Las flores, en general, nos gustan, pero hay algunas que nos fascinan. Es el caso de las orquídeas, por ejemplo, que además nos resulta misteriosa. Damos por hecho que son imposibles de cultivar en casa, por cuenta propia. Las creemos carísimas y, en realidad, es relativo. Por eso, para despejar dudas y saber más de ellas, hablamos con Gustavo Ogata, un auténtico especialista, que sigue con el negocio familiar: el cultivo de orquídeas en su empresa, Ogata Orchids, una de las más importantes del país en el rubro.
Pero todo tiene un comienzo. Los Ogata se establecen en la Argentina entre fines de los años 50 y mediados de los 60, al principio en zona norte, en la ciudad de Florida, y luego se corren hacia el oeste y en 1966 se establecen en San Miguel.
– ¿Desde cuándo y por qué se dedican al cultivo de orquídeas?
– A mi papá, Kiyoaki Ogata, siempre le gustaron las orquídeas. En realidad, le gustaba todo lo que tuviera que ver con plantas, flores, árboles, arbustos, cactus y también las orquídeas. Hasta que un día mi mamá le dice: “¿Por qué no empezás a producir esas plantas de varas largas –se refería a las Cymbidium– que acá todavía no existen?”. La sugerencia de mi mamá fue por un tema económico, pero la realidad es que mi papá lo llevaba en la sangre. Cuándo arrancaron, ni me acuerdo, pero se transformó en una tradición familiar.
– ¿Cómo trabajan en la actualidad?
– Trabajamos para minoristas y lo realizamos por varios canales: utilizamos todas las redes sociales, vendemos en el Mercado de Flores (Cooperativa Argentina de Floricultores Ltd), realizamos envíos al interior y organizamos diferentes eventos para promocionar y vender nuestros productos.
–Teniendo en cuenta que hay miles de variedades de orquídeas, ¿ustedes cuáles cultivan?
– En un 80%, nuestra producción es de la variedad Cymbidium y el 20% restante de Phalaenopsis, Cattleyas y Oncidium.
– ¿Cómo es la situación del rubro en la actualidad? ¿Se mantiene más allá de los vaivenes económicos o depende de otras variables?
– Actualmente, el rubro está en expansión, no solo aquí sino en todo el mundo. Por supuesto, los desaciertos de los diferentes gobiernos nos impiden planear a largo plazo. Hay que tener en cuenta que desde que una planta de orquídeas sale del laboratorio hasta la primera floración pasan entre 3 y 4 años.
– ¿Con cuántas personas trabajan?
– Somos una empresa familiar. Mi esposa y yo manejamos el cultivo, es un trabajo artesanal, y tenemos dos personas que nos ayudan con el mantenimiento.
– ¿Qué tipo de cultivo hacen, por esqueje (gajos)o hidroponía (en agua)?
– Cultivamos en macetas y el sustrato que utilizamos son la corteza de pino y el musgo sphagnum.
– ¿Es tan difícil tener una orquídea en casa o es un mito que su cuidado es complejo?
–Es un mito que la orquídea es una planta delicada y creemos que cualquiera puede tener una. No se cuida como la mayoría de las plantas, eso es cierto, hay que tener ciertos cuidados, pero lo habitual es que en el lugar donde se compra te puedan dar algunos consejos de donde ubicarla y cómo cuidarla.
TODO LO QUE QUERÍAMOS SABER DE LAS ORQUÍDEAS…
… y no sabíamos a quién preguntarle. Gustavo Ogata es la persona indicada para sacarnos las dudas y nos da estos tips.
* Cuando decidimos cultivar una orquídea, lo más importante es conocer las necesidades de esa variedad. Debemos saber a qué género pertenece, para determinar si se cultiva en exterior o en interior y cuáles son los requerimientos de luz solar de esa planta. Estos datos sirven para elegir el lugar adecuado para que ella pueda prosperar. De todos modos, a diferencia de lo que se, cree no son plantas muy exigentes y además tienen un gran poder de adaptación.
* Otro aspecto importante a tener en cuenta es que sean plantas bien enraizadas, es decir que estén firmes en sus macetas; si están montadas en un tronco deben tener sus raíces adheridas a este y deben ser de color blanco. Hay que evitar adquirir plantas a raíz desnuda ya que tardaran más en adaptarse.
* Las plantas que pertenecen a los géneros Cymbidium, Dendrobium tipo nobile u Oncidium, pueden cultivarse todo el año en el exterior, siempre y cuando estén reparadas de las heladas, lluvias y sol directo del verano. En cambio, las Phalaenopsis y las Dendrobium Phalaenopsis necesitan una temperatura mínima nocturna de 18 grados, por lo que en los meses invernales es indispensable proporcionarles un lugar luminoso y calefaccionado.
* Con respecto al riego, es importante diferenciar entre frecuencia y cantidad. La cantidad de agua suministrada debe ser siempre la misma; lo que varía es la frecuencia. No se debe regar demasiado seguido en los meses invernales, dejando secar el sustrato entre riego y riego; empezar a aumentar la frecuencia de riego a medida que sube la temperatura. En cualquier caso, lo más aconsejable es la observación, además de la introducción de un palillo o el dedo en la maceta para ver si el sustrato está seco.
* Elegir lugares bien ventilados o con corriente de aire para evitar enfermedades y plagas.
* Tratar de ubicar las plantas en lugares soleados en la época de otoño y de invierno, evitando que reciban el sol directo del mediodía y de las primeras horas de la tarde durante la primavera y el verano.
* Fertilizar cada 15 días, desde septiembre hasta diciembre.
* Si se cultiva sobre troncos, el riego debe ser diario en el verano.
* El trasplante debe realizarse en primavera y solo si hiciera falta. Este trabajo se hace cada 3 años aproximadamente. Deben utilizarse sustratos livianos, como la corteza de pino, para favorecer el drenaje del agua de riego.
* Como las floraciones de estas plantas son anuales y en algunos casos son prolongadas, se recomienda no dejar que las flores se marchiten en la planta; es preferible cortarlas cuando todavía están en buen estado y disfrutarlas en un florero. Esto favorece a que la brotación no se atrase y al año siguiente nos vuelva a florecer.
* Buscar consejos de personas con experiencia, para que nos ayuden a ubicarlas en el sitio apropiado de modo que puedan prosperar y con un poco de paciencia disfrutar de una espectacular floración. Por eso, es importante visitar las exposiciones para estar en contacto con los productores, que siempre estar dispuestos a darnos el mejor consejo.
* Hay muchas más premisas que debemos tener en cuenta, pero podemos comenzar con obtener una planta, en algunos casos rescatada de la depredación, otra de especies en peligro de extinción, informarnos sobre su forma de cultivo y con un poco de paciencia disfrutar de una espectacular floración.
Gustavo concluye la nota con esta reflexión: “Si con esta actitud logra éxito con las plantas, pruebe de extenderla a su vida social. Solo imaginemos si a diario nuestras conductas fueran más tolerantes, más pacientes y responsables, quizás nuestras vidas también obtengan una floración espectacular”.
Texto: Florencia Romeo.
Fotos: gentileza familia Ogata.