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8 de julio, 2015

Conciliar lo nuevo y lo antiguo

En un barrio de Montreal (Canadá), un grupo de jóvenes arquitectos recicló una casa muy deteriorada, para una familia con niños pequeños. El resultado es una vivienda plena de luz natural, color y calidez.

 

En el corazón del barrio Villeray, en la ciudad canadiense de Montreal, un antiguo dúplex requirió una renovación completa para transformarse en una vivienda unifamiliar para dos adultos y dos niños. El trabajo de La Shed, un estudio conformado por un grupo de jóvenes arquitectos, se inició en la fachada, que había sufrido una serie de transformaciones a través del tiempo que hicieron imposible su restauración. Así, los autores del proyecto optaron por crear una fachada contemporánea que se integra perfectamente con las viviendas de los alrededores. Para ello, tomaron una serie de medidas con el fin de conciliar lo nuevo y lo viejo. “En primer lugar, elegimos un ladrillo oscuro como material para la fachada debido a su semejanza con los edificios circundantes”, señalan los arquitectos. Además, la remodelación de las aberturas se realizó siguiendo la misma proporción vertical para las ventanas, con un detalle en el ladrillo de coronación que alude, de una manera moderna, a los adornos de mampostería, típicos de la zona.

En el interior, cerca de la entrada se colocó un bloque compacto que contiene las áreas de servicio (armarios, baño, espacio de guardado) con el fin de crear una separación entre el hall y los espacios de estar. Del otro lado de este bloque está la cocina pensada de modo que se integra perfectamente al estar. No hay alacenas a la vista: todos los elementos y equipamientos necesarios para cocinar fueron colocados en el bloque de servicio, lo que permite una organización del espacio de trabajo en torno a dos islas orientadas a la sala de estar. A su vez, para aumentar la luminosidad del espacio eligieron como revestimiento de las mesadas una lámina de acero inoxidable. En el techo, rieles de iluminación y puertas corredizas crean una separación virtual para la cocina.

La sala de estar, alineada con la cocina, se beneficia por tener una doble altura ya que trae la luz desde el primer piso hasta la planta baja -explican los autores. Este espacio está enmarcado entre listones de madera que juegan con la percepción de los límites espaciales”. Por un lado, una biblioteca y estantería se extiende hacia el espacio de doble altura y actúa como una pantalla que oculta la escalera (de color naranja furioso). Entre la madera se insertan tabletas de acero de color blanco integradas en esa suerte de celosía de madera creando un contraste con el fondo naranja.

En el otro lado del estar, un puente y su baranda están resueltos con los materiales de la estantería. Ese puente permite a quien asciende la escalera entrever a través de la trama lo que sucede arriba.

En la planta alta, se abre un pasillo al espacio de doble altura que balconea al estar y permite el acceso a los dormitorios y al baño, todos con puertas corredizas.

El baño principal tiene una claraboya que abarca todo el ancho del ambiente y, por lo tanto, está inundado de luz natural que se refleja en las paredes de cerámica blanca y en el gran espejo sobre la mesada. El piso de mosaico negro hexagonal y las superficies horizontales de madera sólida actúan como elementos contrastantes en relación con la blancura omnipresente.

En la parte posterior de la casa, el volumen construido original fue preservado quitando un sector de la planta alta con el fin de crear un patio. Esta sustracción permitió darle aire a esa expansión para ganar más luz natural y una vista más abierta en el jardín desde el escritorio. A todo ese volumen se le aplicó un revestimiento de chapa ondulada galvanizada en la parte alta con el fin de aligerarlo visualmente y ofrecer a la vez un contraste con los elementos negros de la fachada y el cerco que separa el patio con el callejón que corre detrás del lote.

Por último, el garaje se encuentra en un bloque de madera clara por el que se puede ingresar a la casa a través de un espacio de transición que cumple la función de vestidor.

 

FICHA TÉCNICA
Maison De Gaspé
Ubicación: Rue De Gaspé, Montreal (Canadá).
Proyecto: La Shed Architecture.
Año: 2012.
Superficie: 260 m2.

 

EL ESTUDIO
La Shed es un estudio conformado por seis jóvenes arquitectos y tiene base en Montreal. Fue formado en 2009 por Renée Mailhot, Yannick Laurin y Sébastien Parent, y luego se sumaron Samuel Guimont, Anthony Bergoin y Dahlia Marinier Doucet. Tienen en su haber variedad de reformas de viviendas donde todas comparten un factor común: pasaron de ser casas tristes, compartimentadas y oscuras, a espacios amplios y llenos de luz, con la sencillez y contundencia de los espacios modernos.

 

Texto: Paula Baldo.
Fotos: Maxime Brouillet.