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4 de mayo, 2015

Washington, la capital del mundo

Es cierto que New York se lleva toda la atención cuando hablamos de la Costa Este de los Estados Unidos, pero la capital del gran país del norte tiene múltiples atractivos, que la convierten en un excelente destino turístico.

 

Si hubiera que elegir una época para visitar Washington DC esa sería la primavera, cuando la temperatura empieza a subir y se puede disfrutar del festival de los cherry blossoms (cerezos en flor), un espectáculo muy atractivo y típico del lugar. Cabe aclarar que los hermosos arbolitos llegaron en 1912 como regalo del Alcalde de Tokio, Yukio Ozaki. Arribaron 3750 y de los originales solo quedan 125.
El Distrito Capital tiene una población estable de más de medio millón de habitantes, pero que pasa el millón durante la semana, cuando llegan a trabajar pobladores de las áreas metropolitanas. DC está limitado por los estados de Maryland al norte, este y sur y Virginia al oeste. El caudaloso río Potomac sirve de límite entre Maryland y el Distrito, antes de desembocar en la Bahía de Chesapeake. También un área de parques, embarcaderos y playitas. Justamente, los famosos cerezos se ubican alrededor de la Cuenca Tidal, que en realidad se trata de una represa que sirve para desagotar el río cuando su caudal sube demasiado, junto al río Potomac. Esta cuenca es una ensenada con múltiples parques, que ocupan más de 40 hectáreas y alberga los monumentos y edificios más interesantes para visitar en esta ciudad, que es la capital norteamericana desde 1791.
Toda esta gran superficie de parques, con el río incluido, alberga el Capitolio, de estilo neoclásico, sede de las dos cámaras del Congreso; el monumento a Lincoln, enorme e impecablemente blanco; el Jefferson Memorial; el Washington Monument, un obelisco de mármol blanco muy parecido al nuestro, en pleno centro porteño, aunque más alto; el Martin Luther King Memorial; el Cementerio de Arlington con la Tumba a los Desconocidos y muchas otras, y el impactante Museo del Holocausto. Todo esto conviene hacerlo en auto o en más de una etapa, porque se suman unos cuantos kilómetros.

 

Calles y avenidas
Las calles de Washington DC que en el mapa se ven verticales se nombran con números, y las horizontales con letras mayúsculas, excepto las avenidas, que en general son diagonales y llevan nombres. Por ejemplo, la conocida Pennsylvania Avenue pasa por delante de la Casa Blanca, otro paseo interesante. La Connecticut Avenue es también muy bonita para recorrerla, con lindos negocios y edificios muy elegantes.
Dentro del Distrito está la Galería Nacional de Arte, a la que se puede entrar gratis y tiene colecciones interesantes además de un café y áreas de descanso rodeadas de plantas.
Luego se puede visitar el Instituto Smithsoniano, el mayor complejo de museos, construido en 1846 con un legado del químico y minero James Smithson; posee infinidad de colecciones de diseño, entre ellas la Cooper Hewitt´s y otras con objetos de los pueblos indígenas locales y más.
También en DC están los edificios del Fondo Monetario Internacional (FMI); el Banco Mundial, la Organización de Estatos Americanos (OEA), la Organización Panamericana de la Salud y el Banco Panamericano.

 

Prepararse para caminar
Uno de los paseos imperdible es la ciudad de Georgetown, en Maryland, fundada en 1751, mucho antes del establecimiento de Washington y el DC. Fue sede de gobierno y autónoma hasta 1871, cuando se la asimiló al Distrito de Columbia. Tiene algunos de los edificios más antiguos y bellos y callecitas angostas con boutiques, bares y librerías. Además, vale la pena visitar su Universidad. También en este sector están las embajadas de Francia, Tailandia, Venezuela y Suecia, entre otras.
La calle M es uno de los principales corredores comerciales así como la Avenida Wisconsin, donde se puede comer algo en bares o restaurantes de todos los lugares del mundo.

 

Hora de comer
Como es sabido, la comida norteamericana no es famosa por su originalidad, pero en ciertos restaurantes elegantes los bifes de lomo son muy apreciados, acompañados de ensaladas condimentadas con variadas y ricas salsas.
En cuanto a platos típicos no podemos dejar de mencionar aquí la cadena de hamburguesas Shake Shack  donde hace poco tiempo el presidente Obama con su vice Joe Biden y cuatro obreros de la construcción se escaparon de su rutina en la Casa Blanca para saborear la tradicional hamburguesa, que es una de las debilidades del mandatario, según se dice el más gastronómico de los últimos presidentes.
Esta hamburguesería está en el centro de la capital a un par de cuadras de la plaza de Dupont y a cinco minutos de la residencia presidencial.
Si bien, como es vox populi, la familia del presidente apuesta a la comida ultra saludable, para lo que cuenta con un huerto orgánico en el jardín de su casa, no es raro que de vez en cuando él se detenga en algún puesto callejero para disfrutar de una hamburguesa o quizás un langostino gigante cortado por el medio y frito como milanesa –otra especialidad típica de los norteamericanos.
En cambio para una cita con su esposa muchas veces eligen el restaurante Tosca de comida italiana.

 

Tips para turistas
Turistas, políticos y otros famosos suelen deleitarse con el variado menú del chef Eric Ziebold en el premiado City Zen del Hotel Mandarín Oriental, cercano a la Casa Blanca. O con los platos con certificado orgánico del Restaurante Nora, con un menú Prix Fixe de cinco tiempos del Obelisk, con tema italiano, o la cocina hindú del Bombay Club, los mariscos de Kinkead´s y la variedad de experiencias culinarias de Georgetown y de la calle U y Penn Quarters.
Por supuesto algunos amantes de la cocina de autor pasarán por Komi y Minibar, del chef español José Andrés, calificados como los dos mejores restaurantes de la ciudad  por la revista Washington. ¡Bon appétit a todos!

 

Texto: Silvia Ostrovsky.