Como dice las “gurúes del orden” la organización efectiva implica dos acciones esenciales: eliminar cosas y decidir dónde guardarlas. De estas dos, la eliminación va primero. Así que el primer paso para que tu cajón de la ropa interior sea tu mayor orgullo de organizadora es vaciarlo. Primero debés separar en montones cada tipo de prenda: la lencería fina por un lado, la deportiva por otro, las de uso cotidiano, las medias. Lo mismo hacés con la ropa interior masculina.
Analizá si hay alguna que ya merece ir al tacho de basura. Qué tipo de ropa interior utilizas a diario. Así quedan más a mano. Reservá un lugar para guardar las conjuntos deportivos, así cuando vayas a usarlos, están a mano. Lo mismo con los bodys o lencería fina que usás más esporádicamente.
Destiná un lugar para estas prendas en el que estén protegidas y bien guardadas. Guardar la ropa interior más especial en una caja dentro del armario, en un lugar donde no estorbe pero accesible.
Existen varios métodos para doblar tu ropa interior. Si va en un cajón, dobla cada una de las prendas como ya difundió la experta Marie Kondo. . Colocar las bombachas boca abajo y llevar la parte de la entrepierna hasta la cintura. Después doblar cada uno de los lados hacia el centro sobre la parte de la entrepierna. Después, enrollala de abajo hacia arriba. Así lo que se verá será la parte delantera de la tanga.
Colocá cada una en vertical, de manera que, cuando abras el cajón, puedas verlas todas sin necesidad de andar rebuscando y desordenándolo aún más.
También podés emplear organizadores de ropa interior, con compartimentos individuales o más grandes, para que la guardes según categorías. Hay también organizadores de tela que van colgados de una percha. Este método es genial si no tenés demasiado espacio en los cajones.
Los corpiños. Este tipo de prendas tienden a deformarse y darse de sí con el tiempo, y más si no se guardan y lavan adecuadamente. Seguramente, si abres tu cajón de la ropa interior, los sujetadores están doblados sobre sí mismos, con una de las copas del revés y tirantes y broche escondidos en las copas. Pero así se deforman y estropean.
Para que esto no pase, debés guardar los sujetadores en paralelo, uno seguido de otro. Esconde los tirantes y el broche en el interior de las copas y, ya sean con aro, armados o de palabra de honor, podrás localizar el que quieres rápidamente y de un solo vistazo.
Los calzoncillos. Lo mejor es enrollarlos si tenés separadores o doblarlos de la isma manera que las bombachas y diferenciarlos por color.
¿Te vas de viaje?
Es habitual, cuando nos vamos de vacaciones, llevar ropa interior para tantos días como vamos a estar fuera. Hay prácticos organizadores de viaje para tu ropa interior. Guardar la ropa interior en distintos compartimentos utilizando el mismo método que en tus cajones: encontrarás todo a la primera y no se deformará ni una prenda.