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5 de junio, 2017

Josefina Menéndez y María Chimondeguy, creadoras de eventos boutique: “Una fiesta es una vez, nada puede fallar”

Jóvenes, apasionadas y creativas, estas dos mujeres se conocieron trabajando y decidieron dar el salto de emprender un proyecto juntas: crearon JM Planners, una empresa que “diseña” fiestas personalizadas y únicas.

 

Lograr la fiesta perfecta es una tarea mucho más difícil de lo que parece. Porque antes que nada la fiesta perfecta es la que cada uno sueña o desea. Y no hay moldes o fórmulas para eso. Lo que hay, y eso lo saben muy bien Josefina Menéndez y María Chimondeguy, es lograr que cada persona, pareja, empresa o quienquiera celebrar algo, viva una noche –o día- único e inolvidable: y eso sólo sucede cuando el método es taylor made: hecho a medida. “La idea nuestra es hacer una empresa de eventos boutique con un servicio de excelencia y personalizado para cada cliente. No hacemos eventos en serie, no hay dos clientes iguales por lo cual nunca hay dos eventos que sean iguales”, cuenta Josefina (33 años), que estudió Economía, hizo un master en Finanzas y en paralelo a su trabajo en el Banco Central arrancó con la organización de eventos, primero con el casamiento de su hermana, después de los amigos de su hermana, y así no sólo fue creciendo sino que conoció a su socia, María (31), que recién volvía de vivir en Viena y había empezado a trabajar en un lugar de eventos en Palermo. Dos años y varios eventos después, en 2011, decidieron asociarse y crearon JM PLanners, una empresa que fiesta tras fiesta fue creciendo en profesionalismo y creatividad hasta marcar un camino propio que hoy las distingue en el rubro.

-¿Por qué eligieron este rubro?
Josefina:
-Siempre me encantaron los eventos, soy la más chica de cuatro hermanas y cuando mis ellas se casaron, me parecía un programón. Pero en ese momento el disc jockey estaba en una esquinita, no existían las bolas de espejo, no existía nada. Los eventos eran mucho más tranquilos. De hecho, existía apenas un salón de eventos y la gente se casaba en hoteles. Cuando tenía quince años, le decía a mi papá: “el día que sea grande quiero dedicarme a organizar casamientos”. Y él me respondía que con lo caro que es un casamiento nunca nadie me iba a pagar para que lo organice. Y yo lo jorobo y le digo que es un visionario para los negocios.

-¿Cuáles son los pros y los contras de emprender de a dos?
-Josefina:
Es buenísimo porque tenés alguien en quién apoyarte, en quién confiar, en quién descansar. Es un trabajo súper alegre, súper divertido, pero tiene un estrés porque la gente viene soñando con esto durante mucho tiempo y que no tenés una segunda oportunidad. O salió bien o no salió bien. Tenés una sola oportunidad para que todo salga impecable. Es una noche que para todos va a ser inolvidable. Ya sea una  de quince, un bar o bat mitzvah, un casamiento, fiesta de 40, de 50, o la fiesta de una empresa. No hay segunda vez para lanzar un producto. Podés hacer un re lanzamiento, pero el lanzamiento ya está hecho. Por eso, está bueno hacer las cosas de a dos. Y como nos conocimos trabajando siempre nos complementamos muy bien y cada una fue encontrando su rol.

-¿Cuál es la clave para que funcione?
María: –
Dicen que las sociedades más difíciles son las de dos, que en general se hacen de a tres para que haya un tercero que desempate. No es nuestro caso en general, nunca hemos tenido problema. Es un placer porque pensamos bastante parecido. Siempre nos podés preguntar las cosas por separado y te vamos a contestar exactamente lo mismo. Eso para nosotras no fue un problema.

-¿Cuál fue la principal dificultad con la que se encontraron en el camino de construir una identidad para su empresa?
Josefna:
La principal dificultad es la de toda persona que emprende: poder mantenerte. Hay años buenos y malos, momentos mejores, momentos peores, desde lo personal, desde lo laboral, desde la situación país y uno tiene que seguir adelante. Creo que hay muchas personas que no han podido progresar en este rubro porque no han tenido la suficiente paciencia y perseverancia. Es un rubro que es muy divertido pero que cansa. Vas a contramano del mundo. Nuestros horarios pico de laburo arrancan a las cinco de la tarde. Trabajamos muchos fines de semana y realmente te tiene que gustar mucho lo que hacés porque conlleva un montón de sacrificios extra a un trabajo normal. Trabajaste fines de semana y el lunes es lunes y hay que arrancar porque los clientes te siguen pidiendo cosas y es día laboral. En temporada se trabaja muy muy fuerte.

-¿Qué creen que le aportaron a este rubro?
Josefina: –
Creo que JM es una empresa que tiene su expertisse, tiene su conocimiento. Lamentablemente,  hay gente que se dedica a organizar eventos sin tener la experiencia en el tema, entonces realmente no le hace una diferencia al cliente y eso termina embarrando el sistema para todos. Creo que nosotros siempre tuvimos un trato súper profesional y súper distinto. Fuimos fieles a lo que queríamos que es un servicio boutique de excelencia, de vanguardia.

-¿Qué es lo que hace que marquen la diferencia?
María:
-Creo que le aportamos calidez. A la gente le gusta trabajar con nosotros y a nosotros nos gusta trabajar mucho en equipo. No somos rígidas ni frías, sí somos profesionales y aprendimos a darle flexibilidad a las cosas.

-¿Cómo aparecen las ideas innovadoras?
Josefina: –
Siempre que estamos en cualquier lugar estamos atentas a qué es lo que se puede hacer. Ya sea que estemos de viaje, o en un teatro, uno está constantemente viendo qué es lo que sirve, qué hay de nuevo afuera. Y también las ideas innovadoras surgen mucho a partir de conocer al cliente. Una chica que no quería flores naturales pero quería calidez, y a partir de trabajarlo hicimos una puesta tipo Tomorrowland, con mucha pantalla y arreglos altos de flores de papel. Conocer al cliente y lo que quiere y le gusta es como un disparador para nosotras, aparecen ideas muy locas, muy arriba, que muchas veces hay que bajarlas y muchas veces se pueden hacer. Es todo una cuestión de presupuesto también.

-¿Qué cosas no pueden fallar al organizar un evento?
Josefina:
No puede fallar nada. El cliente tiene que estar contento, tranquilo. La confianza del cliente en uno es elemental, es primordial. Si él no confía, es un trabajo muy duro, casi imposible. Lo que seguro es necesario cuando organizás cualquier evento es trabajar en equipo. Ser un equipo nosotras con el cliente y ser un equipo con todos los proveedores y todas las partes que van a estar involucradas en la fiesta, por más que sean chiquitas. Somos de cuidar mucho a nuestros proveedores y a la gente que trabaja con nosotros. Creo que cuando hay buena energía entre todos y todos le estamos poniendo lo mejor de nosotros se logran los mejores eventos.

-¿Cómo es el método de trabajo: ustedes proponen y el cliente dispone o más bien al revés?
Josefina:
-El método del trabajo que usamos es escuchar al cliente. Quién es, qué le gusta, qué no le gusta, por qué, cómo son sus invitados, qué es lo que siempre soñó y vamos armando el proyecto juntos. Cuando tenemos la posibilidad de hacer el trabajo entero es algo fantástico. El cliente muchas veces viene y escuchamos una propuesta y hay que llevarla a cabo, ajustarla o darle algunas ideas para mejorarla y hacerla más innovadora. Pero nosotras proponemos según lo que escuchamos del cliente.

-Producir un evento requiere de una coordinación de muchísimas variables, temas, rubros…
-María:
Justamente, nosotras nos dedicamos a organizar el evento en varios aspectos, por un lado lo que es la parte de organización que incluye la producción. Producir un evento significa pensarlo, proponer los proveedores para que crear ese proyecto, producir ese proyecto e ir aportándole detalles y distintas cosas que lo vayan haciendo único. Justamente lo que hacemos es trabajar al máximo en todo lo que se pueda prever para prevenir riesgos durante la fiesta. Cosas que no pueden fallar son miles, justamente de eso se trata nuestro trabajo, tiene varias patas.

-¿Cuáles son las claves de una fiesta o evento exitosos?
Josefina:
-Los detalles en los eventos son cosas que cambian muchísimo y son lo que distinguen un evento de otro. Ya sean detalles en una sensación, ya sean detalles de calidez, donde hacés sentir bien al invitado, para que esté bien predispuesto a divertirse y a pasarlo bien. Y el trabajo en equipo con los proveedores es clave para el día del evento. Que no estén tirando cada uno para su lado, sino que estemos tirando todos para lo que es mejor para el evento en sí.

María: –Y la gente, los invitados, los  protagonistas. Puede ser el mejor lugar  del mundo con los mejores proveedores pero si los protagonistas de la fiesta y los invitados no tienen energía, sentimiento, la gente en general en una fiesta está contenta por lo que se está festejando y esa es la clave de todo.

 

Texto: Ana Césari / Fotos: Gentileza JM PLanners.