En una casa, un living al aire libre es tan importante como el estar-comedor bajo techo. Ahora, el equipamiento para el jardín es objeto de diseño de autor, pero también de aquellos clásicos anónimos que se han consolidado por su estilo vanguardista.
Ese es el caso de la silla Acapulco, nacida en esas playas mexicanas en los años 50, que ahora vuelve a brillar. Su estructura metálica, blanca o negra, recibe un asiento tejido a mano con hilo plástico de distintos colores. El éxito de esta silla radica en su sencillez, su colorido y su comodidad. La separación de los rayos conforma una trama permeable, evitando el calor sofocante del verano mexicano y emulando las antiguas técnicas de tejido Maya.
Muebles modernos y atemporales que vencen la frontera transitoria entre interior y exterior, son las características de los diseños de la firma argentina Ciciliani Collections, y de las colecciones Link y Kaleido, muebles concebidos para soportar la intemperie. El primero es un sistema modular de sofás, compuesto por bases cuadradas y rectangulares acompañados por respaldos independientes que permiten intercambiarse entre sí. Con Link se pueden armar diez combinaciones a partir de módulos unidos por un conector. La estructura de acero inoxidable contrasta con un tapizado de tejidos en colores vivos, que se puede quitar para ser lavado. La línea incluye una reposera y mesas auxiliares y de centro. Kaleido es un camastro cuya geometría esencial lo convierte en una pieza de gran personalidad. La estructura de aluminio está cubierta por un tapizado con alquina, un tejido sintético apto para la intemperie. Cada una de sus partes se puede combinar a gusto porque la tapicería es desmontable. El camastro puede desplazarse sobre un plano y girar 360o, simplemente sentándose en un extremo y empujando con los pies. Es totalmente desarmable para que pueda entrar en cualquier lugar sin importar, el tipo de espacio o la ubicación en altura.
Manifiesto trae propuestas de grandes diseñadores como Phillippe Starck y Patricia Urquiola con una selección de sillas y sillones de Kartell. El sofá Magic Hole, diseñado por Starck, es elegante, con un original bolsillo en los brazos (de ahí su curioso nombre, agujero mágico) donde se pueden guardar cosas o una revista. El excéntrico francés también creó un sofá transparente, el Uncle JIM, de policarbonato inyectado.
La diseñadora española Patricia Urquiola reinterpreta la clásica silla Windsor en su silla Comback, resultando un respaldo de textura opaca con una estructura de siete lamas que se alargan hacia el apoyo para la parte baja de la espalda, reforzada con un borde con hexágonos, y que se une al asiento mediante lamas verticales en aureola.
También de plástico, polietileno en este caso, es el simpático silloncito Gotham (Nodo Objetos), fabricado bajo el proceso de moldeo rotacional. Para que el color perdure, el compuesto incluye una protección ultravioleta. El acogedor diseño incluye una versión con luz interior para que en una noche de verano el silloncito se pueda transformar en un objeto luminoso.
Texto: Paula Baldo.