Si la idea respecto a las vacaciones es tomarse un respiro, la provincia de Corrientes es el lugar perfecto para alejarse de las tareas cotidianas: pescar, sentarse bajo el sol, meterse en el agua, y, por sobre todo, descansar. Los días allí se viven con tranquilidad, al ritmo de las caminatas y las siestas reparadoras a la orilla del río, donde el vaivén del agua arrulla como una canción de cuna.
Sobre las costas de los ríos Paraná y Uruguay, la ciudad de Corrientes, Paso de la Patria, Ituzaingó, Empedrado, Bella Vista, Santa Lucía, Goya, Esquina y Monte Caseros son lugares que tientan a contagiarse de su paz. La ribera más visitada del Paraná es la de Paso de la Patria, a 38 km de la capital correntina, que atrae por sus playas de arenas doradas, aguas templadas y transparentes, puestas de sol, paradores y actividades como la pesca deportiva de dorado y surubí. En el Río Uruguay el sitio que se lleva todas las palmas es Monte Caseros, por sus cálidas y serenas aguas, extensas playas y atardeceres de ensueño.
Otros sitios a visitar en Corrientes, además de los famosos Esteros del Iberá, son algunas de las tantas estancias que se diseminan en la provincia. Lugares como Goya, Ituzaingó y Esquina conectan con lo más lindo de la vida de campo en casas de estilo colonial, donde también se puede disfrutar de sus patios interiores tan frescos.
Las opciones recreativas son varias y abundantes, por ejemplo degustar productos caseros, andar a caballo o en bicicleta y encontrarse con animales (carpinchos, yacarés, lobitos de río) en su entorno natural, emprender un safari fotográfico y entregarse a la paz de las tareas de granja. Por su parte, los paseos en bote aportan más cuotas de tranquilidad, mientras que pasar el día con una familia gaucha permite adentrarse en un mundo bien distinto al de la vida cotidiana.
CARNAVAL TODA LA VIDA
En la capital provincial, los carnavales se viven con pasión e intensidad contagiosa.
Las comparsas se preparan durante todo el año para regalar coreografías, ritmos musicales, trajes multicolores, luces y brillos, que hacen de la fiesta de Momo, Dios griego de la Burla, un espectáculo sin igual en todo el país.
Durante enero y febrero, el Corsódromo Nolo Alias alberga 20 mil personas que bailan y cantan en mágico ritual. Las tribunas y palcos distribuidos alrededor de la pista de 400 metros permiten disfrutar de los cortejos y bandas musicales, con sus batucadas y candombes, mientras los cuerpos de baile exhiben su notable destreza.
Quienes hacen vibrar durante algo más de cuatro horas al público son las comparsas Kamandukhaia, Imperio Bahiano, Samba Show, Samba Total, Sambanda y las favoritas del público: Ara Bera y Sapucay. Algunas agrupaciones cuentan con hasta 600 integrantes y todas se distinguen por la creatividad, las coreografías, los majestuosos atuendos y la pasión con la que viven este evento, por lo que el espectáculo resulta conmovedor.
Experimentar esta festividad, relajarse en sus costas, pescar, visitar una estancia y descansar, son atributos que dejan claro por qué Corrientes es un imperdible de nuestro litoral.
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Texto: Esteban Eliaszevich.
Fotos: Ministerio de Turismo de la Nación.