La inmensidad de Brasil hace que año tras año se descubran nuevos destinos turísticos, como es el caso de Pipa. Está ubicada en el estado de Río Grande del Norte y está bastante alejada de los grandes centros urbanos: el más cercano es Natal, distante a 80 kilómetros.
Pipa es una ciudad muy pequeña, de no más de cinco mil habitantes, con playas interminables, que ocupan más de 40 kilómetros de costa, con olas ideales para los surfistas, y ofrecen múltiples opciones al turista. La zona se caracteriza por su exuberante vegetación, la llamada Mata Atlántica, que conserva sus paisajes y playas en un estado casi natural. Ahí está su desafío: cuánto cede de su condición original por favorecer el turismo sin perder su espíritu inicial, que es su gran atractivo. En eso están: en la búsqueda del equilibrio y eso le permite ser considerada el mayor santuario ecológico del estado.
HIPPIE, Y TAMBIÉN CHIC
Entonces, si bien Pipa viene desarrollando un notable circuito gourmet y hotelero, de diseño vanguardista, que incluye una importante movida nocturna, sigue conservando cosas del clásico pueblito de pescadores. Por eso, todo se desarrolla a lo largo de su única avenida, la Bahía dos golfinhos, y las veredas brillan por su ausencia en Pipa. Uno de los principales desafíos para el turista más novato es aprender a esquivar cuatriciclos, minibuses y buggys. La vida nocturna está considerada la más vibrante entre las de las ciudades costeras del nordeste brasileño, que incluye desde bares en la playa para ver el atardecer hasta discotecas.
Pipa es conocida por su alto nivel gastronómico, que ofrece sabores exóticos de diferentes puntos de Brasil así como de muchas cocinas del mundo. En octubre se realiza el Festival Gastronómico, que permite a los visitantes ver y saborear lo mejor de la oferta culinaria local.
Sus playas, rankeadas entre las mejores de Brasil, se pueden dividir entre: Praia Do amor, así llamada por la forma de corazón que se ve desde los acantilados, donde muchos practican el nudismo; Praia céntrica o Praia da Pipa, con aguas serenas; Praia do Chapadao, solitarias y con el mar revuelto; Praia dos golfinhos, donde se puede nadar junto a los delfines que se acercan a la orilla a comer, Praia Do madeiro, la que está más al norte, tranquila y con palmeras. Hay para todos los gustos: playas semidesiertas y otras con música, puestos de comida y mayor concurrencia. Eso sí: nadie se sorprenda si cerca de la orilla se encuentra con campos donde se alternan cultivos de maíz u hortalizas y bosques de árboles de coco. Pipa es sinónimo de naturaleza a full.
Esta localidad disfruta de las bondades del clima tropical, con una temperatura media anual de 28º C y alrededor de 300 días de sol por año, lo que lo convierte en un destino atractivo por la seguridad de contar con buen tiempo. Si a eso le agregamos que el agua del mar promedia 27 º C, la calificación de paraíso terrenal para Pipa es adecuada.
El lugar se presta para realizar variedad de actividades, como viajes en barco, nadar con delfines, realizar excursiones en buggy a médanos alejados, cabalgatas, caminatas, practicar deportes náuticos como surf y kayakismo. Algunas de las sugeridas son:
* Paseo de Caminho Pau-de-arara. Es una excursión que recorre distintos balnearios y que lleva todo el día. Se visitan las playas de Pipa, Sibaúma, Minas, Cacimbinhas, Barra do Cunhaú y Tibau do Sul y se realizan actividades, paseos en barco y natación en piscinas naturales.
* Dunas de Cacimbinhas. Muy cerca de la Praia do madeiro, estas famosas dunas son ideales para practicar sandboard, deporte local que consiste en deslizarse por la arena sobre una tabla, que se puede alquilar en los alrededores.
* Santuario ecológico. Por una zona forestal donde se realizan largos recorridos a través de varios paseos en su interior, como el Camino de Madeiro, el Sendero Camino do Jacu y Vereda da Moça Branca. También hay miradores y museos además de campings y hotelería para quien desee permanecer en esta zona.
* Barra de Cunhaú. Ubicado en el poblado de Sibaúma, a pocos kilómetros de Pipa, es un antiguo pueblo creado por esclavos a orillas del río homónimo. Hoy es una playa muy tranquila donde se unen el río y el mar, apenas separados por una red de corales. Es ideal para la práctica de buceo y kitesurf.
DATOS ÚTILES
* Para viajar a Pipa, se accede por avión a Natal y luego por auto, bus o taxi, por la moderna autopista BR-101.
* La oferta de alojamiento en Pipa es variada, pero toda de nivel. Además de la muy buena hotelería (hay más de 100 opciones entre pensiones y hoteles) también está la posibilidad de alquilar departamentos y casas de excelente calidad.
* Dada su característica de pueblo costero de alto nivel, es un lugar tan encantador como seguro, un valor importante a la hora de elegir un destino turístico.
Texto: Florencia Romeo.