En una lonja de terreno dentro de un área verde que desciende hacia el río Támesis (cerca de Oxford), los arquitectos Sam Selencky y David Parsons proyectaron la River House, una construcción de tres plantas con varios espejos de agua y una pequeña cascada que lleva dentro de la casa el sonido del río. Además, los arquitectos usaron madera de Iroko (una teka africana), un material que se emplea tradicionalmente en la construcción de botes. Agua y madera, entonces, son los dos elementos que contextualizan el diseño.
La vivienda ocupa casi todo el ancho del lote y, sin embargo, desde la calle se puede espiar el fondo y el jardín. Los listones de madera que cubren las aberturas vidriadas se van espaciando en el centro de la fachada abriendo las visuales.
Para ingresar a la casa se debe atravesar un pequeño puente que sortea un espejo de agua, donde un desnivel forma una caída de agua. Ese piletón alargado actúa como gran espejo para iluminar los ambientes del piso inferior. A su vez, pequeñas luces ubicadas en la parte inferior del voladizo del techo reproducen los reflejos del agua por la noche.
Al traspasar una puerta de madera deliberadamente oculta en la fachada, el espacio del hall se abre luminoso y con doble altura. A partir de ahí, se inicia un recorrido a través de una planta muy abierta y con forma de L. En la unión entre las dos «alas» que conforman la planta baja, se ubica la escalera de madera y con peldaños en voladizo, abierta hacia el estar. Este espacio en doble altura posee amplios ventanales que se abren por completo, de piso a techo, para conectar el interior con la galería. Más adelante, un par de dormitorios con sus respectivos baños en suite más un escritorio.
En la otra pata de la L, se extiende la cocina, organizada en forma de isla, y el comedor. Aquí, el piso de piedra caliza se combina con un sector de madera clara que traspasa los cerramientos de vidrio hasta la pileta, para acentuar nuevamente la integración interior-exterior.
La planta alta está reservada para el dormitorio principal, con baño en suite y vestidor, desde el que se accede a una terraza con baranda acristalada, mientras que en el sótano hay dos dormitorios más, un baño y una sala de juegos.
Desde el jardín, llaman la atención los aleros de hormigón con un pulcro revoque blanco, que se extienden para crear una protección para la zona del estar. Estos voladizos fueron alivianados intercalando listones de madera para reducir visualmente la masa de la casa.
“Nuestro objetivo era crear una casa sustentable sin que ello la definiera arquitectónicamente”, resumen los arquitectos. Por eso, el proyecto combina soluciones tecnológicas y artesanales, y “esconde” paneles fotovoltaicos, una caldera de biomasa y techos verdes.
El estudio
Los arquitectos Sam Selencky y David Parsons conforman un estudio con base en el Sur de Londres, que ya acumula 20 años de experiencia. “Creamos espacios inspiradores, prácticos y coherentes. Escuchamos, investigamos, desarrollamos soluciones específicas para cada lugar y cada cliente”, explican.
Selencky y Parsons trabajan juntos desde que se conocieron en la Escuela de Arquitectura de Manchester. Además, han desarrollado proyectos a través de una amplia gama de escalas y tipologías siendo parte de grandes estudios como Arup Associates y Patel Taylor respectivamente.
Ficha técnica
Ubicación: Ribera del río Támesis, Oxford (Inglaterra).
Autores: Selencky & Parsons.
Fotografías: Jim Stephenson.
Texto: Paula Baldo.