Pablo Obermuller, Pablo Pérez y Natalia Rubio; ellos, amigos del fútbol y de la vida; ella, esposa de otro amigo cercano; treintañeros con hijos pequeños, muchas ganas de viajar y verse bien. Así se presenta este trío de emprendedores que hace un año decidió unirse para desarrollar un producto concreto e iniciar un proyecto propio. La idea se convirtió en Cubritas, una marca de fundas para valijas de lycra con diseños originales y a pedido, pero que además de lo decorativo tienen varias funciones: un sistema antivandalismo -hebilla con precintos-, servicio de rastreo e indemnización en caso de pérdida de la valija.
-¿Cuándo y cómo comenzó el emprendimiento?
-Fue una larga escala en otro país durante un viaje donde vimos algo similar y nos disparó la idea. Queríamos ofrecer un producto útil y a la moda que llevara las marcas con publicidad gratuita a ambientes de aeropuertos con usuarios de buen poder adquisitivo. Se pensó el sistema, el nombre, y a los días lo habíamos inscripto para empezar a probarlo… Y Natalia cosiendo en casa las Cubritas.
-¿Qué aprendieron en el camino de ser emprendedores?
-Principalmente a que las grandes relaciones abren caminos, sean con clientes o con proveedores. Nuestro lema es que “Billetera nunca mata a galán». La conquista está en la sinergia.
-¿Con qué dificultades se enfrentaron en ese camino?
-Búsqueda de ideas innovadoras con pocos recursos, proveedores incumplidores y comentarios a veces destructivos. Y hasta una señora que se adjudicó ser la dueña de las Cubritas un año después de haber pensado el nombre y haberlo inscripto. Así que nuestro consejo es ¡Cuidado! ¡A estar atentos! Siempre hay oportunistas al acecho…
-¿Qué consejos les darían a quienes tienen un proyecto y no se animan?
-Hay una etapa donde hay que cerrar los ojos y no hacer caso a las dudas y a los malos ojos, el resto con confianza y convicción se logra.
-¿Qué se necesita para largarse y sostenerse?
-Convencimiento, trabajo, disciplina, y sobre todo disfrutar de lo que haces.
-¿Qué le aportó o sumó a sus vida encarar una empresa propia y cuáles son las satisfacciones cotidianas que tiene esto?
-Trabajar con amigos, ayudar a otros y sembrar una semilla que siempre puede seguir creciendo.
-¿Cuáles son los sueños?
-Que en pocos años la vida nos encuentre como una empresa consolidada, reconocida, y nuestra amistad sea la misma.
Más información: www.cubritas.com.ar
Texto: Ana Césari.