Colorida, alegre, romántica, vintage, festiva o como la quieras. La mesa de las fiestas, y por qué no todas las mesas de celebración, invitan a una decoración especial. Y no es necesario salir de compras en busca de algún adorno. Con un poco de creatividad y algunos elementos, podés preparar centros de mesa únicos y personalizados. Te damos diez ideas y algunas claves:
- Frutas y verduras: pocas veces ponemos atención a las frutas y verduras como objetos bellos. Pero, ¿qué tal un alcaucil o una manzana como portavelas? ¿Y unas cerezas o unas limas sumergidos en agua? La sensación de simpleza y frescura es única.
- Velas y más velas: en todos los formatos y tamaños, las velas siempre aportan calidez y magia a la mesa. Aun cuando no tengan la función de iluminar. Se pueden poner solas sobre una tabla, dentro de frascos, flotando en agua, entre flores y plantas. Dos recomendaciones: que sean velas sin olor y mucho cuidado con qué se las combina o cerca de qué se las pone.
- Un estilo: Lo que NO hay que hacer es mezclar demasiadas cosas de distintos estilos ni criterios. La simpleza en una mesa que va a llenarse de personas, comida, botellas y utensilios, es lo que más conviene.