Parque Provincial Ischigualasto
A unos 330 kilómetros de la capital sanjuanina y a escasos 80 kilómetros de la localidad de San Agustín del Valle Fértil, este parque también es conocido como Valle de la Luna. Declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los yacimientos paleontológicos más destacados del mundo. Entre otras maravillas ahí se pueden encontrar huellas de dinosaurios y cinco estaciones con geoformas y colores. Enclavado en una extensión de 25 kilómetros de largo y 10 de ancho, transporta a escenarios de otro planeta en el instante que se pisa su suelo. El recorrido descubre algunos restos de los vertebrados más antiguos, enmarcados por rocas esculpidas por el viento desde la era Mesozoica, generando una suerte de viaje a través del tiempo.
El sitio expone formaciones conocidas como “Chañares y Los Rastros”, que son las más antiguas; la de “Ischigualasto”, construida por arcillas blandas y areniscas, y por último “Barrancas Coloradas”, un paredón rocoso de espléndidas formas rojizas. Entre todas ellas, las formaciones más famosas son “El Submarino”, “La Esfinge”, “Las Bandejas” y “El Hongo”, que brindan una vista de gran belleza y misterio.
Dato extra: gracias a sus increíbles cielos, este sitio recibió la denominación de destino StarLight y es por eso que ofrece circuitos para realizar a la luz de la luna. La vivencia es poderosa cuando se pueden presenciar estrelladas noches de luna llena y ver cómo la luz juega con cada roca. Así se forman cuadros pintados con los contrastes de la luz del cielo y las inmensas formas que hacen del Valle de la Luna un lugar surrealista.
Parque Nacional El Leoncito
Ubicado en el departamento de Calingasta, al sudoeste de la provincia, este parque abarca unas 90 mil hectáreas e invita a disfrutar escenarios naturales increíbles.
Inmerso en un paisaje de planicie, de alrededor de 14 kilómetros de largo y casi 4 kilómetros de ancho, conserva ambientes tales como el Monte, la Puna y los Altos Andes. Distante 35 kilómetros de la localidad de Barreal, sus suelos y cielos dibujan una extraña superficie en un hábitat que protege fauna y flora de especies autóctonas, cordilleranas y aves rapaces.
El Parque incluye tramos del Camino del Inca, ya que en las cuevas de Los Morrillos de Ansilta se recuperaron 17 momias con una antigüedad que oscila entre los 4000 a 2000 a.C y además pueden apreciarse rocas esculpidas realizadas por los antiguos pobladores junto a restos de huesos de sus presas.
A unos kilómetros de allí, el Complejo Astronómico El Leoncito es el lugar perfecto para el turismo astronómico. Allí el cielo es tan limpio y puro que permite, desde el observatorio, descubrir y mirar los astros durante una gran parte del año. En síntesis: el Parque Nacional El Leoncito regala una experiencia visual magnífica.
Tierra de vinos
La gastronomía y sus vinos merecen un capítulo aparte. Entre los platos más típicos, se degustan deliciosos locros, tamales, empanadas, tortillas y chanfainas. Algunos de ellos pueden maridarse con vinos de excelentes etiquetas o con los mejores Syrah del mundo.
San Juan, la segunda provincia productora de vinos del país, debe su larga tradición vitivinícola a la llegada de inmigrantes españoles e italianos. Sobre suelos áridos y bajo un sol potente, el arduo trabajo de sus productores dio vida a los fértiles viñedos, organizados al estilo de los parrales españoles.
En la provincia donde reina el viento zonda, la oferta enoturística invita a recorrer tradicionales viñedos, antiguas y modernas bodegas y a degustar vinos exquisitos, incluidos unos deliciosos espumantes, y vinos de producción orgánica.
Los principales terruños vitivinícolas de la provincia de San Juan son los Valles de Tulum, en mayor proporción, el de Ullum y el del Zonda, en donde se combinan tradición con la más fina tecnología.
Por todos estos atractivos, San Juan es un imperdible cuyano.
Más información: www.argentina.tur.ar
Texto: Esteban Eliaszevich.
Fotos: Ministerio de Turismo de la Nación.