Una de las consignas era que la vivienda no superara los 200 m2 cubiertos, de acuerdo a las reglamentaciones del country. Para optimizar los m2 y la conversión de los espacios en un futuro, sus creadores, los arquitectos Claudio Fraga y Daniel Stinchi, del estudio Kraftwelt Argentina, resolvieron la casa en una única planta con cuatro dormitorios. Dos de ellos – los centrales- pueden convertirse en un solo gran espacio mediante pequeños cambios en la tabiquería divisoria y, en el futuro, formar parte del living. “Los arquitectos debíamos en este caso considerar cambios que fuesen simples y de baja inversión”, explica Claudio Fraga, titular de Kraftwelt Argentina.
La planta única les permitió proyectar un fluido vínculo entre las diferentes áreas funcionales internas, entre sí y con el exterior. El esquema considera cuatro bloques funcionales: íntimo, de servicio, técnico y de equipamiento, y living-comedor.
El bloque íntimo está resuelto con cuatro dormitorios, dos en los extremos, con baños en suite, y dos centrales que comparten un tercer baño, también utilizado como toilette. En el área de servicio se agrupó la cocina, el lavadero y un dormitorio.
El bloque de equipamiento fue resuelto con una barra central que divide el sector íntimo del social y “contiene todas las áreas de apoyo necesarias para abastecer a los diferentes sectores funcionales de la vivienda”, explica Fraga. Este espacio incorpora el área de parrilla, placares de guardado, el área de trabajo vinculada a los dormitorios, el equipamiento de apoyo para el living-comedor, equipos de aire acondicionado, tanques de agua, troncales de cañerías de distribución de agua y calefacción, comandos de climatización y barral de iluminación para el estar–comedor.
El último bloque, estar–comedor, fue proyectado con un gran techo que virtualmente “flota, sobre amplios paños vidriados que vinculan ese sector con el exterior”, comenta el arquitecto. Este gran techo incorpora el área semicubierta y fue proyectado con una altura de 4 m para permitir captar visuales completas de la vegetación del entorno.
La decisión de subdividir en bloques permitió optimizar los 200 metros cuadrados y crear espacios flexibles y dinámicos.
“A futuro, esta casa seguramente disminuirá su población y es probable que la cantidad actual de dormitorios sea innecesaria. El proyecto contempla la posibilidad de vincular el área de living-comedor con los dos dormitorios centrales mediante pequeños cambios de tabiquería, resuelta en panelería de yeso. Así se puede generar un tercer espacio de estar para recibir a la familia ampliada, una vez que los hijos hayan crecido, ganando en los extremos un dormitorio de visitas, por ejemplo, para los nietos, y otro principal para los padres”, conceptualiza el titular de Kraftwelt.
Desde las soluciones técnicas también se buscó este concepto de versatilidad de los ambientes, ya que se utilizó una platea de fundación continua, que permite adaptar cualquier tipo de transformación desde lo estructural, además de un revestimiento de piso único y continuo.
La vivienda plantea un antes y un después en relación a sus objetivos de bienestar y crecimiento imaginados en el tiempo. “Estas ideas deben dominarse proyectualmente desde el inicio para ser volcadas en la propuesta. La incorporación del factor tiempo dentro de la concepción es necesaria no sólo en los aspectos que se vinculan con los estéticos-funcionales, sino con técnicos-constructivos”, concluye Fraga.
Obra: casa unifamiliar.
Ubicación: partido de Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires.
Proyecto y dirección: Kraftwelt Argentina, Arquitectos Claudio Fraga y Daniel Stinchi.
Año de terminación: 2009.
Superficie cubierta: 200 m2.