La capital del estado de Guanajuato es una encantadora ciudad colonial situada en un pintoresco valle, rodeado por las montañas de la Sierra de Guanajuato. Su nombre, que deriva de la lengua de los chichimecas, habitantes originarios, significa “lugar de las ranas”, y se debe a que la forma de su terreno montañoso era similar a la de una rana. A esta región se le conoce como el Bajío, o el corazón de México. Y tiene la ventaja de que está a solo 365 km del Distrito Federal y a 577 km de Puerto Vallarta, si se deseara alcanzar un destino de playa, un camino que si se hace en auto permite asimismo conocer por la misma ruta Guadalajara, a 276 km de Guanajuato.

ANTIGUA CIUDAD MINERA
La ciudad fue fundada en 1559 y las minas de oro y plata fueron descubiertas a mediados del siglo XVII, por lo que Guanajuato se convirtió en la ciudad referente de la mina La Valenciana, que fue explotada un siglo más tarde de su descubrimiento, convirtiéndose en una de las minas más ricas y productivas del mundo. El Templo de San Cayetano, que se encuentra a un lado del yacimiento, se erigió como monumento a la abundancia y las riquezas extraídas de la mina. Por su arquitectura y sus minas adyacentes es que la UNESCO la convirtió en Patrimonio de la Humanidad en 1988.

CENTRO CON SAVOIR FAIRE
El centro histórico de Guanajuato tiene un distintivo sabor europeo, con cientos de callejones empedrados que suben y bajan por la ladera. Alrededor de sus plazas, muy arboladas, se ubican cafés al aire libre, museos, teatros, mercados y monumentos históricos. Los edificios de la ciudad son un excelente ejemplo de arquitectura colonial de estilo neoclásico y barroco y la ciudad posee una red de túneles subterráneos que corren por debajo para ayudar a controlar el flujo del tránsito.
Guanajuato es conocida como “la cuna de la independencia de México” y es una importante parada a lo largo de la Ruta de la Independencia, que pasa por Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende. Recorre la Alhóndiga de Granaditas, un edificio y monumento histórico ubicado en el centro de la ciudad, y el sitio donde tuvo lugar la primera gran victoria sobre los españoles en 1810.
Antes, en 1741, Guanajuato recibió el título de Ciudad por el rey Felipe V de España. Durante el régimen del presidente Benito Juárez fue temporalmente capital de la República. En 1903 el general Porfirio Díaz, entonces presidente de México, inauguró el Teatro Juárez, el Palacio Legislativo, el Monumento a la Paz, el Monumento a Hidalgo y la Presa de la Esperanza. En 1945 el Colegio del Estado se convirtió en la Universidad de Guanajuato. En 1953 se empezaron a representar los Entremeses Cervantinos que dieron origen, en 1972, a la creación del máximo evento artístico y cultural de América Latina, el Festival Internacional Cervantino, que se realiza cada año en octubre.

CIUDAD DE MITOS Y LEYENDAS
Desde las montañas pueden observarse maravillosas vistas de la ciudad y desde esta, el encantador paisaje de montaña. Pero, además, Guanajuato es una ciudad con rincones asombrosos, plagada de mitos y leyendas. Entre estos lugares hay puntos exactos para el romanticismo, también para la cultura, para el buen comer, para la música…

* Uno de los imperdibles es el famoso Callejón del Beso, un lugar tan estrecho en el que las parejas pueden besarse desde balcones opuestos.

* Si se va Guanajuato, es obligatorio participar en una callejoneada, o serenata a pie, dirigida por músicos estudiantes que, acompañados con guitarras, dan serenata a los ahí presentes y cuentan historias locales.

* La ciudad rinde homenaje cada año a Miguel de Cervantes Saavedra, autor de Don Quijote de La Mancha a través del Festival Internacional Cervantino, pero también lo hace todo el año con un museo dedicado al Quijote y con estatuas de estos personajes, en la Plaza Allende, justo afuera del Teatro Cervantes.

* Otro punto a conocer es la casa del famoso muralista mexicano Diego Rivera, nacido en este estado, que ha sido convertida en un excelente museo.

* La ciudad es también hogar de una gran población de estudiantes, muchos de los cuales asisten a la Universidad de Guanajuato, una de las universidades más antiguas del estado.

* Y no pueden dejar de probarse las delicias de la cocina regional del Bajío, con platos tradicionales mexicanos como las enchiladas mineras (tortillas rellenas de carne, frijoles o queso y cubiertas con una salsa de chile guajillo y chile ancho) y las pacholas guanajuatenses (carne molida con especias).

* La exestación del ferrocarril es también un parador turístico urbano que cuenta con un foro para realizar actividades artísticas y culturales, además de un mercado de artesanías.

* El Funicular Panorámico Pípila es otro gran atractivo que propone un espectacular recorrido panorámico en el cual se podrá observar la ciudad desde una perspectiva inigualable.

* Si la idea es disfrutar del arte y la naturaleza, imperdible es la visita al Jardín de la Unión, un parque triangular situado en el centro de la ciudad. Un lugar de reunión en que los jueves y domingos se alegran con música de la Banda Sinfónica del Estado de Guanajuato.

* Entre los edificios emblemáticos, se encuentra la Mansión del Conde Rul, uno de los ejemplos más puros del neoclásico en México. Obra del arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras.

* También, es imprescindible conocer el Mercado Hidalgo, construcción de principios del siglo XX. Su fachada es de cantera rosa y en su interior se pueden adquirir dulces típicos y artesanías de la región.

* Se impone visitar asimismo el Palacio Legislativo, una construcción del siglo XIX, con fachada de estilo neoclásico e interior con influencia de Art Nouveau.

* Un barrio ideal para tomar un rico café y ver arquitectura de colección es la zona de la Plaza San Fernando, típica guanajuatense.

* Y es inevitable no visitar el Teatro Juárez, considerado uno de los más atractivos del país y reconocido mundialmente tanto por su arquitectura como por ser escenario de diversos e importantes eventos culturales internacionales.

* Y por último, se recomienda animarse a disfrutar increíbles vistas desde las alturas de la ciudad y las montañas y los valles circundantes del estado de Guanajuato mientras se deslizan en un ala delta o viajan a bordo de la canasta de un globo aerostático (con suéter incluido, porque el clima de montaña es muy agradable todo el año, pero por las noches, refresca).

Después de este recorrido, ya se puede volver a casa con el corazón lleno de postales maravillosas, aventura, experiencias culturales, sabores, mitos y leyendas.

Texto: Silvia Fittipaldi.