Pensando en una mujer que gana la calle día a día, la cartera para la temporada otoño-invierno se agranda y se convierte casi en un utilitario imprescindible. En ella cabe una laptop chica o una tableta, así como todo lo que necesita para la tarea diaria. Y, algo fundamental, recupera un ítem de los años ’70: la doble manija, es decir, la corta para llevar de la mano o en el codo, y la larga, para colgar del hombro. Todo pensado. No se dejó nada librado al azar.