#1.
Usá protector solar todos los días: es muy importante que recuerdes que debés usar un protector solar todos los días, tanto en la cara como en el cuerpo. Aunque no tengas planeado pasar el día al aire libre es muy importante usar un protector diariamente, aún durante los días nublados.
#2.
Usá ropa que te proteja del sol: la ropa es la primera forma de protección solar y nuestra primera defensa contra los rayos UV. Los jeans o los tejidos más cerrados dejan pasar menor radiación siendo muy efectivos para protegernos. Por otra parte, las telas sintéticas dejan pasar menos radiación que el algodón y los géneros mates reflejan menos rayos UV que los brillantes. Es importante destacar que en la actualidad hay prendas que ofrecen protección solar.
#3.
Usá sombrero: estos son la forma más efectiva para proteger rostro, cuello y orejas, tres de las zonas que más exposición solar reciben.
#4.
Siempre salí con anteojos negros: es muy importante que estos tengan lentes con protección UV para evitar lesiones oculares y protejan el contorno de tus ojos.
#5.
Bebé abundante agua: cuando la temperatura aumenta hay que intensificar la hidratación. Para ello te recomendamos salir con una botellita de agua e ir recargándola a lo largo del día.
Fuente: www.dermaglos.com