5 VERDADES
No hay que usar cepillo sobre el pelo húmedo: Con el cepillo se ejerce más fuerza que con un peine y por lo tanto se entrecorta más el pelo. Para peinar el cabella mojado usá siempre un peine y, preferentemente, de dientes anchos.
Lavarse con agua caliente ayuda a eliminar la grasitud: El agua caliente ayuda a remover mejor la grasitud y los residuos del cuero cabelludo. Un tip: en cada lavado, utilizá primero un champú para pelo graso y enjuagá con agua caliente; luego, aplicá otro más ácido, de limón por ejemplo.
Enjuagarse con agua de lluvia deja el pelo más brilloso: el agua de lluvia tiene menos contenido de sales que el agua de pozo y eso hace que ciertos ingredientes del champú o el acondicionador funcionen mejor. Esto pasa porque el calcio y magnesio del agua de pozo pueden impedir la acción de algunos activos.
Cepillar el pelo antes de acostarse lo mantiene más sano: peinarlo antes de acostarse ayuda a estimular el cuero cabelludo y a distribuir la grasa natural del cabello. El resultado: pelo más brillante. Ojo: no excederse en el cepillado porque puede producir el efecto contrario.
5 FALSEDADES
-Para que crezca mejor, hay que cortarlo en… Ni en la época de la berenjena, ni cada dos meses ni con la luna en cuarto creciente. Nada de eso afecta al crecimiento del pelo, que tiene su proceso normal y continuo de crecimiento. Así que: ¡cortátelo cuando tengas ganas o haga falta!
-El estrés y los disgustos sacan canas: La aparición de las canas varía en cada persona y se produce por diferentes condiciones médicas y genéticas que detienen el funcionamiento de los melanocitos (responsables de la coloración del pelo). Una cana no es más que un pelo sin coloración y, por lo tanto, si te lo arrancás, tendrás un pelo menos. Otro mito poular aquel que dice que por cada cana arrancada se multiplican.
-Dormir con el pelo húmedo lo estropea: No hay manera de que el pelo se arruine durmiendo (¡sí el peinado!). Al contrario: secarlo fuerte con la toalla sí puede arruinarlo ya que quiebra la fibra capilar. Así que, o bien secalo con paciencia y golpecitos suaves o acostate con el pelo mojado. Si lo querés chato, hacete un rodete. Si querés amanecer sauvage, dejalo suelto.
-Los champús con muchos beneficios son los mejores: Nada peor que comprar un champú para un uso específico que no es el que se necesita. En ese caso, es mucho mejor comprar un champú bueno de uso frecuente y para todo tipo de cabellos. Porque a veces elegir mal el tratamiento es peor que no elegir ninguno específico. Y… ¡desconfía de los champús que hacen mucha espuma!
-El pelo no debe lavarse durante la menstruación: Es el más absurdo de todos, pero muchas mujeres creen que si se lo lavan les quedará opaco y débil. Eso suele suceder se lave o no, por razones hormonales. Pero en nada afecta el agua en el pelo y en el cuerpo al ciclo menstrual. Lo que lo afecta es usar o no buenos productos.
Fuente: 40 mitos y verdades sobre el pelo (Sedal /Editorial Planeta)