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18 de marzo, 2018

Pato Scheuer, la mujer detrás de la barra: «Me encanta darle de comer a la gente»

Trabajó en la música, fue librera y tuvo una librería, hasta que se dedicó a la gastronomía y su nombre se volvió sello de calidad: el Gran Bar Danzón y BASA llevan su marca. Trabaja siete días a las emana 24 horas al día y dice: "Esta es mi vida, me encanta, y ese es el éxito".

 

Cuando se le pregunta por el recorrido, por cómo fue que terminó en la gastronomía, por dónde fue que desde la música llegó a la cocina, Patricia Scheuer responde: “Son muchos, un montón, soy enorme. Terminé el colegio, después empecé dos carreras universitarias que no terminé y trabajé de un montón de cosas. Trabajé en la música, fui librera, tuve una librería comercial durante 20 años y empecé en la gastronomía porque me encanta darle de comer a la gente, me encanta mi oficio y me encanta lo que significa esto que es la industria del entretenimiento que es la gastronomía”. Y cualquiera que conozca sus locales sabe que sí, que es cierto, que llegó ahí porque le gusta, porque lo disfruta, porque entiende que dar de comer y entretener van juntos. Y también entendió que la vida es hacer lo que uo ama y entonces ya no hay más horarios: “Si me preguntan “¿Y cuándo vas a tener una vida?”, mi respuesta es siempre la misma “Esta es mi vida, la vida que elegí, me encanta, la disfruto, me da placer, y no me permitió tener asignaturas pendientes ni arrepentimientos, y eso es un éxito, ese el éxito”.

-¿Cómo llegaste a la gastronomía? ¿Qué fue lo que te atrajo de este mundo?
¿Qué me gusta de la gastronomía? Me gusta todo, es un oficio maravilloso que involucra los sentidos, involucra lo estético, lo social, lo artístico. Tenés conexión con todo tipo de gente, todo el mundo va a un restaurant, siempre digo lo mismo: desde el asesino serial que nunca lo sabrás hasta el presidente de la república, hasta tu primo del campo, y todos son atendidos de la misma manera y con todos desarrollas “personajes” diferentes como la vida pero es como que está todo comprimido en un mismo lugar. Involucra lo visual que es lo estético, lo táctil, lo sonoro, la música. Es un mundo muy divertido. Un mundo donde se lo pasa bien, la gente que viene y uno también.

-Además de los desafíos del rubro, ¿tuviste un desafío especial por ser mujer en esto?
-No, no fue un desafío especial por ser mujer, no tuve ningún inconveniente. No hubo ninguna diferencia ni tuve ningún impedimento por ser mujer. No creo en el cupo, creo en el mérito que hace cada uno independientemente del género.

-¿Qué batallas tuviste que dar para llegar hasta acá?
-No sé si llegué lejos o cerca para llegar hasta acá… Hay que trabajar mucho, te tiene que gustar, la gastronomía tiene que gustarte, bueno en realidad uno es muy afortunado cuando puede trabajar de lo que le gusta y a mí me encanta, la paso muy bien, hace muchísimos años que estoy en esto, no me quejo ni un poquito. Dicen que es esclavo para mí es mi vida y estoy muy feliz de haber desarrollado este oficio.

-¿Cómo es estar al frente de no uno sino MUCHOS locales gastronómicos?
-Estar triangulando, como estuve muchos años, entre distintos locales. Tener que viajar porque tenía un restaurante en San Pablo, a mí me hizo muy feliz y me sigue haciendo muy feliz. Creo que resolví el problema de muchas (acá sí te digo algo femenino) que a muchas mujeres por ahí les agarra la crisis el viernes a la noche o el sábado a la noche porque hay que tener un programa, yo siempre tengo programas: 24hs al día, 7 días de la semana, siempre tengo un lugar abierto así que puedo elegir ir a trabajar, cosa que hago, trabajo 7 días a la semana y es con muchísima alegría, siempre tengo algo para hacer.

-¿Cómo se logra mantener un lugar en lo alto durante 20 años resistiendo modas y crisis?
-Si uno mantiene la curiosidad, la intensidad de trabajo, la sensación de estar divirtiéndote, de estar aprendiendo, de estar abierta a nuevas propuestas, de ir cambiando cosas, y de ser fiel a uno mismo, uno sabe qué es lo que le gusta, lo que sabe hacer, y… yo creo que la gente acompaña. En Danzón tenemos gente que nos viene acompañando desde el primer día y vamos creciendo y nos vamos poniendo más grandes y hay gente que vino soltera y después se casó, después los hijos, después se divorció y ahora vienen en otra etapa de la vida. Vamos caminando por este camino juntos.

-En el caso de BASA, contanos cómo surgió la idea de esta propuesta y cuál fue la necesidad de ampliar. ¿Cómo sumaste Gran Café? ¿Es un rubro tan desgastante y esclavizante como se dice? ¿Qué te apasiona de esto para dejarte esclavizar?
-Y BASA surgió porque el espacio era maravilloso, de hecho el día que fui a verlos (son 3 locales en realidad) entre y dice “No, me quiero matar porque me gusta y yo sé que si me gusta me engancho” y entonces bueno empieza a rodar la imaginación y una imagina cosas. Era mucho 3 locales para un solo lugar entonces haría un café, siempre quise tener un lugar chiquito, que fuera o que contuviera cosas que tendría que ver más con mi infancia como la pastelería, la panadería, los dulces que a mí me encantan y entonces bueno, se fue dando y siempre en compañía Luis Morandi, mi socio, y Ludovico (mi hijo) como bartender y una jefa de cocina como Julieta Oriolo que nos había acompañado en bar Uriarte, y se fue dando y estamos muy contentos con esto.

-Hiciste un recorrido de actriz y librera a gastronómica… ¿Qué perdiste y qué ganaste?
-Por algún motivo resulta atractivo decir que trabajé como actriz, como cantante. Yo creo que empecé como cantante cuando recién salí del colegio trabajé unos cuantos años, acompañé músicos, pero creo que en realidad no era tan buena (soy bastante exigente conmigo) y entonces pasé a la actuación tampoco me conocía nadie, pero también viví de la actuación durante mucho tiempo y después devine en librera porque había que darle de comer caliente a la familia y si uno no es famoso o realmente no se convirtió en una estrella, es muy difícil vivir del oficio pero bueno, fui mutando y siempre me encantó el hecho de darle de comer a la gente así que qué se yo un es tantas cosas en la vida. Todos somos muchas cosas en la vida, a veces nos avivamos y lo desarrollamos, a veces se queda dormido pero por suerte no quedó nada como frustración. No me quedó nada por hacer.

-¿Qué tiene que tener un restaurante, bar o café para ser un éxito?
Yo no tengo ni idea, yo sé que los lugares que yo hago son los lugares a donde a mí me gustaría ir. A mí me encantaría ir a comer a Danzón, me encanta ir a comer a BASA, si tuviera que ir a tomar algo o tomar un vino… Se dieron las condiciones. Me gusta cómo se ven los lugares, la propuesta que tienen, el clima que se genera, la música, lo que se sirve en el lugar, así que no es mucha la ciencia, no estoy pensando tanto qué le va a gustar a la gente sino qué me gustaría a mí, creo que es una buena manera de verlo y creo que da resultado.

-Tu lugar preferido para cuando no vas a TUS restaurantes o cafés.
-Tengo muchos lugares a los que me gusta ir, no suelo nombrarlos, porque por ahí resulta antipático en el sentido de que puedo dejar alguno afuera. Lo que es segurísimo es que los lugares a los que voy son los que tienen las propuestas más sencillas. Puede ser que por de formación profesional siempre estoy en contacto con cocinas elaboradas, entonces cuando salgo me gusta relajarme y que la propuesta sea muy, muy sencilla. Me gustan los panchos, las hamburguesas, las papas fritas ricas, la pizza, comidas simples.

Por ahí la síntesis de todo esto, cuando uno se entera que trabajo 7 días a la semana y que trabajo muchas horas y me preguntan “¿Para cuándo una vida?”, porque por lo general no me tomo vacaciones. Tengo una hija que vive en el exterior, tengo una nieta, voy una semana por año a New York a verlas. Pero en realidad cuando me preguntan “¿Y cuándo vas a tener una vida?”, mi respuesta es siempre la misma “esta es mi vida, la vida que elegí, me encanta, la disfruto, me da placer, y no me permitió tener asignaturas pendientes ni arrepentimientos, y eso es un éxito, ese el éxito.