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25 de julio, 2013

Mi Buenos Aires querido

Meca de los que desde lejos adoran el tango, ciudad europea bien al sur de América Latina, nuestra capital es también motivo de turismo, no sólo para extranjeros o provincianos sino también para los que vivimos estamos cerca y por el apuro cotidiano la recorremos sin mirarla. Aquí, una guía bien porteña para hacer miniturismo y deleitarse como extranjero.

 

Son varios los lugares emblemáticos de Buenos Aires que muestran sus bellezas como un grito a voces y que también esconden pequeños reductos, misteriosos lugares que vale la pena descubrir…, para sorprendernos y sentir que por primera vez vemos nuestra ciudad como si hubiésemos viajados kilómetros para sentir la magia de ese descubrimiento. ¿Cuánto tiempo hay? Tres días, cualquier fin de semana largo, a pleno frío o para cuando lleguen los primeros brotes de primavera… conviene ir pensando por dónde empezar. Estas recomendaciones sirven para planear distintas salidas, una para cada barrio y disfrutar una y varias veces de este querido Buenos Aires.

 

Recoleta, un clásico

El circuito que abarca Plaza Francia, la Iglesia del Pilar, el Centro Cultural Recoleta, el Buenos Aires Design, el Palais de Glace y el Museo Nacional de Bellas Artes concentra lo mejor del arte, edificios simbólicos de gran calidad arquitectónica y bellísimos paisajes. Este recorrido, por la zona más elegante y aristocrática de la ciudad, es un delicioso paseo que no tiene desperdicio.

• Los domingos la plaza Francia es una fiesta con artesanos, payasos, malabaristas y músicos amateur.

• Pero, además, bien vale la pena darse una vuelta por la Iglesia del Pilar, la más antigua de Buenos Aires de estilo barroco, ubicada en Junín 1904, cuya arquitectura data del siglo XVIII y que conserva en su interior importantes obras de arte. Y por qué no, a unos pasos se puede visitar el Cementerio de la Recoleta donde se hallan las criptas de grandes hombres de la patria. Muchos monumentos construidos por importantes arquitectos y escultores. Para conocer misteriosas historias y anécdotas: visitas guiadas de martes a domingo, a las 9.30, 11, 14 y 16.

• Ahí nomás, en Junín 1930, se puede visitar el Centro Cultural Recoleta y el Buenos Aires Design. Este conjunto edilicio construido en el año 1732 sobre un solar donado a los frailes Franciscanos Recoletos, fue convento, cárcel y asilo. Reciclado en 1980 por los arquitectos y artistas plásticos Clorindo Testa, Jacques Bedel y Luis Benedit, es hoy una obra emblemática de gran valor arquitectónico. El Centro Cultural Recoleta es un centro de exposiciones dedicado al arte de vanguardia. Pintura, escultura, arquitectura y espectáculos llenan sus salas , patios y calles adoquinadas. Para que los chicos aprendan jugando, está el Museo Participativo de Ciencias. Desde Pueyrredón y Libertador, también se accede al Buenos Aires Design; es el primer edificio dedicado por completo al diseño, equipamiento, construcción y decoración. En sus dos plantas, hay locales de las mejores marcas del rubro que ofrecen productos acordes a las últimas tendencias del mercado. En el primer piso, en una magnífica terraza de 3000 m2, se encuentran variadas y muy buenas propuestas gastronómicas con gran vista a la Recoleta.

• Imperdible, en Posadas 1725, el Palais de Glace. Coronado con una imponente cúpula de vidrio, el edificio fue diseñado por J. L. Ruiz Basadre en 1910 con el propósito de albergar una pista circular de patinaje sobre hielo. Unos años después, fue convertido en salón de baile, hasta que, en 1931, el arquitecto Alejandro Bustillo se hizo cargo de la remodelación del edificio para transformarlo en una sala de exposición de obras artísticas. El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2004.

• En Libertador 1473, los espera el Museo Nacional de Bellas Artes, con una exposición permanente que es el mayor patrimonio de arte de la Argentina, con obras de los más famosos artistas nacionales y de genios de la pintura como Rembrandt, Rubens, Degas, Renoir, Chagall, Picasso, Goya, Monet, Van Gogh, entre muchos otros.

• Y si se trata de hacer un alto para comer algo o tomar un café, no se puede obviar el tradicional bar La Biela, de Quintana 598, frente a la plaza. Inaugurado en 1850, es nombrado como “La Biela” en 1942 cuando se convierte en el punto de reunión preferido de los aficionados al automovilismo.

• Y a quienes gusten de caminar, pueden cruzar desde el Museo de Bellas Artes, de Libertador a Avenida Figueroa Alcorta y dirigirse luego hacia la zona del Rosedal. En el camino se toparán con el Parque Thays y las estatuas de Botero y con la Floralis Genérica, una gran estatua en la intersección de Figueroa Alcorta y Austria, en el corazón de la Plaza de las Naciones Unidas, que fuera donada por su creador, el arquitecto argentino Eduardo Catalano. Está realizada en hormigón armado, aluminio y acero inoxidable. Tiene seis pétalos y está y ubicada sobre un espejo de agua.

•En Libertador1902, el Palacio Errázuriz, un ejemplo del estilo ecléctico francés de gran auge en la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX, alberga al Museo Nacional de Arte Decorativo, donde se exhiben  muebles, pinturas, esculturas, cristalería y objetos propios de la decoración de los siglos XIX y XX en nuestro país. En los jardines del Museo se encuentra el café-restaurante Croque Madame, para disfrutar entre el verde de los jardines.

 

La Boca, color y sabor

Este barrio, meca de los inmigrantes que llegaron a Buenos Aires, fue el amado lugar del pintor Benito Quinquela Martín y motivo de toda su obra. Debe visitarse principalmente los fines de semana, que es cuando la calle Enrique del Valle Iberlucea se convierte en peatonal y que en su intersección con Caminito (un verdadero museo a cielo abierto donde se puede observar la arquitectura y los talleres y la obra de los artistas del barrio) da lugar a la feria artesanal “Vuelta de Rocha”. Pero ¿qué más ver en la Boca? Mucho más:

• Allí mismo, al lado de Caminito, en Pedro de Mendoza 1929, frente a la Vuelta de Rocha, se encuentra la Fundación Proa, un centro de arte de vanguardia en exposiciones artísticas. Se trata de un centro de gran atractivo. Además de tener buen arte, en Proa hay una excelente librería y un bar, en el segundo piso, donde tomar ricos cafés con tortas mientras se disfruta de una espectacular vista panorámica sobre el Riachuelo.

• A pasos, el Museo de Cera, el único de la Argentina, se encuentra en Del Valle Iberlucea 1261. Se trata de una casa de principios del siglo XX, que fue sede del Comité Socialista presidido por el Dr. Alfredo Palacios. En este museo se puede encontrar la esencia del barrio en escenas que evocan la epopeya del Sur de Buenos Aires, desde sus orígenes hasta nuestros días.

• Y no podía faltar el Museo del pintor Benito Quinquela Martín, en Av. Pedro de Mendoza 835. En 1933, Benito Quinquela Martín donó un terreno para construir un edificio que albergaría una escuela primaria, un museo de arte argentino y su propia vivienda y taller. Él mismo decoró las aulas con pinturas murales. La colección del museo, que funciona en el tercer piso, fue iniciada por el pintor e incluye mucha de su obra y la de otros artistas argentinos.

• Y a la hora de un tentempié no se puede obviar un almuerzo o cena en el bar El Obrero, en Agustín de Caffarena 64, uno de los bodegones emblemáticos de Buenos Aires, que figura en la lista del libro Bodegones de Buenos Aires, de Pietro Sorba y que ofrece al visitante degustar, en un espacio decorado con la historia del barrio, deliciosas rabas, pescados, pastas y carnes. Y otra opción excelente es Il Matterello, en Martín Rodríguez 517, para disfrutar de la mejor pasta a la italiana realizada con las mejores materias primas y al vero estilo italiano.

 

Perlitas en el Botánico

El Botánico es un barrio encantador en el que a la altura de Libertador y Sarmiento se puede apreciar el Monumento a Los Españoles, el Zoo de Buenos Aires y, enfrente, cruzando la Avenida Las Heras, el Jardín Botánico. Aquí, tres puntos para destacar para quienes quieran extender su paseo desde la Recoleta:

• Dentro de El Rosedal, que comienza donde está el Monumento a los Españoles, hay un gran lago que puede recorrerse a pie o en bicicletas que se alquilan, además de ser cruzado en bote, para los amantes del agua. En el circuito que circunda el lago uno puede toparse con el Museo Sívori (Infanta Isabel 555) que siempre tiene una excelente obra permanente y exposiciones muy interesantes, además de un bar en su interior que da a un parque y que es una delicia para descansar en un ambiente pleno de arte.

• Otro punto especial en Botánico es visitar el Museo Evita, emplazado en un petit hotel de la primera década del siglo XX. Está ubicado en Lafinour 2988, y fue sede del Hogar de Tránsito Nº 2, un albergue de la Fundación de Ayuda Social Eva Perón, para mujeres del interior del país en su paso por Buenos Aires. En un concepto dinámico y moderno, el museo exhibe la vida de Eva Perón, su pensamiento, sus objetos personales y escenografías que muestran cómo era el hogar de tránsito que allí funcionaba. La casa posee un patio andaluz y pegado al Museo, el restaurante-bar con un buen jardín y con una  moderna carta.

• Y un imperdible de esta zona es el MALBA Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires–, ubicado en Avda. Figueroa Alcorta 3415. Se trata de un edificio construido especialmente por la Fundación Eduardo F. Costantini, a partir de un concurso internacional realizado en 1977 que ganaron los arquitectos Gastón Atelman, Martín Fourcade y Alfredo Tapia. El proyecto, que tiene múltiples premios internacionales, se destaca por la integración del edificio a la ciudad y el diseño de un entorno propicio para disfrutar de las obras de arte. Su colección permanente de arte latinoamericano es muy importante y ofrece gran cantidad de actividades que  pueden consultarse en www.malba.org.ar. Imperdible: hay que darse una vuelta por la librería con excelente material para grandes y chicos referido al arte, y recorrer la tienda de diseño del museo.

 

Otros imperdibles

• La tradicional Feria de San Telmo, los domingos, para amantes de las antigüedades.

Gallery Nights, la recorrida que ya es tradicional por las galerías de arte y se realiza un jueves por mes. La próxima es el 15 de agosto. No es un tour guiado, la idea es que con mapa en mano, el público pueda recorrer las galerías de la zona, de la manera que prefiera, o asistir a las muestras que más le interesen. Todo es gratuito. Acompañan durante el recorrido, música y espectáculos gratuitos. El circuito tradicional –aunque a veces se realiza en distintos barrios– es por las galerías de Retiro, Barrio Norte y Recoleta. Para informes, ingresar en www.gallery-nights.com.ar

• La Feria de Mataderos está dedicada a las tradiciones argentinas, con venta de artesanías, carreras de embolsados, salto a la cuerda, carreras de sortijas, danzas folclóricas, tango y mucho más. Con participación libre y gratuita. En Av. Lisandro de la Torre y Av. De los Corrales. Información en wwww.feriademataderos.com.ar

 

Texto: Silvia Fittipaldi
Fotos: archivo Mujer Country.