Cuando se viaja con chicos, conviene elegir destinos con opciones que les resulten atractivas. En ese sentido, la Patagonia tiene mucho para ofrecer. A continuación, tres alternativas de las que pueden disfrutar grandes y chicos por igual.
PINGÜINOS EN PUNTA TOMBO
Si la idea es apuntar a la naturaleza, desde septiembre hasta abril en la Reserva Natural Punta Tombo —en donde se halla la colonia continental de pingüinos de Magallanes más grande del mundo— y en Cabo Dos Bahías, hay pingüinos, pingüinos y más pingüinos para ver en sus hábitats.
Una tarde basta para vivir esta experiencia mágica, y el acercamiento a los pingüinos es tal que no sorprende que los grandes se emocionen tanto como los chicos. Se recorren los senderos, cámara de fotos en mano, y en todas las direcciones ocurre lo mismo: miles de estos animales se desplazan con su gracia característica, mientras otros descansan en sus nidos.
En Península Valdés también puede avistarse a las simpáticas aves en una excursión de día completo que lleva a descubrir su fauna tan variada.
BUCEO CON LOBOS MARINOS
Si los niños tienen más de 8 años, Chubut invita a sumergirse y bucear las aguas azules de Puerto Madryn –la Capital Nacional del Buceo– en Puerto Pirámides, Camarones, Rada Tilly o Comodoro Rivadavia.
Embarcando desde Puerto Madryn, se accede a Punta Loma, el único punto de la Argentina en donde se puede bucear junto a lobos marinos de un pelo.
Todos quieren sumergirse a nadar con estos animales simpáticos y la experiencia lo vale. Primero, con la dirección de un guía especializado, se reciben las instrucciones; luego, estos mamíferos miran tímidos, hasta que entran en confianza y se acercan a jugar; tanta proximidad divierte, y su espíritu amistoso es tal que se expande por el mar y llega hasta los visitantes. Además, los puntos de buceo tienen profundidades variables, así que cada uno puede disfrutar de acuerdo a su capacidad. Y para quienes se animan por primera vez a esta aventura, un bautismo submarino es más que ideal para aprender los pasos iniciales.
DINOSAURIOS EN NEUQUÉN
Al sudoeste de la provincia, se encuentra Villa El Chocón, famosa en el país y el mundo por la presencia de restos fósiles de dinosaurios, aguarda al visitante con su museo y espejo de aguas con formaciones geológicas.
En el Museo Ernesto Bachmann, los pequeños dan rienda a su imaginación e impresionan con el tamaño del Giganotosaurios carolinii, uno de los carnívoros más grandes encontrados hasta el momento (aún superior al Tyrannosaurus rex). Allí mismo, la familia disfruta de la actividad “Paleontólogos por un día” donde ponen en práctica su creatividad y se adentran en un mundo imaginario, compuesto por arcilla, limo y restos de fósiles escondidos.
En el pueblo también se disfruta de Los Gigantes, unas formaciones geológicas inmensas que contrastan con el lago verde esmeralda, regalando un paisaje fantástico. También se recomienda dar un paseo por la costa del lago, a través de pasarelas desde donde se observan las “huellas” de los dinosaurios.
Otro destino para saber más sobre estas criaturas es Plaza Huincul y más precisamente el Museo Municipal Carmen Funes, en cuya sala principal descansan restos fósiles del herbívoro más grande encontrado hasta hoy, además de su réplica en tamaño real: el Argentinosaurios huinculensis. A su vez, invita a una aventura visual que permite imaginar y conocer cómo vivían las diferentes especies de dinosaurios.
De esta forma, Neuquén comparte eras pasadas y aporta conocimientos, motivo más que válido para visitarla.
En sus museos y naturaleza, Patagonia comparte sus atributos, cualidad que la distingue en Argentina, y el mundo entero.
Texto: Esteban Eliaszevich
Más información: http://www.argentina.tur.ar