Este sitio funciona únicamente en las ultimas versiones de los navegadores.
Por favor, actualizá tu navegador.

Suscribite a nuestros newsletter - enterate de todas nuestras noticias

Quiero suscribirme a...




Search
22 de julio, 2016

Las mujeres según el sistema solar: ¿sos de Venus o Saturno?

Flavia Tomaello, autora de "Cómo hacen las que pueden" (Ed. Albatros), analiza lo que la astrología dice sobre nosotras y nuestros estilos. Sin esquemas ni categorías, buscando que cada mujer pueda conocerse mejor.

 

Cuando John Gray lanzó su sentencia “los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus no hizo más que ponerle una frase marketinera a las diferencias entre ellos y ellas, reducidas a dos conceptos esenciales: ellas hablan de sus sentimientos y necesitan hacerlo; ellos no, sólo desean resolver problemas prácticos, ellas no precisan soluciones, sólo escucha.

Pensar el mundo de hoy dividiendo esas aguas de manera tan tajante es un tanto vetusto. En ese mundo, los hombres son pensativos, melancólicos y de poco hablar que se recluyen en su cueva para relajarse en silencio luego una exigente jornada laboral, mientras que las mujeres son los conductores selectos de una montaña rusa emocional cotidiana. Ellos analíticos, ellas hormonales. Ellos prácticos, ellas enrolladas.

La sociedad hoy se enfrenta a mujeres de todo tipo de planetas. Diversidad que incluye desde las definición sexual, hasta el modo de formar o no un núcleo familiar; desde la personalidad abarcativa tanto para la vida profesional como para el modo de establecer relaciones.

La lectura que la astronomía, las sabidurías orientales, las características mitológicas y la ciencia han hecho del sistema solar parafrasea una lectura nueva y ampliatoria de la perimida Martes vs. Venus, aún descubriendo en esa dicotomía aristas frescas que no esconden una polarización de lo masculino como excluyente de lo femenino y viceversa.

Si bien las mujeres de Venus están asociadas a la sensibilidad, la sensualidad y la belleza. Pero otros atributos característicos asociados a la imagen son concordantes con lo supuestamente masculino, así aparecen cualidades como el equilibrio, el hedonismo, las asociaciones empresariales, el arte y la vida social. También es inflexible, fuerte y persistente. Dante Alighieri, por ejemplo, dota a Venus del dominio de la retórica, un saber muy utilizado, por ejemplo, por los hombres de negocios exitosos.

En contraposición, Marte que por la tradición de Gray baña con su energía para acometer proyecto la fortaleza masculina, es posible esgrimir que no ha de haber plan tan complejo como el de criar a otra persona, tarea maniqueamente destinada a las mujeres. Este planeta se asocia a la confianza en sí mismo, la ambición y la firmeza física. Mujeres Marte como las que arrastran al crecimiento a sus familias y apuntalan a sus esposos aún quedándose en el hogar, transforman ese ámbito en una fortaleza inexpugnable, donde todos abrevan para apuntar al éxito.

Tal vez sea la mujer Luna la más románticamente femenina, asociada a los afectos, la emotividad impulsiva, la serenidad, su facilidad extrema para adaptarse a su entorno. Es cercana al hogar, la maternidad, la seguridad, la nostalgia, la generosidad… una compañía sostenida que siempre se recicla como un ave fénix, capaz de reinventarse, lucir la cara y forma necesaria de acuerdo al sitio donde tenga que moverse, brillar u ocultarse en función a las necesidades. Camaleónica como ningún otro planeta, puede jugar en cualquier escenario sin desentonar, capacidad ésta que convierte a esta tipología en una apta estratega de negocios.

La mujer Mercurio es capaz de pensar antes de hablar. Su gran don se esconde en cómo comunicarse con éxito. Buen pensamiento, racionalidad en la estructura mental, posibilidad de manejar variables simultáneamente, el buen uso de la dialéctica convierten a esta tipología en una gran educadora. Su empatía le permite reconocer al otro y encontrar el discurso que comprende. Aunque su curiosidad no tiene límite, su inconstancia suele depararle pérdidas y desvíos, sin embargo es capaz de pescar cada oportunidad en el momento preciso. Diplomática, amable e intuitiva, se mueve con habilidad en los ambientes que frecuenta, sean su vecindad o el mundo de corporativo.

Como lo expresa la mitología romana, las mujeres Júpiter son las reinas en todo sentido: grandilocuentes, expansivas, con buena fortuna, pero a la par con altos valores en su ética. Van atrás de la justicia donde sea. Tentadas por la experimentación, se animan a ella en todos los frentes que embarquen. Así no le temen a emprender y reemprender; a otro hijo como aventura o a deshacer una pareja que no funciona; a empezar de nuevo en otro sitio ajeno y/o distante. Su búsqueda de los valores esenciales la llevan a ir tras batallas no siempre factibles. La utopía de lo que se debe no les permite perder el abrazo contenedor a los suyos, a quienes protege con una mezcla de jovialidad, diversión, sabiduría y humanidad. Nada es aburrido a lado de una dama Júpiter. Cálida, generosa y cooperativa, se trata de una fémina sanguínea e impulsiva, aunque con una fuerte capacidad de rever sus errores, aceptarlos y recomenzar.

Eficiente, práctica y estructurada, la mujer Saturno es una gran estratega que tiene la capacidad de visualizar todos los recursos simultáneamente, tener una gran dimensión de la realidad y actuar en consecuencia con facilidad para cristalizar aquello que planeó según lo tenía en su cabeza. Reconoce sus límites y sabe manejarlos de manera beneficiosa para su desear. Ambición y carrera siempre están en la mira, aunque ésta última no necesariamente tiene que ser un hecho laboral. Aunque explota emocionalmente frente a las dificultades, sus capacidades de servicio, disciplina y responsabilidad apoyadas su fortaleza física, le permiten sobreponerse a la flaqueza de los sentimientos. Paciente como pocos, su capacidad de trabajo termina inexorablemente llevándola a donde quiere

Las mujeres Sol son aquellas concentradas en sí mismas. Tal vez con una mirada más tradicionalmente masculina de sí mismas y de su entorno. Se suele asociar a la imagen de esta estrella al ego, el poder personal, el orgullo, el manejo sólido de la autoridad y capacidad de liderazgo. La vitalidad suele transmitirse a todos los aspectos de la existencia, por ello es común que descollen en lo profesional, pero que también sean fructíferas como conductoras de un hogar prolífico. Descollan arrasadoramente en el deporte, la vida social, como anfitrionas… son multifacéticas y pueden llevar adelante con energía proyectos que cuesta sólo pensarlos para otras.

Las mujeres que pueden han olvidado los bandos. Dejaron de autoclasificarse sistemáticamente para entrar en miradas polarizadas. Aprendieron a hacer una lectura consciente de sí mismas y a utilizar las palabras que encontraron para escribir el discurso que les place, un decir que le quepa a cualquier planeta.