Donde no hay lugar suficiente para mantener un espacio verde, la solución tal vez pueda pasar por el jardín vertical. ¿Qué es?  Un conjunto de plantas dispuestas con criterio paisajístico y estructural de modo que puedan ubicarse en fachadas o muros como casi cualquier soporte vertical.
Su principal diferencia con respecto a la jardinería tradicional es que no se utiliza tierra porque las plantas se alimentan con sales minerales disueltas en el agua de riego, o hidroponia. Este es un antiguo sistema que data de tiempos de los aztecas y que hoy,  gracias a las nuevas tecnologías, se lo ha adaptado para vestir de verde los muros. De hecho, muchos lo hacen sin saberlo, cuando ponen un gajo en agua, para que eche raíces y luego lo pasan a la tierra.
Una de las empresas que los desarrollan es el estudio XY Verde, participantes del programa INCUBA, cuyos integrantes, el arquitecto Álvaro Zapiola y Carlos Martínez, explican que este tipo de jardines “son parte de una corriente en expansión denominada jardinería urbana que surge como respuesta al crecimiento acelerado de las ciudades. Estos jardines resultan entonces una verdadera alternativa para incorporar verde optimizando los espacios y mejorando así la calidad de vida, ya que el contacto con la naturaleza hace de nuestro día a día una experiencia más atractiva, relajada y saludable”.

¿Cómo instalarlo?

Instalar un jardín vertical supone algunas premisas.
* Es conveniente tener acceso a una fuente de provisión de agua y de electricidad. Existen soluciones que van desde riegos manuales esporádicos hasta sistemas computarizados autónomos.  Se debe evaluar cada caso en particular para responder a las condiciones climáticas y lumínicas específicas.
* La variedad de especies que se pueden utilizar en este tipo de jardines es muy amplia y varía según el muro: si es interior o exterior, orientación, temperatura y criterios estéticos.
* Se suelen utilizar plantas de porte pequeño no leñosas que se adapten bien a las condiciones de cultivo hidropónico. Entre otras encontramos helechos, enredaderas, lavandas o begoñas.
* El mantenimiento es mínimo, ya que cuentan con sistemas de riego automático que ahorran mucho tiempo. Además, los jardines verticales son más limpios respecto a los cultivos tradicionales con tierra, más eficientes y como consecuencia menos proclives a plagas.
* Es fundamental su observación para supervisar su correcto funcionamiento.
* Las podas suelen realizarse anualmente, en otoño o primavera.

Asesoramiento y fotos: gentileza XY Verde / xyverde.com.ar