Con la noticia del embarazo, una de las decisiones más difíciles de tomar es cómo se va a bautizar al niño. Pensar en que ese nombre será el que lo acompañe toda la vida lleva a dudas y análisis que a veces llevan meses, además de las consabidas discusiones de pareja y la opinión de un montón de amigos y familiares.
Te damos las dos listas más recientes sobre el ranking de nombres para nena y varón de 2016. Sea para sumarte a la tendencia o para huir de ella, estos son: Dante y Franchesca fueron los más elegidos para los bebés recién nacidos en la provincia de Buenos Aires en los primeros 9 meses de 2016, según un relevamiento realizado por el Registro Provincial de las Personas. En tanto, el sitio Planeta Mamá acaba de finalizar una encuesta entre 4500 madres argentinas que arrojó que Martina y Felipe fueron los más populares. Acá las listas completas y sus significados:
Los más usados según el Registro Civil de la Provincia de Buenos Aires
PARA NENA:
Franchesca: aquella que ha sido liberada.
Isabella: la que ama a Dios.
Nina: protectora.
Helena: bella como la aurora.
PARA VARÓN:
Dante: duradero.
Pedro: duro como una roca.
Vito: el que está lleno de alegría.
Los 10 más elegidos según la encuesta de Planeta Mamá
PARA NENA:
Martina: guerrera.
Sofía: sabiduría.
Emma: fuerza.
Olivia: que protege la paz.
Isabella: la que ama a Dios.
Catalina: de casta pura.
Emilia: ambiciosa.
Delfina: delfín.
Valentina: fuerte y saludable.
Josefina: aquella a la que Dios ayuda.
PARA VARÓN:
Felipe: el que ama a los caballos.
Benjamín: el hijo preferido.
Bautista: el que bautiza.
Tomás: gemelo.
Joaquín: al que Dios le da firmeza.
Santiago: el que sustituye.
Valentino: amor.
Agustín: el venerado.
Lorenzo: el victorioso.
Francisco: libre.
En Buenos Aires nacen unos 300 mil bebés al año y, según la ley 18.248, «el derecho de elegir el nombre de pila se ejercerá libremente», aunque con algunos límites que garantizan «preservar a las personas y garantizar que el nombre sea claro respecto del sexo del bebé y que no afecte en su vida de relación, ya sea por resultar ridículo o pasible de confusión». Así es como se prohíben los nombres extravagantes, ridículos, contrarios a las costumbres, que expresen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas o que susciten equívocos respecto del sexo de la persona a quien se impone. También prohíbe los nombres extranjeros, salvo los castellanizados por el uso (como Jonathan) o cuando sean los de los padres del bebé, si fuesen de fácil pronunciación y no tuvieran traducción en el idioma nacional, los apellidos como nombre y primeros nombres idénticos a los de hermanos vivos, entre otras limitaciones.
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