre se tiene a mano un termómetro que anuncie cuando está en su punto justo. A falta de dispositivo especial de control, se sugiere refrigerar los tintos 15 o 20 minutos antes de abrir y los blancos, hasta media hora antes de consumo.
4. Maridajes: vino blanco para carnes blancas y tinto, para rojas
Aunque la unión entre alimentos y bebidas busca el equilibrio de colores, aromas, sabores y texturas, la tendencia de acompañar las carnes rojas con tintos y las blancas con vino blanco no es necesariamente la única opción. En realidad, habría que hilar mucho más fino en el maridaje, según la materia prima principal del plato, si tiene o no salsa, condimentos; el tipo de uva del vino, los meses de crianza… Entonces, el principio es que la bebida no mate la comida ni viceversa.
5. El sellado del vino: del corcho a la tapa a rosca
El solo hecho de participar del rito del descorche hace sentir a los entusiastas que son parte de una milenaria tradición, pero lo cierto es que cada vez se está poniendo más de moda utilizar la tapa rosca para sellar, no solo vinos blancos sino excelentes tintos también. Si bien implica un inconveniente desde el punto de vista comercial, por el prejuicio que supone, sus ventajas son innegables: hermeticidad, inmunidad a los problemas de hongos y parásitos y eliminación del indeseable aroma a corcho.
6. Para la mujer, vino rosado
Nada más lejos de la verdad, en especial si se tiene en cuenta que de acuerdo a un estudio publicado por The Wine Instituto, más del 50% de las compras de vino son realizadas por mujeres. Además, es injusto el descrédito que sufre el rosado, cuya elaboración es prácticamente igual a la del tinto. Es ideal para servirlo como aperitivo, se debe tomar muy fresco y es la opción perfecta para acompañar fiambres, entradas livianas y pescados.
7. A mayor densidad, mejor calidad
En realidad… no. Se suele pensar que la densidad del vino está relacionada con su calidad y según las gotas que descienden por las paredes de la copa al agitarla, estamos antes un vino con mayor o menor raza. Lo cierto es que las lágrimas que bajan por el cristal no se refieren a la naturaleza cualitativa de la bebida sino que confirman la presencia de alcohol en la copa. Por lo tanto, a mayor grado alcohólico, más densas serán las lágrimas, aunque esta observación no garantiza la calidad del vino en cuestión.
8. ¿Quién dijo que los vinos son solo para especialistas?
La cata es un arte pasible de dominar con la práctica. Se requiere técnica y esfuerzo para aprender a trabajar y conocer los propios sentidos. El buen catador tendrá que perfeccionar sus capacidades sensoriales que le permitan apreciar las características de los vinos, a través de algunas nociones básicas y un vocabulario sencillo para interpretar y reconocer las virtudes y defectos de las diferentes bebidas. Parafraseando un viejo adagio: “el catador se hace, no nace”.
Fuente: Sommelier urbano. Guía práctica para el aficionado de los vinos, de Martín T. Embon, Editorial Albatros.