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18 de febrero, 2018

Kevin Amsel, emprendedor por crowfunding: “En Argentina el sistema todavía es nuevo”

Este argentino de 29 años junto a otros dos jóvenes profesionales también argentinos crearon una bicicleta ultraliviana de fibra de carbono que reúne lo mejor de lo desarrollado hasta ahora en el mundo ¡y se la financiaron los compradores!

 

Kevin Amsel, administrador de empresas de 29 años creó juntó a los diseñadores industriales Eric Fink, también de 29, y Maximiliano Zunino, de 31, una bicicleta de características súper especiales pero que además de toda su innovación tiene también un método de financiación innovador: el crowfunding.

Por supuesto, Kevin, nuestro entrevistado, llega a la cita en bicicleta. Pero no en Vika -“plegar” en sueco y el nombre d ela bici que crearon-, porque la bicicleta de fibra de carbono así llamada aún no está fabricada, aunque sí de ella hay prototipos. Pero la gran novedad es que a principios de 2019 ya podrá ser entregada a todos aquellos que ya la abonaron, porque no sólo el emprendimiento es innovativo en cuanto al producto sino también en cuanto al financiamiento.

Kevin nos cuenta lo novedoso del producto: “Hace tres años que con mis socios venimos trabajando en este desarrollo nacional que fue presentado en la feria Automechanika 2016 y exhibido en Innovar 2017”.

–¿Cuáles son sus características más destacadas?
–Vika es denominada Model Zero porque tiene un mantenimiento casi nulo. Es una bicicleta ultraliviana de líneas puras con interesantes características tecnológicas. Lo más importante es que es de fibra de carbono, lo que hace un rodado muy resistente y ultraliviano que apenas pesa 7 kilos y medio, fácilmente manipulable y que, plegada,  ocupa poco lugar. De esta forma, es un producto que apuesta a un target de público muy amplio, que incluye a las mujeres, a los jóvenes y a los adultos. Y a todos los que necesitan transportar la bicicleta por ejemplo para hacer trayectos combinados con bicicleta y subte. En estos casos, la bicicleta es fácilmente plegable y trasladable. Igual, si se vive en un piso alto. La fibra de carbono  aporta la resistencia del acero con el décimo de su peso y además, permite crear formas orgánicas.

–¿La fibra de carbono se fabrica en el país?
–No, pero se importa y tenemos un acuerdo con una empresa nacional que fabricará la bicicleta porque se diseña y se fabrica en el país sobre todo porque nos interesa también proteger su nivel de innovación, porque tiene un alto nivel de innovación, porque apostamos a la producción nacional y porque tenemos socios estratégicos con know-how para trabajar la fibra, entre otros, pero además porque fabricarla acá también es una garantía de servicios de posventa. De todos modos, la mayoría de sus componentes se importan y las materias primas, también, ya que la fibra de carbono solo la comercializan tres países en el mundo.

–¿Qué otras características la hacen tan innovadora?
Tienen cubiertas sólidas, que no se pinchan, no hay que inflarlas y tienen una autonomía de cinco mil kilómetros. También Vika cuenta con una correa dentada, especial, que no necesita grasa, se denomina “Gates” que es el nombre de la empresa que la fabrica, y eso evita que la ropa se enrede o se ensucie al pedalear. Esta cadena además no se oxida, no se estira y es más liviana. Nosotros tenemos la exclusividad de representación de estos productos de Gates en la Argentina y también de las cubiertas, lo  que es algo muy interesante como servicio posventa y para la facilidad de la fabricación nacional.

–¿Posee algún tipo equipo computarizado con algún software?
–Sí, claro, incluye un sistema autónomo de inducción magnética, esto es un dispositivo que hace que el sistema computarizado que la batería que tiene la bicicleta se cargue con solo rodar, ni siquiera con pedalear. Este sistema está en la maza delantera de la Vika y se conecta con el VCU (Vika Central Unit), que aloja el GPS, el Bluetooth, la batería, un acelerómetro y varios sensores, entre ellos un sistema de iluminación automatizado integrado al cuadro con sensor de luminosidad ambiente, todo se puede conectar con un Smartphone y cuando uno se acerca las luces se encienden automáticamente. Todo esto hace que si baja la luz ambiental, ya sea al atardecer o porque hay una tormenta o porque se entra en un túnel, por ejemplo, las luces se encienden y funcionan con LEDs de potencia.

–Evidentemente, el software debe aportar distintos servicios…
–Por supuesto, con  la App exclusiva para IOS y Android se pueden controlar variables como el sistema de luces, las rutinas de entrenamiento (calorías, velocidad media, km recorridos en el día, la semana o el mes y el estado de la batería e incluso recibir un alerta de seguridad para rastrear y localizar la unidad en el caso de que fuera desplazada de su lugar original).

–Se la ve de líneas puras y minimalistas…
–Sí, apostamos a una estética del diseño que se combina con la practicidad para el plegado.  Para lograrlo, ideamos y patentamos bisagras que van ocultas como va oculto todo el cableado.

 

¿Ya tiene compradores y aun no se fabrica?
Hemos puesto esta pregunta como un subtítulo porque es realmente llamativo. Lo que sucede es que están desarrollando este proyecto a través del sistema de economía colaborativa o “crowdfunding”. Se trata de un sistema bastante extendido en el mundo, aunque en la Argentina está en sus comienzos.

Una de las formas de la economía colaborativa (hay otras) es la de comprar con anticipación el producto presentado, a un precio diferencial al que será lanzado al mercado. Vika se lanzará al mercado en su modelo básico a mil quinientos dólares, pero los compradores anticipados pueden abonarla a ochocientos dólares, solo que tienen que esperar a que esté disponible, que es en un año aproximadamente. Este lanzamiento del producto se hizo a través de una de las plataformas existentes para estas acciones que es Indiegogo, que junto con otra plataforma que se llama Kickstarter, son las más conocidas en economía colaborativa a nivel internacional.

–¿Y hay gente que confía en que el producto será entregado?
–Sí, todavía poca en la Argentina porque no está instalado como cultura de consumo el abonar y esperar un año para la entrega, pero poco a poco se va instalando. En este caso,  la ventaja es un porcentaje de descuento de casi el cincuenta por ciento. La estructura de costo está calculada y se respeta. Pero es un sistema que por cultura es más factible de implementar en el exterior que en la Argentina. Los compradores que adquieren por este sistema se denominan “bakers” y, en este caso, la mayoría son argentinos porque nosotros hicimos una campaña de comunicación solo en la Argentina. La idea es lanzar en unos meses la campaña de difusión internacional y presentar el producto también en kickstarter. La mayoría de “bakers” son argentinos y solo contamos con alguno de Australia, otro de Holanda y otro de Estados Unidos, que son gente que bucea en plataformas de crowdfunding, pero pocos. Aquí también hemos hecho campañas en las redes sociales y tenemos dos mil personas anotadas que conocen el precio y quieren comprar el producto.

–¿Y por qué estos dos mil interesados no compraron?
–¡Porque la quieren ver, la quieren tocar y la quieren probar! Son personas que han visto el prototipo en las exposiciones.

–¿Y quienes abonan, cómo lo hacen?
–Con tarjeta de crédito, porque las plataformas son sistemas muy seguros. En diciembre de 2018 tenemos que entregar el producto a los bakers con los que nos hemos comprometido y en enero de 2019 vamos a comenzar a comercializar el producto, ya como un producto de entrega más inmediata, aunque está calculado que al fabricarla a nivel local vamos a tener más demanda que la capacidad de entrega por lo que siempre habrá un sistema de crowdfunding funcionando.

–¿Cualquiera puede desarrollar un producto por crowdfunding?
–Para que funcione debe ser un producto innovador, o un producto de nicho muy específico que no conviene comercializarlo ampliamente o un producto cultural o llamativo como un libro, una película muy específica, un bar temático muy interesante. Se está gestando hace un tiempo una plataforma de crowdfunding argentina que se llama MIA, Mercado de Innovación Argentina, y estamos en tratativas de poder poner nuestro proyecto en su plataforma a partir de marzo o abril, cuando ésta comience a funcionar. Estas plataformas siempre se llevan un porcentaje de lo que entregan los bakers. La única forma de pago es por tarjeta de crédito y la plataforma nos deposita el dinero en una cuenta bancaria.

–¿Qué sucede si no entregan el producto cuando está pactado?
–Nada dice que esto no pueda suceder. Tampoco nada dice en ningún contrato que la plata se vaya a devolver… Pero esto es un negocio y se trata absolutamente de minimizar los riesgos para que el proyecto sea un proyecto confiable. Por eso se hacen presentaciones, se difunde y se convierte en cada vez más conocido y confiable. Como en cualquier cosa que se produce con anticipación o un servicio que se compra y se paga primero, puede suceder que a la empresa le ocurra algo y no cumpla, pero es un riesgo mínimo.

–¿Cuáles son los próximos pasos con Vika?
–No existen en el mundo bicicletas que cumplan con todas las características de Vika, pero sobre todo gana en diseño y en el sistema de bisagras ocultas que patentamos nosotros. Y vamos a hacer un sistema de franquicias en todo el país para atender a quienes se encuentren con algún problema técnico (ya que como tiene mantenimiento cero no necesitará que se recurra a la bicicletería). Y ahora, además de ya tener comprometidos una cantidad importante de compradores que abonaron el producto, con lo cual recaudamos dieciseis mil quinientos dólares, ahora estamos en la búsqueda de inversores privados a través de esta plataforma Indiegogo para lo cual esperamos obtener cuarenta mil dólares en una primera etapa. Además de la venta anticipada del producto, otra de las formas de financiamiento colectivo es buscar inversores que apoyen y vean una posibilidad de negocio en este proyecto. Esto se realiza en base a la expectativa de una fabricación más masiva y al desarrollo de franquicias y nuevos canales de venta (on line, por franquicias, ambos en productos personalizados y también en locales premium especiales que venderán productos estándar).

 

Vika hoyExisten tres modelos, en dos colores (blanco y negro), todos con todas las características y servicios mencionados, pero que se diferencian por tener distintos cambios: con un cambio, con tres cambios y cambios infinitos Todas son aptas para entrenamiento. El link para acceder a la página:https://www.indiegogo.com/projects/vika-ultra-lightweight-carbon-fiber-folding-bike-design-innovation#/

 

Texto: Silvia Fittipaldi.