El sistema PATH (Casas Tecnológicas Accesibles Prefabricadas, según su sigla en inglés) permite construir casas de “energía positiva”. Se trata de viviendas diseñadas para producir más energía de la que consumen, una tendencia muy avanzada en Europa: en Francia, por ejemplo, la legislación exige que a partir del año 2020 todos los edificios nuevos cumplan con esa premisa y sean extremadamente eficientes. Esto se consigue reduciendo el consumo de energía de la vivienda a través de un aislamiento importante para limitar las pérdidas térmicas, y con la incorporación de sistemas de generación ecológicos.
Philippe Starck debe su fama mundial a su incansable inventiva y a una postura transgresora frente al diseño y su función estética. El diseñador francés fue convocado por la empresa eslovena Riko, especializada en construcciones con madera, para crear una colección de casas prefabricadas con sistemas de alta tecnología: las casas PATH integran en su estructura sistemas de energía solar térmica, fotovoltaica y eólica.
Starck concibió 34 opciones de configuración del kit, con casas que varían en tamaño de 140 m2 a 350 m2, así como en el número de habitaciones, de una a ocho. En cuanto a la estructura de la casa, los clientes pueden elegir entre una carcasa exterior de vidrio, una combinación de paredes de madera y superficies de vidrio, o una estructura de madera que permite una mayor privacidad y calidez. El tipo de techo también es personalizable. De ese modo, el proyecto es completamente modular y flexible, donde las elecciones por parte de los propietarios hace variar los precios entre 2.500 y 4.500 euros por metro cuadrado.
Por otro lado, estas casas se elaboran con un alto grado de prefabricación que permite ahorrar tiempo y dinero: “La producción integra tecnología ecológica, lo que permite reutilizar los residuos que se producen durante la fabricación de las casas”, explican desde Riko. Cada componente (cerramiento exterior, paredes internas, cielo rasos y techo) es prefabricado en un taller cerrado, seco, computarizado y rigurosamente controlado.
Este nivel de prefabricación, que la constructora ha desarrollado durante los últimos veinte años, reduce considerablemente la duración del proceso de montaje en comparación con las técnicas, lo que permite un mejor control de los costos: la casa está lista en tres meses.
Más allá de las ventajas económicas proporcionadas por la prefabricación industrial, las casas PATH constituyen una alta solución ecológica que permite a sus propietarios a reducir su consumo diario de energía, en comparación con una construcción estándar. En este caso, las fachadas de vidrio tienen un cristal triple (de 63 mm de espesor), reforzado con argón y criptón. “La estructura y espesor de las paredes de madera dependen del clima de la región donde se construye la casa y las necesidades energéticas de cada cliente”, explican los constructores.
En las paredes emplean varios materiales de aislamiento según el caso: celulosa, lana de roca, fibra de vidrio, con un espesor que varía de 200 a 300 mm (lo más común en nuestro país es 50 mm). “En una casa tradicional las necesidades de calefacción y aire acondicionado representan el 50% del consumo total de energía. En PATH, los excelentes sistemas de aislamiento térmico y otros equipos de eco-tecnológicos permiten reducir el consumo de la energía convencional (fósil) a sólo el 17%”.
Texto: Arq. Paula Baldo.