Fiel a su estilo colorido, el diseñador presentó Crayons, una colección plagada de colores y texturas pensadas para una mujer urbana y moderna. Un toque retro que retoma el estilo boho chic, donde se destacan los hombros grandes de los años 80 y el estilo sporty donde el calzado deportivo y las viceras suman frescura al espíritu del verano.
Benito Fernandez usó el neón como antídoto cromático para iluminar la pasarela. Pailletes de lentejuelas con toques retro futuristas de art nouveau y también de art decó. Los colores tienen un aura retro-futurista, tonos audaces hasta en túnicas en degradé con flores y mosaicos. Sin lugar a dudas el género fetiche es el lino en distintos colores pasteles y con toques metalizados, túnicas en distintas texturas y estampas.
Las bikinis en colores pasteles y vibrantes con el touch de las viceras en rafia.
También apostó a las prendas largas, llenas de movimiento, estampas en complemento con bordados y mangas pomposas.