1. Ayuda a perder peso. Se trata de una rutina con música y pasitos de baile: una hora de movimiento permanente sin forzar ningún músculo en particular, sin cansar ninguna parte especial del cuerpo, pero moviéndose intensamente. El movimiento de baile coordinado favorece el sistema cardiovascular y ayuda de manera rápida a perder peso. Una clase de zumba lleva a perder unas 600 calorías o más en una hora, sin que por ello se sienta el cansancio de haber hecho un gran esfuerzo.
2. Tonifica el cuerpo. Los movimientos al compás de la música están pensados para que se tonifique todo el cuerpo por igual. Además, fortalece la capacidad de coordinación.
3. Permite hacer nuevos amigos. La gente que elige esta actividad es amiga de la música, el ritmo y la diversión. Nada mejor que interactuar con ellos para levantar el ánimo. Además, como los movimientos se hacen en la medida de lo posible de cada uno, pueden asistir personas de cualquier edad. Es más: en países como los Estados Unidos, esta práctica está siendo promocionada como un espacio para bailar antes de entrar al trabajo, temprano en la mañana, para hacer sociales lejos de la noche, en un espacio de aire puro, sin cigarrillo y hasta con bebidas naturales. Entre nosotros aún se hace solo en un gimnasio y con las reglas que son comunes a las clases de gym.
4. Levanta el ánimo y divierte. A diferencia de las típicas rutinas de gimnasia, Zumba no aburre. Es ideal para quienes gustan de la música y su nivel de entretenimiento y energía hace que no se esté pendiente del tiempo. ¡Todo pasa muy rápido!
5. Alivia el estrés. Elimina el estrés y aporta endorfinas, lo que combate la depresión.
6. Mejora la coordinación. Algo muy importante para desarrollar a medida que pasan los años, ya que una buena coordinación aporta agilidad y evita caídas e inconvenientes de movilidad.
7. Es ideal para toda edad. Combina muchos elementos tales como la música y movimientos energéticos. También existen las clases para chicos que se llaman “zumbatonic”, mientras que la zumba también es muy importante para las personas mayores, ya que los movimientos los energizan y los pasos fortalecen los huesos de la cadera.
8. Mejora el humor. Todo ejercicio combate la depresión y genera endorfinas que mejoran el humor, pero este, con baile y música, es perfecto.
9. Aumenta la autoconfianza. Baja las inhibiciones, mejora la postura, aumenta la capacidad de coordinación y hace que uno se sienta mejor con uno mismo. Se refleja inmediatamente en el humor y en la propia apariencia.
10. Mejora el metabolismo. Cuando se construye masa muscular y se queman las calorías en cantidad importante, se mejora el metabolismo. El cuerpo se siente y funciona mejor al quemar calorías, y la práctica de la Zumba permite esto y a la vez generar masa muscular, dos aspectos que ayudan a perder peso y estar en forma. Hay que tener en cuenta que, si se pierde peso sin generar masa muscular, al volver a ganarlo solo se acumula grasa. La masa muscular que se pierde con los años, si no se conserva con actividad física, da paso a la acumulación de grasa.
11. Es una buena “adicción”. Mucha gente descubre la Zumba y se enamora de la actividad. Es una buena elección para quienes no gustan de la actividad física.
12. Se adapta a cada uno. En las clases pueden convivir distintos niveles de capacidad para el baile y la coordinación. Los movimientos se adaptan a las capacidades de cada uno y son realizados con más o menos intensidad igual de benéficos para quien los realiza.
13. El tiempo pasa rápido. Porque es divertido, no cansa, estimula y genera adicción, la clase resulta corta, aunque sea de una hora.
14. Entrena todo el cuerpo. No hay sector que no se mueva, todos los músculos de alguna manera participan y comienza a notarse cuáles son aquellos a los que les hemos prestado menos atención.
15. No requiere un espacio muy equipado. Simplemente un salón, música, y un profesor que entienda en el tema. Las clases de zumba se pueden llevar a cabo en cualquier lado, en un gimnasio, en un club, en una casa particular… Por lo tanto, solo es cuestión de ver dónde hay zumba lo más cerca de casa.
Texto: Silvia Fittipaldi