Las liquidaciones comienzan cada vez más temprano, lo que nos da tiempo a aprovecharlas a conciencia, comprando de manera estratégica y evitando la adquisición de prendas solo por su bajo precio y no porque la vayamos a usar alguna vez. Entonces, hagamos un repaso de lo que conviene tener en cuenta antes de salir de shopping.
* No hay que dejarse llevar por los impulsos sino comprar con cabeza. Tener en cuenta que, en buena medida, estamos armando el guardarropa del próximo verano. Por lo tanto, debe meditarse a fondo.
* Hacer una lista concreta de lo que realmente hace falta, frente al ropero abierto, para que la memoria no nos juegue una mala pasada. De esta manera, viendo qué hay, qué está en buenas condiciones y qué no, qué se necesita y qué no, se puede hacer una lista realista.
* Fijarse qué se está usando en otros lugares que luego determinan la moda. De nada sirve comprarse chupines si se van a usar pantalones Oxford.
* Establecer un tope o un presupuesto y respetarlo, para poder llegar a fin de mes con aire y no pidiendo prestado.
* Hacer un repaso de los principales eventos del año. Si ya sabemos que vamos a tener algún casamiento, cumple de 15, entrega de diplomas o viaje laboral, es un buen momento para buscar específicamente lo que vayamos a necesitar.
* No por repetido pierde importancia ni vigencia: lo mejor es invertir en básicos. No hay posibilidad de error. Jean clásico, pantalón recto en tonos neutros (negro, gris, beige), algún pantalón de color, blazer azul o negro, camisa blanca, T-shirts lisas, etc.
* En lo posible, ir acompañada de alguien que nos conozca bien y nos dé una mano a la hora de decidir. Evitar aquella compañía que nos aliente a gastar sin pensar. No necesitamos alguien que nos “dé permiso” a derrochar, sino que nos sepa frenar.
* Ir cómoda y poco cargada, de modo de poder probarse todo rápido y agilizar la recorrida.
* ¡Bienvenidos al siglo XXI! Otra opción consiste en aprovechar las ofertas online. Se gana tiempo y se evitan colas.
* Si hicimos bien los deberes, está permitido un capricho, un gustito. ¡Muy bien!