Desde siempre las manos fueron protagonistas de nuestra feminidad, pero fue en los últimos años cuando pasaron al primer plano de los cuidados y el estilo hasta convertirse en un detalle imprescindible del look y, sobre todo, un lugar en el que darse la libertad del juego de colores, el riesgo, la personalidad y hasta la rebeldía.
Sin duda, las marcas fueron el puntapié de esta nueva etapa y ahora es posible encontrar en el mercado todo tipo de esmaltes, combinaciones, tonos, colores, brillos y texturas: se recuperan las tendencias que imperaron en la década del 50 –el rojo escarlata y bermellón, muy pin-up-, los, verdes, violetas, naranjas y rosas pasteles de los 60 y todo su flower power, el negro y el azul punky de los 70, los metalizados y todo el glitter de los 80 y las gamas borgoña y
variedades de rojo de los 90.
Aprovechá la última tendencia en uñas: ¡Todo vale! Y no hay límites para encontrar tu estilo.