A la hora de sumarle verde a una casa, hay muchas opciones. Y lejos de ser un recurso exclusivo para indoors, las macetas también permiten armar rincones y espacios diferenciados en parques y jardines.
Contra la casi exclusiva opción de terracota de hace décadas, hoy hay múltiples opciones, tanto en materiales como en diseños. Las hay de diferentes altos, anchos, redondas, cuadradas, rectangulares, tubulares, altas y bajas; de madera, caña, tronco de palmera, cemento, terracota, luminosas, plástico, fibra de vidrio y fibrocemento, con venecitas y revestidas en piedra París, entre otras, tanto en sus colores originales como en una amplia variedad de tonos, neutros o intensos.
Por eso, es necesario contar con cierta información respecto al contenedor y a su contenido al momento de planear su uso y ubicación, para comprar lo que mejor se adapte a nuestro deseo. Al respecto, consultamos a la fábrica de macetas La Cioppa, cuyos dueños afirman:
* Siempre hay que preguntar en el vivero qué es lo que mejor se adapta al contenedor que nos gusta, según su altura y volumen.
* No importa demasiado el material del contenedor, la gente de La Cioppa es de la idea de que una planta es capaz de desarrollarse en una lata, no influye si es de terracota o de fibrocemento. Lo que incide es la forma y el tamaño. En una maceta baja no se va a poner un ficus o un kinoto, porque no va a tener lugar para desarrollar altura ni raíces, además de que se va a tambalear; del mismo modo, tampoco pondríamos una alegría del hogar en una maceta de 1 m de alto y forma de cono.
* Las macetas que van al exterior pueden perder algo de color, pero no se arruinan. Por ejemplo, el plástico de algunas macetas es polietileno, no PVC, y es el que se usa en tanques de agua; por lo tanto, no lo altera el sol. En cambio, el sol reseca el PVC. Otro tanto ocurre con la fibra de vidrio: puede perder algo de color, pero no se quiebra ni rompe.
LO QUE HAY QUE SABER
Más allá del diseño o color, cada material ofrece determinadas características y es conveniente conocerlas, para poder hacer una correcta selección. Además del precio, al comprar una maceta es fundamental fijarse en el peso de la maceta vacía, dato que influye para su traslado porque el sustrato se agregará cuando ya esté ubicada en su lugar definitivo. Otro tema es el drenaje: es fundamental que tengan un orificio en la base, para que salga el agua sobrante y así evitar que las raíces se pudran.
* Macetas de plástico. Son las más livianas y económicas. Como no son porosas, conservan mejor la humedad que las de barro, lo que evita tener que regar demasiado seguido; por ende, no se recomiendan para cactus y suculentas, que necesitan escasa humedad. A la vez se calientan más rápido, por lo que a veces se las coloca dentro de portamacetas, para evitar el recalentamiento. Las macetas de plástico son muy durables y vienen en muchos colores, pero con el tiempo el sol las decolora. También las hay de plástico reciclado, que colaboran en la protección del medioambiente.
* Macetas de fibra de vidrio y poliéster. Ultra livianas, pero a la vez muy resistentes, pueden ser moldeadas en casi cualquier forma, tamaño y color. Esa versatilidad permite imitar la apariencia de otras macetas, por ejemplo, las artesanales de barro, aunque en este caso son mucho más livianas y soportan mejor el calor intenso y la lluvia. Por lo demás, tienen características similares a las de plástico –conservan la humedad y expuestas a temperaturas altas se calientan– solo que son más caras que aquellas.
* Macetas de barro, cerámica, cemento y fibrocemento. Son muy porosas y el agua se evapora por las paredes, lo que airea las raíces pero, a la vez, obliga a regarlas más seguido. Son ideales para exteriores porque son pesadas, lo que les da mucha estabilidad ante ráfagas de viento. De todos modos, sufren las inclemencias del tiempo y, a la larga, tienden a rajarse. Las de barro son las menos tóxicas para las raíces pero cambian de color por el contacto con las sales del agua y no resisten grandes heladas.
Las de fibrocemento son las más resistentes a los posibles golpes causados por movimientos o cambios de lugar y su durabilidad puede ser de muchísimos años. Están construidas con una mezcla de cemento Portland y fibra de vidrio, en formas cúbicas o de prisma y en distintos tamaños. Si bien son porosas, aguantan mejor las condiciones de riego que las de barro y además, tienen un precio accesible.
OPCIONES DECO
Hoy en día, la variedad es tan amplia, que es realmente difícil no encontrar la adecuada para el lugar elegido. Las eternas de terracota, perfectas para ambientes rústicos, siguen vigentes, pero también hay otras opciones muy decorativas, como las de madera, caña o de tronco de palmera. Si la idea es dar un toque sofisticado, las luminosas son la mejor opción. Hay de diversos colores y muchas veces resuelven la deco de un living al aire libre. Las de cemento, en su propio color, son ideales para un estilo minimalista. También, algunos diseñadores las pintan para crear ambientes singulares. En espacios vintage, se imponen las tratadas con la técnica del mosaiquismo y las pintadas a mano, tanto de terracota o cemento como de loza. También las mini, para colecciones de cactus y suculentas.
NOVEDADES
* Macetas plásticas de baranda que no necesita de soportes para colgar, va directamente enganchada sobre el barral. Ideal para tener plantas y flores en balcones angostos o cuando se desea despejar la superficie del piso. Viene en varios colores.
* Macetas textiles en telas de polipropileno resistentes a los rayos UV. Su tejido poroso permite que el aire pase y ayude a fortalecer las raíces. Son versátiles, frescas, livianas, pensadas con un concepto ambientalista para integrar la naturaleza a balcones y otros escenarios urbanos desde una estética sofisticada. Las macetas textiles Totepot, están creadas por Totebag y Valeria Churba.
Texto: Florencia Romeo.
Asesoró: La Cioppa / www.macetaslacioppa.com.ar
Datos: Macetas de baranda/ www.viveromario.com.ar