A sólo 107 km de la capital tucumana, Tafí del Valle es un excelente destino veraniego, dado que en el verano su temperatura ronda los 26º C. En febrero nos espera con la Fiesta Nacional del Queso y en Semana Santa miles de turistas la eligen para revivir la fe cristiana por medio de la obra de teatro “Pasión de Tafí del Valle”. La suma de paisajes, cultura y hospitalidad hacen de esta región un lugar ideal para el relax. ¿Qué se puede conocer en Tafí del Valle?
• La Quebradita y el diquela Angostura, ideal para la pesca del pejerrey y la práctica de deportes náuticos.
• Las ruinas de Quilmes, alas que se puede llegar desde Cafayate (Salta) o bien desde la localidad tucumana de Tafí del Valle. El destino es sencillamente espectacular, único, majestuoso. Las ruinas pertenecieron a los indios calchaquíes. Al pie del cerro se encuentra el museo local, que deja ver tras sus puertas todo lo que se ha encontrado hasta el momento de esta antigua civilización. Las ruinas de los Quilmes son uno de los asentamientos prehispánicos más importantes de la Argentina y se sabe que la tribu calchaquí las habitó aproximadamente desde el año 800 d.C. hasta el año 1666, cuando cedió ante el avance español.
• Amaicha del Valle es desde hace unos años la joya de los valles calchaquíes. En ella, aún hoy, es posible interactuar con una de las comunidades indígenas más puras del país. Este bello poblado, que forma parte de los valles calchaquíes tucumanos, posee uno de los climas más benignos del mundo, con 360 días calendario de sol asegurado para sus visitantes. Cada año se festeja la fiesta de La Pachamama (Homenaje a la Madre Tierra), que se lleva a cabo en febrero.
• Reserva Arqueológica Los Menhires, ubicada en la localidad de El Mollar, a 15 km hacia el Este de Tafí del Valle. Un predio con más de 50 megalitos que datan de entre el820 a.C y el 780 d.C. Muchos estudiosos consignan que los menhires representan el carácter mágico de la cultura Tafi -una de las primeras tribus alfareras del noroeste argentino-y simbolizan la fertilidad y la fecundidad por su disposición fálica. Al recorrer la zona, se puede admirar la magnitud de los trabajos, que pueden llegar gar a medir hasta 3 metros y pesar 4 toneladas. Están realizados en rocas graníticas.
• Otras actividades son las cabalgatas, paseos en 4 x 4, rafting, trekking y turismo ecológico.
SABORES NORTEÑOS Y DELICATESSEN
La amplia variedad gastronómica de la zona comienza con las típicas empanadas y tamales y continúa con platos de primer nivel como cordero, pescados y locros. La excelente agricultura de la región, sumada a las artes culinarias con recetas realmente increíbles de sus pobladores, hacen que la hora de comer se vuelva un atractivo de por sí especial.
El charqui es uno de los platos a probar en Tafí del Valle. Se trata de carne salada a temperatura ambiente, sin procesos químicos ni conservantes que acompaña quesos, salames y una amplia variedad de vinos.
Y entre los típicos productos regionales de la zona, el queso de aquí es reconocido a nivel mundial; los secretos de su elaboración se transmiten por generaciones: todas las antiguas estancias tenían que sería propia, es por eso que cada unidad, en la parte superior ostenta una marca, símbolo de la estancia en donde el queso fue producido. Hoy, en la Estancia Los Cuartos encontramos el único queso que se sigue fabricando con la receta original que dejaron los jesuitas en el siglo XVIII luego de su paso por el Valle.
Todo comienza con el ordeñe de las vacas, que pastan en zonas de algarrobillo, una especie de la zona que se supone que ayuda a que los quesos tengan un sabor especial.
Elaborados los quesos, antes de colocar la masa en los moldes, se ubica un liencillo que posteriormente permitirá retirarla. En la parte superior del molde se le coloca una tapa de madera que servirá de prensa. Para terminar de quitarle al queso el exceso de humedad, dos y tres veces por día se le da una vuelta de tuerca a la prensa. Se deja 24 horas en esta parte del proceso. Su estacionamiento se realiza en zarzos de caña, en la parte alta de la habitación. No hace falta darlos vuelta porque tienen ventilación de ambos lados. Es fundamental que la maduración en esta habitación sea con control de humedad, temperatura y luz ambiente.
Una vez en casa, los quesos pueden guardarse a temperatura ambiente o en heladera, pero se debe evitar congelarlos o llevarlos al freezer. Pero no solo se trata de llevarnos los quesos a casa. La estancia brinda también servicio de alojamiento, desayuno y almuerzo.