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16 de agosto, 2013

Hormigón a la vista

Esta casa de veraneo en Mar Azul, cuya presencia no impide que el imponente paisaje circundante siga siendo protagonista, resultó premiada en la Bienal de Arquitectura de Quito, Ecuador. Ejemplo del buen diseño para una construcción de bajo costo y fácil mantenimiento.

 

Mar Azul es un lugar que conocemos hace muchos años. Sabíamos de antemano de la potente presencia paisajística de su bosque y de las características de su microclima«, dicen los arquitectos María Victoria Besonía, Guillermo de Almeida y Luciano Kruk. Pero aclaran que las decisiones estético-constructivas surgieron no sólo a partir de la idea de aprovechar lo que el ambiente ofrece, sino también de la necesidad que impone un bajo presupuesto y un fácil mantenimiento, una vez que la casa estuviese terminada y de que el tiempo de construcción se acortase todo lo posible, ya que el seguimiento se haría a distancia.

Con estas premisas, la casa fue resuelta como un prisma de hormigón de proporción alargada y de altura mínima, que se ubicó aprovechando una pequeña planicie natural en un terreno cuya característica relevante es la importante pendiente en diagonal (6 metros de diferencia entre una esquina y la opuesta del lote). Más allá de esta especie de terraza natural, la pendiente se hace más abrupta y los pinos empiezan a ralearse. Con esta ubicación se modifica apenas el perfil del médano y no se interrumpen las vistas al paisaje desde los lotes linderos, ya que desde ellos sólo se apreciará un suelo (en realidad, el techo de la casa) cubierto del follaje seco de los pinos en permanente renovación.

Como la construcción está ubicada paralela al lado más corto del lote y la pendiente del médano es oblicua respecto de las octogonales del mismo, la casa se presenta semi-enterrada en uno de sus ángulos y con sus cimientos expuestos en el opuesto. De manera tal que la forma pura, contundente, parece emerger del médano con dos fachadas bien diferenciadas: la SO hundida en la arena con una abertura que la recorre de extremo a extremo y cuya altura va acompañando la pendiente del médano y la NO totalmente vidriada como un balcón que permite vistas lejanas, pero a la vez parcialmente protegida de las miradas desde la calle por unos tabiques “paravistas” que varían su posición y cantidad acorde a los ambientes que protegen. Los vidrios de este ventanal corrido a su vez reflejan el paisaje cuando la casa se observa desde el afuera, atenúan el prisma puro de fuerte presencia horizontal y ofrecen, a medida que el observador se desplaza, vistas siempre cambiantes de la casa y el paisaje que la cobija.

 

La organización funcional

Sobre la fachada balcón se ubican los ambientes principales, uno a continuación del otro, unidos por un deck. Sobre la fachada hundida, se hallan los baños y la cocina, y en el extremo que va “desenterrándose”, el comedor. La casa no cuenta con un acceso protagónico y, si bien el ingreso por la zona más pública ha de ser sin duda el de uso habitual, también se puede entrar a esta vivienda flexible en su uso, por cualquiera de los otros ambientes.

Las actividades exteriores no pretenden estar determinadas por razones funcionales, sino que es la propia topografía la que va definiendo el lugar para dejar el automóvil, para ubicar la parrilla o para determinar la posición de la plataforma para tomar sol y refrescarse. Al respecto, los arquitectos dicen que: “También la resolución de las actividades al aire libre son el resultado de hacer la menor operación sobre el entorno”.

 

Un sistema constructivo sustentable

Se trata de una envolvente de hormigón a la vista con el agregado de un plastificante que optimiza la mezcla para que, al fraguar, resulte de mucha compacidad. Gracias a este procedimiento, la cubierta se puede resolver sin contrapiso de pendiente ni membrana hidrófuga; simplemente, la losa se realiza desde el vamos con la pendiente necesaria  para permitir el libre escurrimiento del agua de lluvia. Además, en las paredes, la calidad expresiva del hormigón visto y sus propiedades de resistencia e impermeabilidad hacen innecesario cualquier tipo de acabado superficial. Así se logra también un bajo costo de ejecución en las terminaciones y en el mantenimiento futuro.

 

Ficha técnica: Casa de hormigón

Proyecto: Arquitectos María Victoria Besonía, Guillermo de Almeida y Luciano Kruk.

Superficie del terreno: 595,50 m2 .

Superficie cubierta: 90 m2 .

Año de construcción: 2006/2007.

Fotos: Daniela Mac Adden.