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26 de enero, 2015

La Boca, mucho más que Caminito

A veces reducimos el barrio a su emblemática calle peatonal, pero a los lugares clásicos se han ido agregando otras atracciones que cada fin de semana atraen a miles de visitantes, locales y extranjeros.

 

La Boca es uno de los barrios porteños con más identidad y que cuenta con numerosos lugares emblemáticos, que lo hacen particularmente atractivo, algunos antiguos como la calle Caminito y otros más nuevos como la Fundación Proa o la Usina del Arte. Porque además de historia, La Boca tiene presente.
Ubicado en el sur de la ciudad, en el límite con la provincia de Buenos Aires, debe su nombre a que se encuentra en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata. Albergó dos clubes, Boca Juniors y River Plate, hasta que los millonarios se mudaron a Núñez, su lugar definitivo, lo que amplió la rivalidad: uno en el sur, el otro en el norte de la ciudad. Los límites del barrio son las avenidas Regimiento de Patricios, Martín García y Paseo Colón, la calle Brasil, la Dársena Sur y el Riachuelo.
Justamente, uno de los imanes del barrio es el estadio de Boca, la mítica Bombonera, ubicada en Brandsen 805, junto a una vía muerta.

 

Los clásicos
* Vuelta de Rocha. Es uno de los lugares más característicos del barrio, está justo donde el Riachuelo hace una gran curva y desde ahí se ve lo que la avenida Pedro de Mendoza tiene para ofrecer, a todo color.
* Caminito. En la década de 1950 un grupo de vecinos decidió recuperar un viejo callejón de algo más de 100 metros, de recorrido sinuoso, por donde originalmente había corrido un antiguo ferrocarril. Benito Quinquela Martín, el pintor del barrio y el que le dio buena parte de su identidad, ayudó a los vecinos para que pintaran los conventillos con colores más vivos que los usados por los inmigrantes originales. Y esos mismos colores se usaron en los edificios que el pintor donó para el barrio.
* Los puentes. Hay dos y ambos se llaman Nicolás Avellaneda. Uno es el antiguo que, en realidad, era una plataforma transbordadora colgante, que permitía cruzar peatones, carros, vehículos y tranvías, uniendo la ciudad de Buenos Aires con el partido bonaerense de Avellaneda. Años después, en 1940, a escasos 100 metros se inauguró el nuevo puente, peatonal y carretero. Hoy, ambos pueden ser apreciados desde la renovada costanera, que permite disfrutar de la vista en general (aunque la limpieza del espejo de agua siga pendiente…).

 

Un alto en la huella para comer
Quien se adentre en las calles de La Boca se encontrará con múltiples bares, cantinas y bodegones donde comer y tomar algo, pero algunos de ellos son particularmente conocidos. Tal el caso de Il Matterello (Martín Rodríguez 517), donde las pastas son la gran vedette. Otro famoso es El Obrero (Agustín R. Caffarena 64), para comer buena cocina porteña, sin grandes remilgos pero con mucho sabor. La pizza es más rica en La Boca, especialmente en la sucursal xeneise de Banchero (Suárez 396 y Almirante Brown). Para una propuesta más gourmet, El estaño 1880 (Aristóbulo del Valle 1100) y de paso si se asoman, ven la cancha.  Después es cuestión de ir descubriendo por cuenta propia lugares nuevos, para agregar a esta lista.

 

Arte para todos los gustos
La oferta cultural de La Boca es realmente amplia y variada, lo que inclusive obliga a ir más de una vez, porque es difícil abarcar todo. Estos son los puntos más destacados.
* Fundación Proa. Una de las joyas más recientes del barrio, presenta exposiciones temporales de artistas de vanguardia, tanto nacionales como extranjeros. Además, cuenta con un café y restorán hermoso. En Av. Pedro de Mendoza 1929.
* Museo de Bellas Artes Quinquela Martín. Se alza en unos terrenos donados por el propio artista para levantar una escuela y el Museo de Artistas Argentinos. Además, donó 50 grabados y 27 óleos. En el segundo piso hay una sala exclusiva de mascarones de proa, las tallas de madera que adornaban los barcos. En Av. Pedro de Mendoza 1835.
* La Usina del Arte. Es la nueva niña mimada del barrio y de la ciudad toda. El bellísimo edificio data de 1916 y durante muchos años albergó a la compañía Ítalo Argentina de Electricidad. Ahora ha sido recuperada y se la transformó para su uso artístico. Entre otras maravillas cuenta con una sala sinfónica con capacidad para 1200 personas. Uno de sus puntos más altos es su impecable acústica. En Av. Pedro de Mendoza 501.
* Museo Histórico de Cera. Ubicado en una vieja casona, exhibe figuras de tamaño natural de personajes históricos y escenas históricas de Argentina. En Del Valle Iberlucea 1261.
* Museo de la Pasión Boquense. Está ubicado en la sede del club y tiene fotos de todos los jugadores que alguna vez vistieron la azul y oro, los trofeos, los goles, la evolución del estadio y la historia del barrio. En Brandsen 805.
* Teatro de la Ribera. Desde hace pocos años se dedica exclusivamente al tango. Funciona en un edificio que donó, por supuesto, Quinquela Martín y, de hecho, cuenta con ocho murales suyos. En Av. Pedro de Mendoza 1821.
* El galpón de Catalinas. Uno de los mayores orgullos del barrio. Surgido del barrio Catalinas Sur, un viejo galpón se convirtió en sala de teatro gracias al Grupo de teatro Catalinas Sur. Su mayor éxito fue “El fulgor argentino”. Para consultar su cartelera: www.catalinasur.com.ar. En Benito Pérez Galdós 93.

 

Texto: Florencia Romeo