Es economista, se graduó con medalla de oro en la Universidad de San Andrés. Su espirítu “nerd” lo llevó junto con Andy Freire, a fundar Officenet, el sitio de comercio electrónico de productos para oficina que dirigió durante 15 años y que fue adquirido por Staples en 2004. Luego  cofundó compañías, casi siempre relacionadas con internet, como Restorando, Trocafone y Sirena. Su nuevo libro, “Guía para sobrevivir al presente” enciende algunas señales de alarma desde la intro. “Si te preocupa la cantidad desmesurada de tiempo que dedicamos a nuestros celulares, tu inquietud está justificada… Muchas de las mentes más brillantes del mundo trabajan en este momento para acentuar nuestra dependencia de los aparatos digitales. En una transacción comercial normalmente hay un comprador, un vendedor y un producto o servicio. Cuando vos usás aplicaciones como Facebook, Instagram, YouTube o Gmail, ¿quién es el comprador, quién es el vendedor y cuál es el producto? El comprador tiene que ser quien paga, en este caso los anunciantes. El vendedor quien cobra, es decir Facebook, Google o PÁGINA 15 quien desarrolló esa aplicación. Pero ¿cuál es el producto? La respuesta es tan sencilla como impactante: ¡el producto sos vos! O peor aún, el producto es lo más escaso que tenés: tu tiempo y tu atención”

-Parece algo apocalíptico el comienzo del libro ¿Cuáles son los pro y contras de este exceso de tecnología?
-Claramente vivimos en una época increíble. Que casi todas las personas de este planeta tengan una súper computadora en el bolsillo, que pesa menos de 200 gramos y está conectada a una red de contenidos casi infinitos es algo extraordinariamente positivo. Pero en paralelo con ese fenómeno, lo que se dio, es que por la expectativa que tenemos todos que las cosas en internet fueran gratuitas, algunas compañías tuvieron que encontrar una manera de ofrecer esos productos gratis pero a su vez ganar dinero y eso fue lo que llevó a que internet se financiara a través de publicidad, a que descubrieran que necesitaban juntar cualquier cantidad de datos personales nuestros para después ultrasegmentar esas publicidades y finalmente, lo que es más crítico, que para maximizar las ganancias estas empresas necesiten que estemos cada uno todo el tiempo conectados a su propio app.

-Y entonces…. ¿que hacemos?
-La clave es entender cómo funcionan estas plataformas, los mecanismos de manipulación que utilizan y que de alguna manera podamos contrarrestarlos, neutralizar esos efectos. Ver que existen compañías con técnicas muy sofisticadas y usuarios muy ingenuos. Estamos jugando un partido con una cancha totalmente desnivelada en nuestra contra. Pero basta con entender un poco mejor cómo funciona la tecnología y aprovechar todo lo bueno sin quedar atrapados.

-Además en la era de la comunicación cada vez nos comunicamos menos.
Increíblemente en la era de la hipercomunicación, estamos más solos que nunca. Y lo que descubrí, investigando para el libro, es que en realidad las cosas funcionan un poco al revés de lo que creemos. El aumento en la sensación subjetiva de la soledad tiene que ver con esta incapacidad de estar solos que se está generando a través del consumo constante de contenidos de entretenimiento informativo que las APP promueven. Por eso la gran herramienta que tenemos los sereshumanos es recuperar el espacio de introspección, de aburrimiento.

-Me hizo reflexionar mucho una parte de tu libro dónde hablas de la adicción a las series.
-El fundador y CEO de Netflix, Reed Hastings, declaró en abril de 2017 que más que Amazon o HBO, su principal competidor es… ¡la almohada! Cuando miras un show en Netflix y te volves adicto a él, te quedas despierto hasta muy tarde. En última instancia, competimos con el sueño. Y eso representa un volumen de tiempo disponible muy grande. Netflix lo confirmó en un tweet enviado desde su cuenta: “El sueño es mi mayor enemigo”. Vendernos productos que no nos hacen bien no es nuevo, pero al menos los ejecutivos de las compañías tabacaleras actuaban a la defensiva. Hastings no tiene reparos en decirnos de frente que su compañía está dispuesta a hacernos actuar en contra de nuestra propia salud con tal de maximizar sus utilidades. Cada minuto que estás atento a otra cosa, como charlar con amigos o incluso dormir, es tiempo que estas empresas no pueden vender a los anunciantes. Por eso incorporan todo tipo de notificaciones visuales y sonoras para recuperar tu atención cuando no estás hipnotizado por tu pantalla.

-Los millenials y centennial, a diferencia de nuestra generación, crecieron con “el querer todo ya” que acostumbró Google, a saber sobre la vida del otro sin interactuar. ¿Cómo pensás que puede ser esa generación como adultos líderes? ¿Qué podemos hacer nosotros?
-Cómo van a ser, honestamente, no lo sé. Creo que no tiene sentido predecir el futuro como si ya estuviera escrito de antemano sino que el gran desafío es construirlo. Ponernos a nosotros al mando, adónde queremos que la tecnología nos lleve. Quizás la paradoja más grande del presente es que estamos usando los desarrollos tecnológicos más avanzados a favor de las empresas y en contra de los usuarios. El gran reto que tendrán los jóvenes es cómo reorientar el desarrollo tecnológico para que de alguna manera promueva la vida que queremos vivir y no  la vida que un puñado de compañías necesitan que vivamos.

Texto: Karina Bianco