- Tomar abundante agua: mantener una buena hidratación asegura una correcta depuración del organismo así como un adecuado tránsito intestinal. Las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) recomiendan el consumo de ocho vasos de agua segura por día.
- Pescados azules: como el salmón, arenque, atún, anchoa y caballa frescos. Contienen proteínas de alto valor biológico asociados a ácidos grasos Omega 3 con comprobada acción antiinflamatoria y cardiosaludables. Elegir formas de preparación como asados, a la plancha, a la parrilla, al vapor, al horno, con hierbas o especias y jugo de limón. Si elegimos atún o caballa en conserva, que sea al natural, de ésta manera mantiene los Omega 3.
- Yogures con probióticos: elegir las opciones descremadas y sin azúcar agregado. Los probióticos son bacterias beneficiosas que llegan vivas al intestino donde lo colonizan, mejorando el sistema inmunológico y el tránsito intestinal, lo que reduce la producción de gases y la consecuente distención intestinal.
- Reducir el consumo de sal: el sodio atrae agua, por lo cual a mayor ingesta de sal o alimentos ricos en sal, mayor retención de líquidos corporales y mayor riesgo de contraer enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.
- Consumir frutas y vegetales de color anaranjado: como zanahorias, zapallo, calabaza, duraznos, damascos, naranjas y mandarinas por su elevado contenido de fibras, antioxidantes, vitamina C, Beta carotenos y agua.
- Consumir frutos rojos: como frutillas, arándanos, moras y frambuesas, también ricos en antioxidantes, vitamina C, minerales, agua y fibras.
- Comer despacio: masticar bien cada bocado, saboreando, de este modo el cerebro registra la ingesta de alimentos y al comer lento, evitamos la incorporación de aire y la consecuente producción de gases.
Fuente: Silvina Tasat, licenciada en Nutrición y vocal de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN)