1- Planificá la compra.
Antes de decidir la salida y a dónde irás, hacé una recorrida virtual por las marcas para revisar precios. En estos tiempos en donde los montos son desorbitantes, puede pasar (y lo noto seguido con mis clientas), que te asusten los precios, más cuando sos de salir poco de compras. De esta forma te evitás ir a alguna marca en las cual consideres que no vale la pena pagar ese precio o por estar directamente fuera de tu presupuesto. La idea es optimizar tu tiempo y tener en claro que estás dispuesta a pagar y qué no.
2- Pensá la ocasión en que vas a utilizar más el jean.
Para actividades más formales, se recomienda tener un buen jean azul oscuro, sin gastado, roturas y sin costuras muy marcadas o que denoten una baja calidad. Luego, sí a los más claros o gastados para actividades informales y casuales.
3- Elección de tu talle.
Olvidate de los números. Cada marca tiene su propia política y no vale la pena amargarse porque en una casa te entró el 29 y en otra, el 32. Vos tan sólo ocupate de verificar que el calce sea el correcto y te quede bien. Si estás en dudas, pedí opinión a alguna amiga que tenga sentido por la estética y la armonía. O podrías sacarte fotos y mirarlas objetivamente. Sucede en general, que los espejos de muchos probadores nos «engañan» y la luz no ayuda. Por eso pasa tan seguido que nos gusta cómo nos queda algo y luego en casa lo probamos y ya no es lo mismo.
4- Llevate 3 talles al probador.
El que te parece que te entra, y además uno más chico y otro más grande. Así no habrá dudas. Algunos tienen más spandex que otros; por lo tanto, si se estira mucho, podrías probarte perfectamente uno más chico. Probate, probate y probate. Es la mejor forma para aprender a detectar los mejores calces, y las mejores prendas en general. Se aprende probando y detectando vos misma lo que te queda mejor. Nada de comprar por impulso, por marca o por recomendación.
5- Según tu cuerpo.
Si sos de caderas, muslos y cola grande, ¡ojo! con el gastado en esas zonas del pantalón, porque nos agrandan visualmente. Mejor optá por tonos lisos y más oscuros. También para estos tipos de cuerpos se recomienda elegir cortes rectos. Los chupines y oxford muy anchos no favorecen. Para las más flaquitas y sin complejos en piernas, tienen vía libre para jugar más con los tonos, roturas y gastados. Para los oxfords deben tener en cuenta que abajo no sea extremadamente ancho, sugiero semi – oxfords que caen mejor, en general para todas.
6- Los bolsillos.
Es ideal que queden en medio de la cola (bien centrados) y, en cuanto al tamaño, debieran ser siempre proporcionales a tu contextura. Si tenés cola grande y llevás unos bolsillos muy chiquitos, tu cola parecerá más grande, y si tenés poca cola y llevás bolsillos enormes -que ocupan más espacio que la cola misma-, quedarás desproporcionada.
7- El tiro.
Elegí tiro medio (justo por debajo del ombligo, o 1/2 cm más abajo). En general, les quedan mejor a todas. No al tiro bajo, no le favorece a nadie en general. El tiro alto, que se ve bastante en estos tiempos, podría funcionar para colas y caderas chicas/medias porque te las expone mucho más.
8- Lavado.
No al secador, lavalos en agua fría, jabón de prendas delicadas y se cuelga. Así te van a durar mucho más. Hoy en día hay mucho spandex y se estiran muy rápido.
9- ¡No lo tires!
Cuando ya estén demasiado estirados, no los descartes. Primero evaluá mandarlo a achicar de los costados. Esto lo puede hacer una modista muy fácilmente. Si además está muy gastado y no da más, podrías mandarlo a teñir. De un color oscuro, como negro o azul. Andá a una buena tintorería y consultá primero. Si lo hacen seguido en el lugar, te van a saber decir si te quedará bien o no. ¡Te va a quedar como nuevo! Sólo tené en cuenta que el primer lavado puede desteñir bastante, es una lavadita rápida en agua fría y a colgarlo. Y ojo que se puede achicar con la tintura: tenelo en cuenta, o aprovechalo si se te estiró.
Más información: Asesora Estefania Otturi