«Nunca pensé que a los 56 años iba a ser padre de mellizos. No hagan planes. Uno siempre tiene que disfrutar el viaje». La vida de George Clooney, el galán de Hollywood de la sonrisa eterna, dio un vuelco sustancial los últimos dos años y él parece disfrutar de la metamorfosis: de actor taquillero a director reconocido y comprometido con la actualidad, de soltero empedernido a esposo atento y padre de familia. En el medio, la constante: el magnetismo total del público con su figura y su nombre en los titulares de los diarios y revistas más importantes del mundo todas las semanas. “La sincera confesión de George Clooney sobre su paternidad”, “Los Clooney donan 1 millón de dólares para luchar contra el racismo”, “George Clooney abrirá siete escuelas públicas para refugiados sirios”, “George Clooney producirá serie basada en el asesinato de Gerardi” o, incluso, “La ciencia dice que George Clooney es el hombre más lindo del mundo”. Todo lo que hace Clooney llama la atención. Y él sabe muy bien cómo sacarle provecho.
Un medio familiar.
George Clooney nació en 1961 en Lexington, estado de Kentucky. Segundo hijo de Nick, un periodista y popular presentador de Televisión y Nina Warren, una mujer dedicada a la política, de muy pequeño conoció los entretelones del mundo del espectáculo y la fama. Y si bien a los cinco años solía aparecer en el programa de TV que conducía su padre, pasó por algunas frustraciones antes de descubrir su pasión por la actuación. Primero quiso, en 1977, convertirse en jugador profesional de béisbol en los Cincinnati Reds, pero no superó la primera ronda de selección. Dos años después intentó estudiar: se anotó en Periodismo en la Northern Kentucky University, pero no logró recibirse. Luego de ser vendedor de zapatos para mujeres y de trajes para hombres, de vender seguros puerta a puerta y de cortar tabaco o trabajar como albañil, descubrió que podía ganarse la vida como actor gracias a la influencia de su primo, quien lo animó a participar en una película con un pequeño papel. La película nunca llegó a la pantalla grande, pero George se enamoró de las cámaras y se mudó a Los Ángeles, donde luego de interpretar varios roles de reparto se convirtió en el actor desconocido mejor pagado de Hollywood.
De la TV al celuloide.
Luego de pasar por series como “Los hechos de la vida”, interpretar al detective Bobby Hopkins en un capítulo de “The Golden Girls” o destacarse con un papel en la famosa comedia Roseanne, entre otros tantos programas, a Clooney le llegó el éxito de la mano de su composición del doctor Doug Ross en la exitosa serie de la NBC “ER”, trabajo que le valió dos nominaciones a los Premios Emmy y tres a los Golden Globes. Y fue ese papel el que le abrió las puertas del cine: su primera gran producción fue «Del crepúsculo al amanecer”, en 1996, un thriller de vampiros que también marcó el comienzo del éxito para otra gran personalidad del cine mundial, Quentin Tarantino, y su entrada al mundo de las comedias romátincas fue de la mano de Michelle Pfeiffer en “Un día inolvidable”.
A partir de ese momento la carrera de Clooney no hizo más que ir en ascenso, pese a que no todas sus apariciones fueron grandes éxitos. Dentro de sus películas más recordadas, por taquilleras, por publicitadas o por prestigiosas, se encuentran “Batman y Robin”, junto a Arnold Schwarzenegger, Uma Thurman y Alicia Silverstone; “El pacificador”, con Nicole Kidman; «Un romance muy peligroso» con Jennifer Lopez; «La delgada línea roja» junto a Sean Penn; «Tres Reyes», con Mark Wahlberg; “O Brother”, la comedia de los hermanos Ethan y Joel Coen que le valió un Globo de Oro y «La tormenta perfecta». En 2011 Clooney se puso bajo las órdenes de Steven Soderbergh y protagonizó “Ocen’s Eleven”, donde compartió cartel con estrellas como Brad Pitt, Julia Roberts, Al Pacino, Catherine Zeta Jones y Matt Damon entre otros. Luego llegarían “Ocean’s Twelve” y “Ocean’s Thirteen”.
Su primera experiencia como co-productor fue junto a Soderbergh en «Bienvenidos a Collinwood». Luego produjo el thriller «Insomnia», en el cual participan Al Pacino y Robin Williams, y «Solaris». Sin embargo, su debut como director, rol en el que hoy se siente más cómodo, fue en 2002 con «Confesiones de una Mente Peligrosa». Luego llegó el turno de «Buenas noches, y buena suerte», con Jeff Daniels y Robert Downey Jr., trabajo que le valió una nominación al Oscar 2005 cómo mejor director. Ese año, si bien no se llevó la estatuilla por ese film, se quedó con el premio a como actor secundario por su interpretación en «Syriana». En 2006, Clooney protagonizó junto a Cate Blanchett, «The Good German» y al año siguiente la ganadora del Oscar «Michael Clayton». Luego vinieron “Up In The Air”, “Los Hombres Que Miraban Fijamente A Las Cabras”, “El Americano”, “Los Descendientes”, “Los Idus De Marzo”, “Gravity”, “¡Ave, César!” y “Money Monster”.
Final para el eterno soltero.
Cuando Clooney vio por primera vez a la abogada humanitaria británica Amal Alamuddin supo que esa era la mujer que quería para toda la vida. El flechazo se dio en el Lago Como, donde el actor tiene una mansión, en una reunión de amigos, y la confirmación llegó seis meses, en septiembre de 2014, con una gran boda en Venecia repleta de famosos. Hasta ese momento, además de su vigencia como uno de los hombres más atractivos del planeta, Clooney despuntó su faceta de eterno soltero y empedernido mujeriego. Con un solo casamiento en su haber –estuvo legalmente unido a la actriz Talia Balsam, de quien se divorció en 1993- a Clooney se le conocieron decenas de amoríos y noviazgos. Por sus brazos pasaron, con distinta intensidad, las actrices Kimberley Russell, Dee Dee Pfeiffer, Denise Crosby, Renée Zellweger, Trayler Howard, y Brooke Langton, además de las modelos Celine Balitran y Lisa Snowden. También fue pareja de la modelo Sarah Larson, de la camarera Lucy Wolvert, de la italiana Elisabetta Canalis y de la actriz y modelo Stacy Keibler, la última pareja conocida antes de Amal. Hoy Clooney disfruta de su vida en familia junto a Amal y sus pequeños gemelos Ella y Alexander, nacidos el 6 de junio del año 2016.
Entre la ayuda y los proyectos.
Si bien asegura que está centrado en su nueva faceta de papá, Clooney no abandonó ni trabajo ni su labor humanitaria. En el rol de director, el que más disfruta, se prepara para el estreno de “Suburbicon”, un film negro escrito por los hermanos Coen y protagonizado por Matt Damon y Julianne Moore que, además, habla de racismo y de la paranoia de un grupo de hombres blancos fuera de control. Justo ahora, a poco del inicio de la administración de Donald Trump, a quien el actor y director, activista liberal, suele criticar con dureza y a quien acusa de profundizar el odio en Estados Unidos. “Cada vez es más claro lo poco preparado y lo incapaz que es este hombre para ser presidente de Estados Unidos”, aseguró la estrella. “La buena noticia es que nuestras demás instituciones -quiero decir la prensa, definitivamente, y los jueces y senadores- han demostrado que el país funciona. Hay un control y un contrapeso”, completó. Además, anunció junto a su mujer, la donación de un millón de dólares para el Southern Poverty Law Center, a través de su Fundación Clooney, para combatir a grupos de odio.
Gran director, actor consagrado, ciudadano comprometido y ahora, lo que parecía imposible, padre de familia: George Clooney puede cambiar o mantener su esencia, pero siempre, en pantalla o fuera de ella, se ve dispuesto a disfrutar del viaje.