Este hotel está ubicado a orillas del río Paraná y a 55 km del aeropuerto de Posadas, a 350 km de las Cataratas del Iguazú y con acceso privado a Los Esteros del Iberá, de modo que el hotel en sí mismo, por sus instalaciones es un destino ideal para conocer tanto los Esteros como las Cataratas. Pero esta vez, profundizaremos en el Parque Iberá, que alberga a una de las reservas de agua dulce más importantes de America del Sur.
Los Esteros
Es un destino en el que se acaban de integrar el Parque Provincial junto al Parque Nacional para conformar a futuro el gran Parque Ecoturístico Iberá.
Se trata de 1.300.000 ha, de las cuales 550 mil corresponden al Parque Provincial y el resto son propiedades privadas, entre ellas, 23.700 ha donadas recientemente por la Conservation Land Trust para conformar un gran destino con una enorme diversidad de flora y fauna y con la intención de potenciar sus ecosistemas y alcanzar la posibilidad de que la zona llegue a albergar grandes mamíferos como sucedió en otros tiempos.
Hoy en esta gran reserva con sus 13.000 km2 habitan más de 4.000 especies de vegetales y animales, cifra que representa el 30% de la biodiversidad total del país.
El estudio continuo a lo largo de los años ha permitido establecer la presencia de unas 85 especies de mamíferos, 35 de reptiles, alrededor de 45 de anfibios y unas 360 especies de aves, entre las cuales más del 90% son nativas o autóctonas de la región, lo que ha hecho que la zona haya sido declarada como IBA (Important Bird Area) por el sitio Aves Argentinas.
Este habitat también acoge especies en riesgo de extinción como el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el carpincho, el lobo de crin o aguará guazú, el yacaré overo y negro, el lobito de río, los monos aulladores o carayás y de aves que han hecho que la zona haya sido declarada como una IBA (Important Bird Area) por el sitio Aves Argentinas. En cuanto a la ictiofauna se pueden encontrar dorados, surubíes, pacús, mojarras, tarariras y palometas. A ello se suman flora acuática como el camalote y las amapolas de agua que en conjunto conforman los embalsados o islas flotantes.
Puerto Valle
Sus tierras se adentran en la reserva, llegando hasta el borde de los esteros ofreciendo un acceso exclusivo a este maravilloso reservorio natural.
Puerto Valle organiza la expedición a la Laguna Valle; partiendo desde el embarcadero hacia este espejo de agua para el avistaje de la fauna y flora del lugar con la degsutación de delicias correntinas y los clásicos mates. También ofrece salidas de pesca, avistaje de aves, navegaciones para contemplar el atardecer y salidas en kayak por el Paraná.
La estancia Puerto Valle fundada en 1868, destina sus tierras a la producción forestal y ganadera. Su vivero forestal, que puede visitarse, produce más de 4 millones de plantines de Eucalipto, Grevillea, Kiri y Yerba Mate, bajo el cuidado de sustentabilidad regido por normas internacionales.
Otro recorrido imperdible dentro de Puerto Valle es el Sendero de la Ribera, para disfrutar y descubrir la vegetación, y sorprenderse con los monos carayá que pueblan las copas de los árboles, mientras que los estratos inferiores de vegetación albergan aves, carpinchos y otros tantos mamíferos.
El hotel ofrece asimismo visitas a Ituzaingó para conocer detalles de la cultura local y propone cabalgatas y uso libre de sus bicicletas. Además, cuenta con un parque de 14 ha diseñado por el estudio del reconocido paisajista Carlos Thays, tiene piscina, huerta orgánica, palapa, quincho, biblioteca, Wi-Fi, pensión completa, lavandería, clases de yoga y masajes en habitación. Y ofrece el servicio adicional de traslado en privado a Puerto Iguazú con opción de conocer las Ruinas de San Ignacio Miní (Declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO).
Alojarse para el relax
No se trata solo de llegar a Puerto Valle para alojarse y visitar la zona, estar en el hotel mismo es una experiencia de relax, romanticismo y descanso, y sus instalaciones respetan el concepto de que el entorno es parte de lo habitable y que también es arquitectura.
Su construcción respeta un equilibrio entre el adentro y el afuera y respeta normas ecológicas, inscribiéndose en la ética y la estética del turismo, donde incluso sonidos y silencios forman parte de ese conjunto arquitectónico.
Sus trece habitaciones (algunas adaptadas para personas con capacidades diferentes) cuentan con vista al río Paraná y son el resultado de una exquisita combinación de arquitectura, decoración y cuidados detalles.
De ellas, ocho son habitaciones Deluxe, que disponen de terraza individual y amplios ventanales para disfrutar de las vistas, ya que frente al hotel, el cauce del Paraná ha sido modificado para formar un lago que brinda un paisaje de ensueño que se funde en el horizonte.En cuanto a las cinco habitaciones restantes, se disponen a lo largo en la antigua casona, con paredes de adobe, techos altos y amplios espacios con vistas a flora y fauna.
Sabores autóctonos
La gastronomía del hotel está a cargo del chef Guido Tassi que se caracteriza por una cocina con productos de la zona y de estación tales como peces de río, frutas tropicales y cítricos, entre otros, acompañados de una cuidada carta de vinos.
Completan la fiesta para el paladar los desayunos y meriendas con sabor local y pastelería casera. Esto sumado al entorno conforma una gran metáfora de los Esteros mismos, para disfrutar con todos los sentidos.
Clima: los inviernos son templados y lluviosos y los veranos, cálidos y secos. La temperatura media anual ronda los 20º C y las precipitaciones los 1.300 mm.
Más información: para conocer sobre las excursiones en más detalle, los programas de estadía, los paquetes y promociones, www.puertovalle.com.ar
Texto: Silvia Fittipaldi
Fotos: Gentileza Puerto Valle.